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Miguel suspiró sin poder evitarlo cuando sus labios fueron tomados. No puso algún tipo de resistencia, simplemente cerró los ojos para corresponder el beso siguiendo el lento ritmo del castaño antes de que rompiera el beso disculpándose. Subió su mano cuando su rostro fue liberado de las manos del castaño y sujetó su nuca para acercarlo y retomar el beso. Deseaba seguir experimentando aquel escalofrío que atravesaba su espina dorsal, con su mano libre tomó la del mayor para entrelazar sus dedos.


"Solo un poco más" pensaba mientras agradecía mentalmente que el castaño no se alejara, que retomara el beso junto a él, que apretara su mano. Se tensó por un instante al sentir como era empujado, pero terminó por ceder recostándose en la cama al tiempo que el castaño se subía sobre él. Dejó su nuca para deslizar su mano por el hombro y brazo de quien mordía sus labios haciéndole gruñir por el dolor y placer que hacía hormiguear sus labios.


― Si quieres que me detenga, dímelo. ─ Había dicho mientras se quitaba la camisa ante la atenta mirada del moreno. Retomaron el beso mientras Peter se acomodaba sobre su cuerpo apoyando ambas rodillas a los costados de la cadera de quien jadeada al sentir la presión sobre su entrepierna al tener al mayor sentado sobre su pelvis.


Las grandes manos del alfa recorrieron aquellos torneados muslos, acariciaban todo lo que le era permitido. Sus garras salieron para clavarse en la piel de quien comenzaba un lento vaivén frotando su trasero contra la entrepierna despierta del inexperto alfa. Sujetó las prendas del mayor para hacer de la tela tirones con sus garras, admiraba embobado como se encontraba ahora desnudo sobre él y agradecía infinitamente que le permitiera verlo. Gimió sin poder evitarlo por el placer que llegó a su cuerpo cuando su pecho fue mordido por el omega que se deleitaba recorriendo cada parte del pecho y abdomen de quien se mantenía su merced bajo suyo.


La idea de detenerse cruzó por la mente de Peter en más de una ocasión, pero cada vez que bajaba la mirada para encontrarse con la del moreno que desbordaba deseo dirigido exclusivamente a él terminaba por vencer su determinación. No era del tipo de persona que tenía sexo casual con un compañero de trabajo, pero algo en el moreno le incitaba a pecar, quizá era el morbo de ser el primero, la curiosidad de experimentar lo que sería estar con un alfa sin ningún tipo de experiencia en el acto o simplemente era lo bien que se sentía lo sumiso y obediente que era el otro siguiendo cada orden, acatando cada petición, dedicándose por completo a él. Se enderezó dejando de repartir marcas de mordidas por la bronceada piel de quien respiraba profundamente bajo suyo inundando la habitación de sus feromonas al estar experimentando por primera vez el estar excitado. Las manos del moreno fueron tomadas por el castaño para ser guiadas por su cuerpo enseñándole como es que le gustaba ser acariciado, los lugares que sería tocar por aquellas fuertes manos. Su entrada se encontraba húmeda ante la expectativa de llegar al final, no quería postergar por más lo tiempo lo inevitable y alzó un poco sus caderas para sujetar el pantalón del moreno y bajarlo lo suficiente para liberar su entrepierna, la sujetó para masajearla de arriba abajo disfrutando de la vista del mexicano mordiendo sus labios intentando soportar el placer. Se acomodó sobre aquel palpitante pene bajando sus caderas para hacer presión contra su entrada, jadeó intentando relajarse conforme sus entrañas se iban abriendo ante el invasor de sus adentros estremeciéndose cuando las garras se clavaron en su cadera con algo de fuerza y la esencia del más alto le llenaba.


Estaba consiente de que aquello podría pasar, después de todo sería la primera vez de Miguel experimentando el placer del sexo, pero para su grata sorpresa, aún con el reciente orgasmo su pene se mantenía erecto dentro suyo. Gimió bajo cuando el otro alzó las caderas entrando un poco más en él, respiró profundo mientras terminaba de bajar hasta que su trasero tocó la pelvis del moreno disfrutando de la sensación rebosante de tenerlo por completo dentro. Alzó sus caderas para dejar que parte del pene del moreno saliera de dentro suyo antes de dejarse caer temblando ante la oleada de placer que atravesó su cuerpo.


