Capítulo 11: El más grande error

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(Nota de la escritora: Espero que les esté gustando, si pueden recomendar @Faniaverso sería fantástico y por favor denle una oportunidad a las otras historias, aunque nos ean de Freen/Becky. Les recuerdo que tengo problemas con la computadora, está súper lenta y necesito cambiarle todo, así que desde aquí si no sé cuándo podré publicar otro. Si desean ayudar estoy en patreon y así podré arreglar la computadora. Perdonen la interrupción, comenten y sigamos con la historia. Un abrazo.😘)

    Ninguna de las dos estábamos pensando con claridad. Alfa y omega. ¿Saben cuál es la importancia de esa clase de parejas? Aunque un omega pueda tener relaciones con un hombre beta, o una mujer beta con una alfa femenina, los alfa y omega cuando estaban juntos en la neblina de la lujuria no pueden razonar. El olor, los instintos, la necesidad mutua explota poderosamente y es difícil detenerlo. Ahora… ¿Qué pasaría si hay sentimientos de por medio? P´Freen raspó las manos en mi abdomen, y pude sentirla, sentí su energía arrolladora. En su mirada estaba el mismo deseo y sufrimiento que yo estaba sintiendo. Ella me alzó, me aferré a su cuello y subió las escaleras hasta llevarme a su habitación, tirándome en la cama. Mis ojos seguían llorosos, los espasmos de dolor se intensificaban al punto que suplicaría por la liberación. P´Freen no paraba de mirarme, especialmente cuando me arrebató los pantaloncillos dejándome desnuda del todo. En su mirada estaba una oleada de contradicciones. Por un momento gimió como si le doliera la cabeza. Mi celo le estaba afectando tan dolorosamente como a mí. Su mano pasó por mi abdomen y me ericé.

—Tienes novia… somos amigas… no debería. —Dijo en voz baja.

—No lo soporto. —Volví a chillar tras otra contracción dolorosa. Me senté y necesitada, tiré de la pretina de su pantalón, levanté un poco de su ropa y besé sobre su ombligo. Ella jadeó y volvió a empujarme en la cama… Ya no había vuelta a atrás.

   ¡¿Quién demonios se atrevía a subestimar a P´Freen?! Ella me besó con intensidad, sintiendo su lengua en mi boca, mordisqueándome los labios y presionándolos con los suyos que eran más gruesos y esponjosos. Sus besos recorrieron mi barbilla, mandíbula y cuello, bajando, besándome el hombro, un brazo, poco a poco hasta besar mis dedos de las manos muy delicadamente.

—Becky, eres muy hermosa… Tan especial para mí. —Dijo con voz rota. ¿Por qué P´Freen está llorando? ¿Por qué está triste? Desearía que la neblina del celo no hubiera opacado mi raciocino, tal vez hubiera podido detenerlo, hubiera entendido los sentimientos de P´Freen… No la hubiera lastimado cómo lo hice.

   Sus manos tomaron mis senos desde la base, para que aumentaran y mostraran los pezones que los coronaban. Su boca ansiosa tomó uno, mamándolo. Dolía tanto mi cuerpo, pero aquella sensación de su boca y manos era reconfortante, consiguiendo que estuviera más ansiosa que agonizantemente desesperada. Dejó un reguero de besos por la redondez de ambos senos, rodando la lengua en los pezones. ¡Dios que bien se sentía! Me estaba enloqueciendo, pero por una razón diferente que a la de hace algunos minutos. Volvió a besarme un poco más antes de bajar y morder mi costilla ligeramente, para repetir la acción en el hueso pélvico, mientras masajeaba mis muslos y yo tapaba mi rostro lloroso y avergonzado con las manos. ¡Su boca es tan hermosa al igual que maravillosa! Lamió la extensión de piel de los muslos internos antes de tomar mi sexo, ahí chillé a la estimulación directa, sintiendo electricidad correr por mi espalda. ¿Cómo podía sentirse así de maravilloso ser devorada? Era como si ella estuviera sedienta y yo fuera su fuente de vida. ¿Por qué no pude detener el deseo cuando lo hice tantas veces con Heidi? Sujeté su cabeza para mantenerla en mi intimidad, levantando las caderas y convulsionando al primer orgasmo. Aun así, todavía dolía, no era suficiente.

