Atrapada en el antiguo Egipto: Nuevos amigos/Una gran amenaza

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Narra Elizabeth:
Empiezo a despertar gracias al bullicio que escuchaba algo alejado de mí, me fuí levantando lentamente aún con los ojos entrecerrados, al abrirlos me encontré en un pasillo de una especie de Palacio Egipcio pero era como los antiguos, como los que eran de... ¡Esto no puede ser posible, estoy en el antiguo Egipto, ¿Cómo llegué aquí? Se suponía que solo Atem y Yami Bakura debían regresar al pasado, ¿Pero yo...?!. Respiré profundamente para calmarme, no sabía que efecto tendría el que este yo aquí, así que decidí levantarme rápidamente, me doy cuenta que ya no llevaba mi vestimenta normal que en mi línea temporal ya que llevaba esto puesto...

Ok

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Ok...No me lo esperaba, además me dí cuenta que no llevaba mi collar, pero aún así decidí usar un hechizo de invisibilidad en caso de que alguien me vea y piensen que planeo algo contra a Atem, empecé a dirigime al salón del trono encontrándome con...

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(Ella es Istar en el pasado, la Istar que ponía en los capítulos anteriores son la forma en que la ve nuestra protagonista, algo así como con Atem en su versión como espíritu)

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(Ella es Istar en el pasado, la Istar que ponía en los capítulos anteriores son la forma en que la ve nuestra protagonista, algo así como con Atem en su versión como espíritu)

