CAPITULO 1

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ALECK BLADER tenía 18 años era atractivo pues tenía las siguientes características físicas:
Cabello ondulado y negro, tez morena clara, ojos grandes color ámbar, nariz mediana y recta, labios medianos y rojos, complexión delgada, estatura 1.85 cm.

La realidad es que aunque a veces se preguntó su origen y el motivo de sus padres biológicos para abandonarlo nunca le causó un interés genuino pues creía que no importaba la explicación final ya que no cambiaría todo lo vivido ni alteraría su realidad. No tenía ningún recuerdo que no fuera su estadía en el orfanato el cual se llamaba "LA TEMPESTAD" según su expediente fue encontrado en la puerta del mismo por la monja "BRIGGIET" quien al escuchar tocar la puerta principal en medio de plena madrugada abrió el portón y encontró a un niño de aproximadamente tres años envuelto en sábanas blancas sin ningún tipo de recado o pista que dieran con el paradero de sus progenitores.

La monja "BRIGGIET":
Cabello largo (aunque casi siempre tapado por el velo), ojos cafe oscuros, nariz aguileña, labios grandes, tez morena, estatura baja.

Fue indispensable para el crecimiento del muchacho ya que ella era prácticamente su madre, se tenían un cariño especial y al salir de ahí ya no se veían cotidianamente eso aunque no quisieran admitirlo les causaba a los dos cierta tristeza y melancolía.

Él empezó a rentar un cuarto pequeño con lo más indispensable:
Una cocina, un cuarto y un baño.
Consiguió un trabajo completo por la mañana y tarde trabajaba de cajero en el pequeño restaurante del pueblo. Trataba de sobrellevar su vida hasta que un día llegó al restaurante un hombre extranjero.

El jamás lo había visto por ahí pues al ser un pueblo reducido y aislado todos se conocían.
-Buenos días, me gustaría pedir un café -Ordenó a un mesero aquel hombre quedándose ahí durante dos horas. Cada cierto tiempo  daba miradas rápidas a ALECK creyendo que él no lo notaría, aunque claramente no era así el si se daba cuenta y eso lo ponía un poco nervioso.

No fue la última vez que lo vio pues el hombre se presentó una semana completa a pedir lo mismo en distintos horarios a veces por las mañanas y otras por las tardes, hasta que un día ALECK al salir del establecimiento se encontró a este señor afuera esperándolo.

-Buenas noches mi nombre es ROBERT SMITH y soy nuevo en este pueblo, la verdad considero tu rostro algo familiar como si nos hubiéramos conocido antes pero no recuerdo muy bien en dónde -Comentó con timidez.

-No nos conocemos, tal vez me está confundiendo con otra persona -Respondió con voz neutra.

-¿De verdad? Toda la semana he estado viniendo con esa duda pero no había tenido el valor de acercarme a preguntar hasta hoy.

-Si he notado su presencia y sus miradas toda la semana.

-Lo siento mucho si llegue a incomodarte o molestar -Mencionó con un tono apenado.

-No se preocupe, ahora con su permiso me retiro.

-Espera, puedo llevarte a donde sea que te dirijas ya es tarde y no creo que pasen autobuses por ahora -Señalo una camioneta gris que estaba estacionada justo a lado de ellos.

-Apenas nos conocimos hace 5 minutos no creo que sea una buena idea, de todas formas gracias -Desconfiado caminó un par de pasos podía ser cierto pues ya pasaban de las 10 de la noche y no encontraría transporte, tendría que caminar.
ROBERT alzó la voz, deteniendo sus pasos.

-Por favor, no conozco a nadie en este pueblo que pueda orientarme o con quien pueda turistear -Se percibía un tono de  desesperación moderada.

Dio media vuelta y lo analizó unos momentos al final aceptó el ride aún desconfiado.
Mientras iba indicado la dirección ROBERT amenizó el camino platicando sobre su vida menciono que era extranjero que había venido al pueblo por asuntos de trabajo y que se quedaría un largo tiempo. Tenía dos hijos y a su esposa, era profesor y daría clases en una pequeña secundaria local (la única y a la cual ALECK había asistido más no lo comentó solo lo pensó) al llegar a el destino ROBERT le pidió su número celular para mantenerse en contacto (lo intercambiaron) se despidieron y el entró a su casa pensativo.

Al día siguiente fue al orfanato a visitar a la monja BRIGGIET.

-Ayer después de salir del trabajo tuve una conversación extraña con un extranjero que al final me llevó a casa.

-¿Un extranjero? Es difícil que alguien quiera venir a este pueblo pues por temporadas escasean los productos o los servicios y las necesidades aumentan.

-Dijo que venía por asuntos de trabajo porque es profesor y daría clases en la secundaria local, su nombre es ROBERT SMITH.

La monja que tenía su atención cortando verdura mientras platicaba con el chico, quedó pálida e inquieta por un minuto al escuchar ese nombre repitió con un tartamudeo- ¿¡RO...ROBERT!?

-Si, ¿A caso lo conoces o por qué reaccionaste de esa manera? –Pregunto ALECK con interés.

A la defensiva contestó que ella no conocía a nadie y que no había reaccionado de ninguna forma tratando de cambiar el tema rápidamente comentó que se haría la fiesta anual del pueblo en el que participaban los niños huérfanos, monjas, sacerdotes y obispos. Se hacía cada año para recaudar dinero y ropa todo donado por el mismo pueblo para ayudar tanto a la iglesia como al orfanato. Le pidió al chico su cooperación con los preparativos, aunque a él no le gustaba mucha la idea pues siempre creyó que las personas cometían a diario miles de injusticias, pecados, malas acciones y al final iban a la fiesta con sonrisas falsas e hipócritas a "donar" cosas materiales queriendo aparentar la bondad de la que carecían, aun así aceptó solo por la monja y porque era una fiesta tan grande que todos los negocios cerraban para que la atención fuera genuinamente al evento así que no podía excusarse con que tenía trabajo. 

MEMORIAS EN LA TEMPESTAD.Where stories live. Discover now