— ¡Más! ¡Necesito más! ¡Duele! ¡¿Por qué no para?! ¡Qué pare! ¡Por favor! ¡Por favor! —Imploré y ella abrió más mis muslos, mirándolos como si estuviera hipnotizada. Se quitó su propia ropa, luciendo todavía más gloriosa. Se ubicó entre mis piernas y se empujó en mi interior. Chillé a la invasión, maravillada con la conexión. P´Freen lamía mi cuello y lo besaba mientras envestía mis caderas. Mi pelvis se movía en vaivén deseándola más profundo. Sus dedos raspaban mi espalda como una caricia. Recordé la casi mordida y me desesperé. ¡No conseguía liberarme del todo! ¡Necesitaba más! —Mordida… quiero ser mordida. —Jadeé empujándome más desesperadamente para ser llenada con ella. —Freen… yo… quiero…

   P´Freen no lo pensó, ninguna lo estaba haciendo, especialmente cuando mordió tan poderosamente el hueco del hombro con mi cuello que convulsioné en todo mi cuerpo. Ella también lo hizo en aquella oleada de placer tan poderosa. Mis uñas se clavaron en su espalda hasta que me sentí mareada y cerré los ojos sintiéndola aferrarse a mí. ¡Ella estaba llorando! P´Freen temblaba y lloraba mientras seguía en mi interior, sin poder salir todavía, besando mi cuello, abrazándome. No supe cuánto tiempo me había dormido hasta que abrí los ojos encontrando a P´Freen sentada en el borde de la cama con mirada ausente, vestida con una camiseta blanca y bragas negras.

— ¿P´Freen? ¿Pasa algo malo?

—Ya despertaste… ¿Recuerdas algo?

— ¿Recordar? —Pregunté tratando de rememorar lo que había pasado. —Me sentí mal por el celo, me disté las medicinas y…

— ¿Y qué más? ¿Recuerdas algo más?

—Recuerdo que… —Mis palabras murieron y corrí directamente al baño. No sólo estaba desnuda, sino que una marca de mordida ahora purpurea se mostraba en mi cuerpo. — ¡Maldición! ¡Esto es una marca de marcaje!

—Fue demasiado intenso. —Dijo P´Freen tras mi espalda.

— ¡Todo es culpa mía y mi estúpido celo! ¡Te arrastré en esto, P´Freen!

—Sí. —Dijo lacónicamente, ella estaba evidentemente triste, pero no podía verlo, estando demasiado alterada por la marca en mi cuello.

— ¡Tengo novia! ¡Dios! ¡Tengo una novia! ¡¿Qué le diré a Heidi?!

— ¿Qué harás con ella? ¿La marca?

—Tengo que deshacerme de la marca! ¡Esto fue un error!

—Iré a prepararnos el desayuno.

   La marca es pertenencia, puedes sentir dónde está tu pareja y lo que siente, yo claramente podía sentir la desolación de P´Freen y consideré que era por haberla metido en mis problemas, prácticamente obligarla a hacer eso conmigo siendo mi amiga por mi dolor, no por algo mucho más profundo. Necesitaba solucionarlo, recuperar a mi amiga y disculparme. Me vestí con la muda de ropa, viendo a P´Freen también vestida, con lágrimas en los ojos que, convenientemente, aparecían mientras ella picaba cebollas. ¡¿Por qué pasan estas cosas que evitan que nos demos cuenta de las cosas realmente importantes?! De todas formas, me acerqué a ella.

—Perdóname por prácticamente obligarte a… bueno… ayudarme con el celo.