― Miguel. ─ Le llamó notando como este a penas y podía mantener su mirada sobre él al tener su mente en blanco por las nuevas sensaciones que llegaban a su cuerpo. ― Mira lo lleno que me tienes. ─ Le dijo mientras paseaba su mano sobre el bulto que se alzaba levemente en su abdomen por la profundidad con la que el otro entraba. Pudo sentir una punzada en la entrepierna del mexicano que estaba dentro suya. Se dejó hacer cuando el alfa se sentó al haber estado recostado todo el tiempo, su cintura fue rodeada por ambos brazos de quien comenzaba a mover sus caderas con fuerza haciéndole saltar y temblar gimiendo con fuerza por el placer que le otorgaba el estar siendo tomado tan duro.


En algún momento Peter le pidió detenerse, para su sorpresa el alfa obedeció deteniendo de una vez sus estocadas y soltándolo como le pedía. El castaño se recostó en la cama invitando al moreno que se uniera a él. Sin dudar Miguel se acomodó entre sus piernas subiendo una de estas a su hombro para repartir besos y mordidas sobre su pantorrilla. Alineo su pene con la entrada del mayor para adentrarse de nuevo, con cuidado al temer lastimarlo de alguna manera, moviendo sus caderas de atrás hacía adelante lenta, pero profundamente disfrutando de la vista que le otorgaba el castaño al dejar caer su cabeza hacía atrás cada vez que entraba tan adentro como se lo permitía el cuerpo del otro.


― Peter. ─ Le llamó entre jadeos moviendo sus caderas un poco más rápido. ― ¿Te gusta? ─ Empujó con fuerza disfrutando de la música que era para sus oídos el escucharle gemir. ― Dime como hacerlo para ti. ─ Se inclinó deslizando su lengua en el pecho del castaño antes de succionar dejando notables marcas sobre la clara piel de quien parecía perdía la cabeza cada vez que golpeaba un delicioso punto en su interior haciéndole temblar. ― Mi amor, por favor, dime como puedo hacerte sentir mejor.


Peter no entendía aquellas palabras que salían de manera tan dulce del alfa que no dejaba de atenderle mientras le embestía, que le besaba, mordía y lamía. Que con sus fuertes y ásperas manos le recorrían por completo. Le llamó una y otra vez, le indicó la manera en que le gustaba, cuando ir lento, cuando ir profundo, en que momento aumentar la velocidad hasta que olvidaba su propio nombre y los espasmos de placer le hacían retorcerse mientras alcanzaba el orgasmo arqueando la espalda y temblaba desarmándose sobre los brazos del moreno que pasaba uno de sus brazos por debajo de su cadera para hacerle alzar el trasero mientras aumentaba el ritmo errático de las estocadas.


No estaba seguro en qué momento habían terminado de unir sus cuerpos, pero en ese instante Miguel miraba como el castaño se encontraba dormido boca abajo sobre la cama, teniendo las casi traslucidas sábanas blancas cubriendo únicamente su trasero otorgándole una hermosa imagen al alfa que se mantenía sentado a un lado suyo subiendo su mano para acariciar el rostro tranquilo de quien dormía profundamente. Dudó un poco antes de inclinarse para depositar un beso sobre la frente de quien masculló entre sueños haciéndole sonreír. 





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Muchas gracias por leer.


Lo sé, está cortito el capítulo, pero ya saben que me gustan así. Por favor, si comentan alguna canción pongan también quien la canta, porque luego no las encuentro y pierdo el nombre en las respuestas de comentarios porque esta madre no me lleva al comentario respondido. 


La canción de hoy fue; Sin maquillaje de Joan Sebastian. Jajajaja soy bien random con la música, pido perdón. 


Si comentan no me enojo (¿Ando mendigando amor? Por supuesto que sí) jajajajaja



Nos leemos~

Clumsy Alfa Silly OmegaWhere stories live. Discover now