Solo un juego más - VHOPE {terminado}

40

Entró sin golpear. La casa se sentía vacía y sólo podía oír los ladridos de Yeontan a unos cuantos metros de distancia.

—Hola mi pequeño — dijo agachándose en cuanto el can llegó a sus pies corriendo con sus pequeñas patitas peludas —. Te extrañé.

Yeontan movía su colita a toda velocidad mientras daba pequeños saltitos para alcanzar su cara y dejar húmedos languetazos sobre su piel castaña.

—¿Está la bruja en casa? — le preguntó en un susurro poniéndose de pie para seguir su recorrido por los largos pasillos desiertos.

La noche anterior, Hoseok había sacado todas sus cosas del departamento y se había devuelto al hogar compartido con Yoongi y Jungkook. Intentaron montar una falsa escena de discusión acudiendo a todo el teatro que Hoseok había aprendido en sus clases de dramaturgia, para así hacerlo más creíble antes los ojos vigilantes de la Sra. Kim.

Todo estaba yendo de acuerdo a lo planeado, nada iba a salir mal, se repetía una y otra vez mientras buscaba a su madre por las habitaciones de la casona. 

Mientras se acercaba al despacho de su padre, oyó voces que discutían fervientemente dentro del mismo. Bajó la velocidad e intentó no emitir sonidos para así poder escuchar lo que decían:

—(...) no va a salir como quieres — escuchó decir a su padre.

—Es la única opción que me queda.

—¿No crees que estás yendo demasiado lejos? 

—Haría cualquier cosa por nuestra familia.

—¿Seguro lo haces por nosotros y no por ti? — lo oyó suspirar pesadamente mientras alguien abría y cerraba cajones —. Aquí está tu cheque linda.

—Gracias Sr. Kim — escuchó una voz femenina que le era levemente familiar —. Espero mi ayuda haya servido de algo.

—Cariño, si no fuera por ti nada de esto estaría pasando, estaremos eternamente agradecidos contigo — la voz de su madre comenzó a acercarse a donde estaba él —. Gracias también por avisarnos que estaban montando una farsa, me imaginé que mis amenazas no surtirían el efecto esperado — oyó el pomo de la puerta girarse de pronto dándole cero chances de esconderse —. Al fin, te estaba esperando — le dijo su madre cerrando fuertemente la puerta tras ella.

—¿Quién es la que está ahí adentro? — preguntó amenzando con abrir la puerta.

—Nadie, una empleada de tu padre — dijo restándole importancia y cerrando el despacho con llave —. Vamos, tenemos que hablar.

Taehyung dudó si intentar derribar la puerta o no, pero pensó que hacer un escándalo no sería de mucha ayuda a esas alturas. Desistió de su idea y siguió a su madre por los corredores hasta llegar a una pequeña sala que daba a los grandes jardines de la casa. 

Su madre se sentó en un taburete acomodado frente a un magnífico ventanal que proveía de una vista estupenda de las flores, árboles frutales y fuentes de agua del jardín principal

—Siéntate.

—¿Por qué fuiste a casa a molestarlo? ¿Qué le dijiste como para hacer que me abandonara? ¿Tanto me odias — comenzó sin hacer caso de la instrucción.

—Sobre la mesa encontrarás un sobre, te aseguro te interesará — cortó la mujer de inmediato.

—Vamos, dímelo no tengo todo el día — expresó Taehyung apoyado en el marco de la puerta con las manos en los bolsillos —. ¿Por qué hiciste que terminara conmigo?