—No hay problema, no se podía evitar. Yo también fui irresponsable. No debí quedarme demasiado tiempo, ya sabiendo que acabaría afectada por el celo. ¿Ya no sientes más dolor?

—No, ya no. Me siento mejor gracias a ti, P´Freen. Gracias por ser gentil.

—No hay problema, somos… amigas. —Dijo, pareciendo que se le dificultara decir la última palabra. Me acerqué a ella y la abracé, pues siempre siento calma al hacerlo y en ese momento no era la excepción.

—P´Freen, a pesar de todo, me alegra que haya sido contigo a la que le importo y no un desconocido… Te quiero. —Dije y la sentí tensarse, para luego relajarse ínfimamente y acarició mi espalda. ¿Por qué sentía que ella era más miserable por lo que dije? — ¿P´Freen?

—Yo… —Tragó. —Yo también te quiero, N´Becky.

—Tengo que resolver lo de la marca hoy mismo. ¿Vienes conmigo al hospital?

—No… No puedo. Todavía tengo cosas que solucionar con respecto a la mudanza, el cambio de domicilio y eso.

—Es verdad… ¿Te veo luego?

—Claro. —Sonrió, pero… esa sonrisa no era natural, era forzada. No estaba segura si era buena idea dejar a P´Freen sola, aun así, no podía postergar que borraran la marca, pues arriesgaría a que Heidi se diera cuenta.

   Llamé a Nam, pues era una amiga muy cercana, después de P´Freen, claro. La verdad es que me daba miedo ir al hospital sola, ya que había escuchado que borrar la marca era un procedimiento doloroso. No era algo extraño, pues algunas alfas marcaban por error a otros omegas, aunque tampoco era muy común, por lo que era un método rara vez utilizado. Nam había llegado al hospital poco tiempo después que yo, encontrándome en unos asientos en la sala de espera. Ella tenía un top veraniego, el cabello recogido, lentes y pantalones vaqueros con tacones. Ese día lucía curiosamente extravagante.

— ¡¿Te ha pasado algo malo? Llamaste, dijiste que estarías en el hospital y me preocupé. ¿Es por ti o por N´Freen? ¿Dónde está ella?

—P´Freen está bien, pero tuvo cosas que hacer. Soy yo la que necesitaba venir, pero no es nada grave, no te preocupes.

— ¿Un chequeo?

—No… es que… —De repente me sentí avergonzada y me ruboricé. —P´Freen y yo… bueno… yo estaba en celo y los inhibidores no funcionaban… y… una cosa llego a la otra y… nosotras…

— ¡¿Ustedes tuvieron sexo?! ¡Lo tuvieron! ¡¿Verdad?! —Preguntó emocionada. Asentí y ella brincó con un chillido de alegría. — ¡Lo sabía! ¡Sabía que eran la una para la otra! ¡Sólo era cuestión de tiempo de que se dejaran de estupideces y formalizaran! ¿Puedo anunciarlo por mi Instagram? Ahora que lo detallo bien, tu olor es diferente al usual. ¡Tú aromas es todo de ella! No lo mencioné ya que también podría ser porque pasan mucho tiempo juntas. ¡Tienen todo mi apoyo! Aunque eso no explica por qué estás aquí. ¿Pasó algo? ¿Es una prueba de embarazo? ¿No te protegiste?

—Oye, oye, para con las preguntas. Hablas muy rápido… y no, no es por una prueba de embarazo. ¿Crees que deba hacerla? —Me puse pálida, pues no había pensado en el factor omega y alfa y en el nudo de las alfas. ¡¿Y si estaba embarazada?! ¡La marca sería el menor de mis problemas!

—Obviamente, aunque creo que es muy pronto para hacértela.

—Maldición, estaría total y completamente muerta.

— ¿Qué haces aquí entonces?

—Es la marca, tengo que borrarla.

— ¿Borrar la marca? —Preguntó confundida, hasta que su cara cambio de confusión a espanto. — ¡¿Por qué harías tal cosa?!

