Solo un juego más - VHOPE {terminado}

Epílogo

Tres meses después

Sabía que esa mujer odiaba los retrasos, la había visto tan solo un par de veces en ceremonias importantes como graduaciones o recaudaciones de donaciones, pero el rumor siempre era el mismo: NO HAGAS ESPERAR A AHN HYEJIN O SI NO MORIRÁS.

Tomó con fuerza la carpeta que llevaba bajo el brazo para apresurar aún más el paso, con un poco de suerte llegaría justo a la hora para la audiencia. 

Hace meses que no pisaba el campus de su universidad, con Taehyung habían llegado al acuerdo de que sólo irían esta vez porque la situación lo ameritaba, pero ambos evitaban a toda costa volver a ese lugar que les traía tantos recuerdos amargos. 

—Cielos Hoseok, casi no la cuentas — exclamó Jimin apenas lo vio llegar.

—¿Cielos?— preguntó intentando recuperar el aliento —. ¿Desde cuándo tan formal?

—Lo siento, mi suegra usa mucho esa palabra y ahora que la veo más seguido se me ha pegado — contó orgulloso de sí mismo —. Ya saben de nuestro compromiso...

Jimin lucía muy orgulloso de sí mismo  y no dudó en alardear su argolla de compromiso frente a Hoseok.

—¿En serio ya lo saben? ¡Eso es genial! —expresó dándole un pequeño abrazo —.Terminemos pronto esto así vamos por un café ¿bueno? ¿Dónde está Tae?

—Ya está adentro con el abogado.

—Okay, deséame suerte.

—Suerte, te amo — lo tomó del rostro y dejó un piquito en su boca —. Dicen que mis besitos dan suerte guapo — sonrió guiñándole un ojo y lanzándolo al interior de la sala de reuniones.

—No alcancé a desearle suerte — dijo la voz de Namjoon tras el chico —. Aunque no creo que vaya a necesitarla.

Jimin se volteó rápidamente para lanzarse al cuello de su, ahora, prometido. 

—¿A qué te refieres, qué hiciste, por qué tienes esa cara de travieso? — quiso saber dejando un suave besito en la punta de su nariz.

—Me encontré con Eunwoo en la línea del metro ayer por la tarde — sonrió divertido —. No lo veía desde antes de ese incidente... — murmuró arrastrando las palabras.

—¿Qu-qué hiciste Kim Namjoon? 

—Digamos que no va a tener agallas para volver a meterse con nosotros nunca más.

—¿Qué le hiciste? —dijo soltándose para llevarse ambas manos a la cintura —. Suéltalo ahora o no hay postre en la noche.

—Okay, pero no te enojes ¿sí? — pidió tomándolo de las caderas para atraerlo a su cuerpo —. Sólo le dije, de forma muy convincente, que razonara muy bien en sus siguientes pasos si es que valoraba su vida.

—Pero...

—Y que aún no me olvidaba de lo que te hicieron aquella vez en el patio de la facultad — Namjoon lo tomó del mentón para fijar su mirada en sus dulces ojos color caramelo —. Aún me carcome la conciencia no haber estado ahí para darles su merecido.

—Amor, no es necesario. Eso ya pasó hace más de un año, no quiero que vivas con ese resentimiento en tu corazón —dijo poniendo su pequeña mano en el pecho de Namjoon —. Dejemos eso en el pasado ¿sí? Promételo.

—Lo prometo, pero tienes que saber que si alguien más vuelve a tocarte un pelo, lo mataré ¿bueno?

—Nunca nadie me volverá a tocar —suspiró acercándose a su boca para rozar sus labios —.  Y si lo hacen, yo te ayudo a castrarlos ¿si?