53: Pretendientes

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Pretendientes
Lillie Torres

Después de conseguir que Joe Mori diera la orden para continuar con la construcción en Costa Rica los demás socios e inversionistas retomaron sus actividades, lo que realmente nos calmó a todos

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Después de conseguir que Joe Mori diera la orden para continuar con la construcción en Costa Rica los demás socios e inversionistas retomaron sus actividades, lo que realmente nos calmó a todos. Al menos es un respiro, por ahora la empresa esta bajo control y el desafío es mantenerla de esa forma.

Zac me había llamado hace unos minutos.
"No es mi sobrino" dijo. Lo que realmente me alivió. Aun había posibilidad de que Félix estuviera vivo, huyendo de la ley, pero vivo.
Sin embargo, no fue todo lo que dijo en aquella llamada.
"Al parecer esto era parte de un mensaje de él, así que tengo las esperanzas de que se comunique pronto" admitió. También me hizo saber que estaría fuera de la ciudad por unos días ya que no quería levantar las sospechas de las autoridades, aunque es muy probable que ya lo tuvieran vigilado aún más sabiendo que Zac es el pariente más cercano de Félix aquí en Paris.

—Lillie, los accionistas y los inversionistas le esperan en la sala de juntas —informó Theo.

—Bien, estaré con ellos en unos minutos.

Theo asintió y regresó con aquellos hombres con los que teníamos negocios. La abuela estaba ocupada y Zac ausente, así que es mi deber enfrentarme a esos tipos, los cuales no conocía en absoluto.

—Aquí vamos —dije dándome aliento.

Creí que todo sería intenso y que sería una reunión 2.o a la que tuve con Zac y los socios principales en esta empresa cuando todo empezó, pero no, al contrario, esta vez al verme entrar todos empezaron a disculparse –aunque no me lo esperaba– es lo que debían hacer. Entrar en pánico colectivo por noticias no es nada apropiado para ellos, personas serias y capaces de dialogar antes de tomar decisiones tan extremas. Claro que no acepté sus disculpas de buenas a primeras, claro que no.

—Señorita Torres, le aseguro que en una próxima vez actuaremos de...

Interrumpí al hombre.

—No habrá una segunda vez —aseguré— no lo aceptaré, nuestra empresa tiene una reputación que mantener al igual que la de cada uno de ustedes, así que no permitire que primero hagan los que se les antoje sin siquiera llegar a un acuerdo, así que he preparado esto para ustedes y para nuestra empresa. Theo, por favor.

Theo entendió mi llamado. Entró y repartió a cada hombre en esta mesa una carpeta con las nuevas condiciones.

—No permitiré que detengan los proyectos cuando se les antoje —aseguré— perdimos 5 millones en tan solo 6 horas.

Y claro que hubo sorpresa por parte de cada persona dentro de esta sala. No se lo esperaban, creo que ni siquiera de Zac, pero algo que había entendido, es que no podía permitir que ellos tomaran decisiones tan abruptas poniendo en peligro nuestro patrimonio.

Mi exilio con la abuela 2Where stories live. Discover now