20: Egoísta

24 20 0
                                    

Egoísta
Nicolás

—No puedes irte y dejarnos aquí solos y tristes, hundidos en la miseria

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No puedes irte y dejarnos aquí solos y tristes, hundidos en la miseria.

—Solo será un día —respondió Santiago.

Un día se podía convertir en una eternidad y extrañaría dormir empiernado con mi amigo.

—Deja de desempacar mi ropa —pidió Santi.

Él volvió a meter su ropa y yo a sacarla.

—A veces te comportas como un chiquillo.

—No me vas a llevar porque va Lillie, ¿es eso?

Casi lo veo sonreír al mencionar a la susodicha.

—La última vez parecía que quería matarte, te estoy haciendo un gran favor al no llevarte. Imagínate, Lillie podría estar aún enojada, que tal y si te tira de un barranco?

—Nada. Lillie no sería capaz de hacer algo tan cruel —respondí con seguridad.

En realidad si era capaz.

—Pareces olvidar que Lillie no es floja y fácil para perdonar. Así que, te quedas con Daniel hasta que vuelva y no planeen nada ya fue mucho con lo de la última vez.

Mi amigo es un malagradecido.

—Como sea, tampoco es que muera por ir a ese aburrido viaje. ¿Cinco horas sentado mirando por la ventana? No, paso.

Daniel estaba jugando en su celular, ignorándonos.

—¿Que es esto? —pregunté observando un vinilo muy peculiar— oh, no me digas que este es Harry Styles.

Me lanzó un almohadazo que me tiró al piso.

—Eres una bestia, amigo mío —murmuré adolorido—, pero también un empedernido por...

Amenazó con tirarme otro almohadazo.

—Lo esconderé de ti —aseguró.

—¿Que esconderán? —preguntó Dani.

—Nada —respondimos al mismo tiempo.

Santiago tenía un vinilo del mismísimo Harry estilos con todo y firma, yo no soy estúpido, no del todo, así que sabía para quien era ese vinilo, no es que Santiago sea fan número uno de ese Estilos como para tener un vinilo y su firma, en fin, ese vinilo es para Lillie, pero mi pregunta es ¿cuándo piensa entregarle el álbum?

—Bien, es hora de irme.

—No te vayas amor mío, quédate un segundo más —empecé a cantar.

Esa es una canción de los tiempos de mi madre. Muy bonita, debería reproducirla para que los chicos la escuchen y al menos aprendan un poco de la verdadera música.

—Adiós —dijo y luego se esfumó.

—Adiós mi corazón de... idiota, ni me dejó despedirme —hablé solo.

Y si, Santiago se marchó. Nos abandonó a nuestra bendita suerte.

—¿Lillie seguirá enojada? —pregunté a Daniel.

Pero parecía que Daniel estaba en un viaje astral y no en la sala de nuestra habitación de hotel. Chasquee mis dedos y este reaccionó.

—Le dije a Jenny que ya no la queria —confesó— para que pudiera dejarme y seguir con sus sueños.

¿Espera que?

—¿Que estas diciendo?

—Jenny no queria venir con su madre porque tendria que dejarme, no podia dejar que ella arruinara sus sueños mientras yo seguía los mios —solto torturado— tuve que mentir...le dije que ya no la queria, le dije que salia con alguien mas...

Estado: Impactado.

—No lo hiciste —dije.

—Si, lo hice.

—Estas bromeando.

Daniel negó.

—ES QUE TENGO DOS ESTUPIDOS AMIGOS QUE ARRUINAN SUS VIDAS MIENTRAS ARRUINAN A LAS PERSONAS QUE DICEN AMAR. NO SE, NO SE SI SON TARADOS O COBARDES O...

Daniel se ofendio, claro hace estupideces y de paso se ofende.

—Estas hablando de esta manera porque nunca has pensado en nadie mas que en ti, eso es egoísta, Nicolás.

¿Acababa de llamarme egoísta?

—CLARO QUE NO, DEMONIOS SAQUE A LILLIE DE MI CORAZON, ME APARTÉ PARA QUE NUESTRO AMIGO SEA FELIZ CON LA CHICA QUE ME GUSTABA. ¿ESO ES EGOISTA?

Daniel iba a decir algo, pero se quedo con la boca abierta.
Y si, mi corazon parecía que se quería salir del pecho.

—Creo que no debí decir eso. Olvidalo.

—Espera, Nicolás... ¡tienes que explicarme esto!

Y decidí huir de esa habitacion.

O sea, no comprendia del todo la reacción de Daniel, es decir, creo que fui demasiado obvio sobre lo mucho que me gustaba Lillie, pero eso fue hace mucho. No entiendo ni porqué tuve que mencionarlo. Lo que ahora tenía muy seguro es que los tres, los tres hacíamos desastres en nuestras vidas, mentíamos y finjiamos no hacerlo o ignorábamos a las personas más importantes en nuestras vidas.

Sin duda, somos un trío de idiotas... y cobardes.

Me tropecé.

Aparte de cobarde me estaba convirtiendo en el hombre mas torpe del mundo que acababa de tumbar a una chica al piso. Que digo tumbar, casi la mando al otro lado del hotel.

—Disculpame, no queria chocarte —solté con rapidez—, ni siquiera te había visto.

Intenté ayudar a la chica a levantarse del piso, pero ya había dicho lo torpe que me estaba volviendo que no solo terminé resbalando, sino que también terminé cayendo encima de la chica.

—Pido perdon —me apresuré a decir.

Pero entonces la chica estaba muriendo de risa, estaba tan roja como su cabello y estaba riéndose en mi cara, tal vez de ¿mi?
No, si yo ya parecía payaso de circo.

—Un momento, ¿te conozco? —pregunté recordando su cara vagamente.

Ella asintió.

—Soy Candace, la amiga de Lillie —dijo extendiéndome su mano.

Y entonces la recordé rápidamente de la fiesta. Le  di un apretón de manos. Ella y Lillie parecían ser grandes amigas, ella estaba donde Lillie estaba, incluso la recuerdo en el hospital cuando el príncipe salió volando por las escaleras. Que buenos recuerdos.

—Yo soy...

Ella asintió interrumpiéndome.

—Nicolás —completó—. Lillie me ha hablado mucho de todos, es como si ya los conociera, pero ustedes no me conocen a mi. Se de ustedes porque Lillie me cuenta, por ejemplo, cuando drogaron a todos en una fiesta o cuando incendiaron un colegio... espera, estoy hablando demás. No creas que soy rara aunque me estoy portando de esa manera.

Asentí riendo.

—Si, te estás comportando un poco extraña, pero me gusta lo extraño.

¿Que acabo de decir?

—Oh —soltó ella sorprendida— me gusta que te guste lo extraño.

Y yo me reí. Iba a decir algo y tal vez me arrepentiría de esto.

—¿Estas soltera?

Mi exilio con la abuela 2Where stories live. Discover now