Vaya, nunca imaginé encontrarme a todos reunidos en persona, una parte me decía que no debía mostrarme por un lado, pero en eso sentí la mirada de Istar, Mahad y de Seth en mí, no podía ser posible ya que usé un hechizo bastante poderoso de invisibilidad pero recordé de las habilidades y el poder que tienen los dos sacerdotes y el hechicero real, pero creo que decidieron no decir nada al respecto, tal vez me van a estar vigilando por lo que pudiera a hacer y lo más seguro es que ya hayan sentido mi poder. Me puse a pensar en como explicar la situación sin decir que venía de otra línea temporal y dimensión, al igual que Istar.
☁No tienes que esconderte, solo demuéstrales que pueden confiar en tí, yo trataré de ayudarte un poco pero no te escondas tras esos hechizos☁ escuché la voz de una mujer a lo que dirigí mi vista a la sacerdotisa más joven, la cuál me regaló una pequeña sonrisa. Me sorprendió el que Istar me hablara mentalmente, lo consideré ligeramente y miré al chico del cuál me enamoré con algo de incertidumbre se le notaba que también el estaba confundido, ¿Si hay una forma de advertirles sobre ese maldito ladrón y ayudar al faraón? Lo haría, pero mis pensamientos fueron interrumpidos al ver a un bandido apuntando con una especie de lanza de púas al hombre que amo, sabía que Mahad intervendría pero aún así mi impulso fué el que actuó por mí al momento que el sujeto disparó la púa.
-¡CUIDADO FARAÓN!- solté sin pensar mientras desaparecía mi camuflaje y pulverizaba la púa antes que se acercara a Atem. La mirada de Atem era de pura confusión y alegría al verme pero también de preocupación y siendo honesta yo también lo estoy.
-Detengan a ese intruso, se escapa y contengan a ésta mujer no sabemos lo que planeé- dice el sacerdote Seth también viéndome con algo de desconfianza, nisiquiera me resistí, de hecho, voluntariamente alcé las manos y dejé que me las amarraran con tal de que ellos se sintieran seguros y me pusieran frente a la Corte Real y de Atem, ví las intenciones de Atem de hablar para que me soltaran pero le miré dándole a entender que no lo hiciera, poco después pusieron al bandido al lado mío, al cual ví con resentimiento al sujeto por tratar de lastimar al chico que amo.
-Atacar al Rey de Egipto es un crimen sin perdón- dice molesta Isis, la portadora del Collar del Milenio.
-Y una completa estupidez de su parte- dije entre dientes con amargura y molestia.
-Silencio, no se te permite hablar mujer- me dice autoritario este Aknadin, solo asentí en forma de respeto.
-Estamos en medio de una ceremonia secreta, ¡Arrojen a éste hombre al calabozo, al igual que a ésta chica, aún no sabemos con que intención decidió proteger a nuestro faraón, pero es extraño que logrará penetrar los muros del Palacio, así que la tendremos bajo custodia mientras lo averiguamos!-habló seriamente Mahad mirándome de forma penetrante lo cual hizo que me pusiera nerviosa, noté la mirada atemorizada de Atem sobre mí pero le miré dándole una mirada de "Estoy bien, no te preocupes".
-¡Aguarden aún no, tengo una mejor idea, usemos a estos sujetos para demostrarle al nuevo faraón todo el poder de nuestra fuerza!- dice Seth de forma seria y un poco arrogante.
-¡Hermano espera, ésta joven no creo que haya cometido algún crimen lo suficientemente malo como para que se le dé esta sentencia!- dice Istar de forma serena mientras se coloca a mí lado.
-En eso, tal vez tienes razón hermana, pero aún no sabemos cuales sean sus intenciones al estar aquí, así que no podemos abstenerla del crimen completamente- dice Seth con un tono más cálido hacia la sacerdotisa. Sonreí inconscientemente, en parte si se parecía mucho a Seto cuando yo estoy con él, mis recuerdos empezaron a surgir lentamente en mi mente.
-Suma Sacerdotisa, ¿Si me permite opinar?, no culpo a los presentes de que me consideren una amenaza para el faraón, yo sola me metí en este lío al dar uso de mis habilidades y estoy dispuesta a aceptar cualquier juicio que se me declare- le digo de forma firme y sin mostrar un rastro de temor en mi mirada, ganándome miradas de sorpresa de los presentes, una de orgullo de Atem y una de burla del bandido que trató de dañar a mi novio...
-Eres una idiota niña, van a matarte en la menor oportunidad que tengan-me dice el sujeto con sorna, pero decidí no tomarle importancia a su comentario.
-¡Suficiente, ¿Están de acuerdo con la idea maestro Aknadin, maestro Shimon?!-dice Seth de forma seria, Aknadin asiente con la cabeza, Shimon dio la orden de iniciar con el juicio Milenario, el primero en pasar fué el bandido, no sabía cómo me afectaría a mí este juicio pero por una extraña razón no sentía temor, sabía cómo era ésto, una vez terminando con el hombre y llevándoselo al los calabozos, todas las miradas se centraron en mí, pero cuando pensaba que iniciaran con mí juicio Seth decidió hablar.
-Antes de juzgar tu alma y declarar tu sentencia, responde ésto... ¿Quién eres, que haces aquí y por qué decidiste proteger al faraón?- me dijo con seriedad el antecesor de mí medio hermano mayor, suspiré profundamente y hablé con seguridad.
-Mí nombre es Elizabeth, vengo de una tierra muy lejana mí señor; aún no sé cómo llegué a Egipto ni cómo traspasé los muros de éste Palacio pero puedo asegurarle que no vengo con intenciones de dañar a nadie, protegí al actual faraón porque había oído relatos sobre él y del Gran Faraón Aknamkanon, mí familia y yo le tenemos un gran aprecio y respeto a la familia real, no tenía intención de que saliera herido por esa razón decidí tomar la iniciativa de proteger al faraón-.
-¿Dónde conseguiste esos poderes niña? No parece ser muy común que alguien tenga esa clase de magia y sepa controlarla- me pregunta Shimon algo curioso pero firme.
-Vengo de una familia conformada de magos y hechiceros bastante fuertes sacerdote Shimon, mis habilidades fueron fruto de la descendencia de mis abuelos maternos, fué gracias a ellos que conseguí controlar mis poderes- respondí firmemente.
-Muy bien, parece que eres sincera pero no podemos fiarnos completamente de tus palabras, no es personal pequeña pero no podemos arriesgarnos- me dice Isis de forma confortante y dulce.
-No se preocupe sacerdotisa, lo entiendo, así que pueden empezar mi juicio cuando gusten- dije mientras me arrodillaba para esperar mi juicio. El primero en acercarse fué Shada el cuál me veía con algo de simpatía parece ser que soy la primera que no se resiste ante este Juicio.
-Voy a entrar en tu mente para saber si tus intenciones son buenas o solo fué una treta para confundirnos- dice el mencionado de forma seria, asentí y en eso la Llave Milenaria empezó a brillar con intensidad, lo extraño fué que también logré ver las criaturas que habitaban en mi interior, lo cual no me lo esperaba ni un segundo.

Dentro de Yu-Gi-Oh: Cambiando la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora