4.

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− Creí que en realidad no te importaba... quiero decir, anoche hablamos de eso, fuiste amable... me preguntaste con que estaba de acuerdo, todo fue consensuado. − ¿Todo? Los ojos de Freen recorrieron todo el cuerpo de Rebbeca, cuando vio unas marcas cerca de su cuello, no parecía que fueran chupones, esa parecía la marca de un collar... una gargantilla, y la sangre... oh dios. − No es que me duela mucho, ya sabes... es solo que es mi primera vez usan−
PRIMERA VEZ.
SABANAS CON SANGRE.
MALDITA SEA. MIERDA.
Esto era malo, realmente malo, Freen ni siquiera podía recordar cuántos años tenía Rebbeca, y ella... Dios. Todo estaba mal, desde la confesión, hasta esto, lo de la virginidad, y luego el collar... ¿Por qué aceptaría...? ¿Qué si Freen la presiono y...?
Freen paso se enloquecer a realmente empezar a perder la cabeza...
Sintió la mano de Rebbeca en su hombro.
− Oye, está bien... tú no me obligaste y no fue mi... − Freen se estremeció.
− NO ENTIENDES, YO − se detuvo y se alejó de Rebbeca. − Ni siquiera sé tú apellido, ni cuántos años tienes... nada, y lo siento, pero es mejor que no te hagas ilusiones en la cabeza porque... no va a pasar nada...  no te conozco y ciertamente tampoco te quiero en mi vida, así que mejor te vas ahora mismo... voy a necesitar un poco de aire, así que no quiero verte cuando este de vuelta – miró a la chica más joven y vio los lindos ojos brillando, solo mirándola en silencio, no iba a llorar ahí frente a Freen.
Freen agarró sus cosas y salió... caminó durante horas y horas, tratando de despejar su mente... caminó sin destino, y cuando finalmente fue consciente de su entorno, se dio cuenta de cómo estaba en la playa, estaba lúgubre así que por eso estaba vacío... se quitó las botas y caminó sobre las olas, hasta que sus ojos se llenaron de lágrimas... lloró incluso por todas las cosas por las que nunca tuvo tiempo de llorar. Cuando el sol se estaba poniendo, Freen recordó todo lo que dijo... y pensó en lo que dijo Rebbeca... era la primera vez que alguien le confesaba algo así... y se sentía mal... Rebbeca no estaba pidiendo su mano en matrimonio, ella solo pidió una oportunidad... nada más... en serio... y entonces por qué el cambio repentino dentro de Freen... ¿Era por el asunto de la virginidad? ¿Sobre las sábanas? O la vulnerabilidad que surgió después de que Rebbeca le dijera que era mucho más que suficiente, que nunca se apartó de ella... Charlotte nunca hizo eso, ¿verdad? No, por supuesto que no, Charlotte era más una "amiga con beneficios", se abofeteó a sí misma por comparar a las dos chicas nuevamente.
Freen necesitaba disculparse con Rebbeca... de lo contrario, su mente no la dejaría en paz.
Cuando regresó al complejo, ya sentía que la ola de soledad la rodeaba, se dirigía a su piso, cuando se abrieron las puertas, salió y fue recibida con la figura dormida de Rebbeca sentada en el suelo, con la espalda apoyada contra la pared abrazando su abrigo contra su pecho, al lado de la puerta de Freen.
Dios, la chica era impresionante, desde su cuerpo hasta cada detalle de su rostro, sus ojos, sus pestañas, sus labios... esos hoyuelos junto con sus pómulos altos... Dios, era tan asombrosamente perfecta. Freen bajó para despertarla y vio lo hinchados que estaban sus ojos... ¿Estuvo llorando? ¿La hizo llorar? Por favor. NO. Suavemente, Freen la agarró por los hombros llamándola por su nombre, estaba tan cerca de su hermoso rostro.
− Bec −
Rebbeca abrió los ojos y saltó de miedo. Freen se levantó y frunció el ceño. ¿Rebbeca le tenía miedo ahora? Quiero decir, nadie nunca le tuvo miedo, por el contrario, pero de verdad, ¿ahora ella le tenía miedo?
Rebbeca también se levantó, Freen vio que era un poco más alta que ella.
− Lo siento, ya me estaba yendo... solo esperaba que llegaras a casa... discúlpame. − Rebbeca pasó junto a ella y Freen la agarró del brazo.
− ¿Por qué? − Rebbeca miró hacia atrás, al agarre en su brazo y tragó saliva.
− ¿Por qué? ¿Qué? − continuó ella.
− Lo siento... yo, ¿por qué me estabas esperando? − Soltó Freen. − Quédate, lo siento... no me siento bien... y... lo siento. Si quieres, quédate. − Rebbeca se soltó del agarre de Freen, con solo apartar su brazo.
− No me quieres aquí, Freen... y no me gusta causar problemas. −
−Entonces por qué esperaste a que volviera... te lo dije−
− Esperé porque aparentemente no puedes cerrar bien la puerta si no tienes la llave. No me gustaría que te robaran o algo por el estilo. − Freen resopló para ocultar la pequeña decepción en sus ojos.
− Entonces, ¿ahora te preocupas por mí? − el sarcasmo goteando de su boca. Rebbeca estaba estoica, ni una sola expresión facial.
− No deberías estar sorprendida a estas alturas. − Dijo Rebbeca una vez más mientras se alejaba. − ¿Por qué la gente no se preocuparía por ti? Eres tú. − Freen se quedó sin palabras una vez más.
− Eso es una estupidez, es imposible... nunca te podría importar lo que pasa en la vida de un extraño. −
− Mmm... − Rebbeca murmuró y miró hacia atrás. − No soy una acosadora o algo así, pero lo dije una vez y lo vuelvo a decir, me gustas... y tienes razón, no nos conocemos, y no es que tu apariencia o tu posición me atraiga... yo trabajo en ese café desde hace años... y nunca me sentí atraída por ti... hasta que vi como tratabas a la gente, sobre todo a los extranjeros, no eras como las otras chicas pretenciosas que venían al café... fuiste de lejos la más amable y simpática... así que como dije... me gusta que hayas sido amable, quería tener la oportunidad de conocerte; fue mi culpa por pensar que recordarías todo lo que hablamos anoche... − Freen hizo una mueca. – No tienes nada de qué preocuparte, era sobre lo que te estoy contando justo en este momento... y ahora que lo sabes bien, creo que está claro... −
− Estaba borracha y probablemente dije muchas tonterías yo... −
− No hay de qué preocuparse, sé lo que es una aventura de una noche... somos extrañas después de todo. Y yo también conozco una mirada de amor cuando la veo... el tiempo te hará olvidarla. Charlotte es un nombre bonito... pero... − se rió. − A veces el calor me nubla la mente, así que pido disculpas por lo que pasó en la mañana... y como dije, Charlotte es un nombre bonito... pero no me sienta bien. −
Freen sintió que su corazón se rompía dentro de su pecho... pensando en las veces que llamó a Rebbeca "Charlotte", se sintió peor al recordar el momento en que anoche mientras follaban se miraron a los ojos... y el nombre de Rebbeca salió de la boca de Freen en un susurro.... hasta el final. Rebbeca era tan diferente a cualquier otra chica, y Freen era lo suficientemente tonta como para dejarla ir.
− Yo... yo solo- Rebbeca yo, −
− Ya me tengo que ir, cuídate... fue un gusto verte. − Rebbeca no le dedicó ni una sola mirada hacia atrás cuando salió del edificio. Quiero decir, para ella el mensaje era claro, y para Freen... bueno, suponemos un desastre.

Like a fool (𝘧𝘰𝘳 𝘺𝘰𝘶). - Freenbecky -Where stories live. Discover now