—Debido a que fue un error, yo tengo novia y P´Freen es mi amiga.

— ¡Pero, N´Becky…! —Sus palabras fueron interrumpidas cuando el doctor me llamó.

—Hablamos luego, espérame aquí por favor.

   Seguí al doctor, sintiéndome asustada. Me ataron en una extraña silla, mientras preparaban un curioso líquido, que imaginaba que inyectarían en la marca. Mientras me trataba de calmar, todos los recuerdos de P´Freen aparecieron en mi mente, desde que nos conocimos, nos hicimos amigas y como poco a poco fui conociendo su pasado, su presente, sus lados más vulnerables, los más tontos, los más protectores y los más lindos. Ser marcada por ella era algo precioso y yo estaba a punto de destruirlo, pero yo ya tenía pareja y ella era mi amiga, no importaba estos confusos sentimientos al estar a su lado. ¿Qué es ella para mí? Era un espacio cómodo para reír, llorar y enojarme, una persona en la que cada minuto hacía que todo fuera más rosa. Sin embargo, estaba mi compromiso con Heidi al ser su pareja y la había traicionado, a pesar de que estar con P´Freen me hacía ahora mucho más feliz que estar con ella, pero así eran a veces las cosas, donde tus amigos te hacían sentir más cómodos que tu pareja. ¿Cierto? No me dio tiempo de analizar más cuando inyectaron el líquido en la marca y grité por el intenso dolor. Esa cosa obligaría a la marca a cicatrizarse y desaparecer como si nunca hubiera existido.

— ¡¿Qué hiciste?! ¡Tonta!

—Te pedí que vinieras para acompañarme, no para que me dieras un sermón. Ya te dije que tengo pareja y P´Freen es sólo mi amiga.

— ¿Lo hablaste con ella?

—Lo hice antes de salir de su casa.

— ¿Y ella estuvo de acuerdo? ¡¿Lo estuvo?! —Exigió saber mientras me sujetaba con fuerza los hombros.

—Bueno, no presté atención si lo estuvo o no, pero... ¡¿qué importa?! ¡Es mi cuerpo no el de ella?

— ¡¿Y esa es la clase de amiga que eres?! ¡¿Qué tal si le gustas?! ¡¿No has pensado en eso?! — Gritó exasperada, y allí estaba la caja de Pandora que no deseaba abrir, porque significaría que no solamente lastimé a Heidi, sino que también había lastimado a P´Freen. Por lo tanto, preferí ignorarlo.

   Para mi asombro, P´Freen no había ido a filmar, el director avisándonos que ella estaba enferma y que grabaríamos todas las escenas en las que Khum Sam no apareciera, cosa que era muy complicada, dado a que ella es la protagonista junto con Mon. Decidí ir a su nueva casa a ver cómo estaba y, aunque me abrió la puerta, ella tenía sombras en los ojos, la nariz roja y el cabello ligeramente desordenado, su ropa era una camiseta negra y pantalones chándal blancos.

—El director dijo que estabas enferma, así que te traje algunas cosas.

—Gracias, N´Becky, pero preferiría estar sola. ¿De acuerdo? No quiero contagiarte. —Dijo antes de recibir la bolsa de plástico y regresar nuevamente a su casa. No pude más y mis lágrimas se derramaron.

— Hice algo mal, ¿verdad? Yo… Yo lastimé a P´Freen.

Continuará…😆

Comentario de la traductora; Me alegrarían un mundo si le dan a la estrellita que ven arriba y comentan, es divertido leerlo/as a todo/as. Está conectado a los dos fanfic que hice de GAP THE SERIES que tiene dos partes, ambos con el 1 y el 2 respectivamente. Si estas historias les gustaron denle una oportunidad a las demás, aunque no tenga que ver con esta parejita. Por favor, recomiéndenla, ayudaría mucho. Un abrazo.

¡El Ship no puede hacerse realidad!Where stories live. Discover now