Capítulo XXV

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Mediados de noviembre de 1972

— ¡Jaque mate!

— No puede ser…

— ¡Te gané! ¡Toma ya! — exclamó Peter, levantándose del asiento. Comenzó a saltar y hacer una extraña danza de celebración, haciendo que todos los que se encontraban a nuestro alrededor nos mirasen con mala cara.

— ¡Peter, cállate y contrólate! Nos está mirando todo el mundo.

— Ah, si, perdón. La costumbre.

— No te emociones, es la primera vez que me ganas de cinco partidas que llevamos ya.

— Cuatro, en una empatamos.

— Empatamos porque tenías que ir al baño como excusa para no perder.

— Eso es mentira.

— Peter, no me seas embustero.

— Si, si. Lo que tú digas. ¿Echamos luego otra?

— ¿Otra más? — dije, con cansancio. Era la duodécima vez que me pedía jugar otra partida y no podía más con el ajedrez. Entre la emoción de Peter, mi concentración y los sentimientos de los demás alumnos, me iba a explotar la cabeza.

— Si, porfa. — suplico, poniendo cara de pena.

— Bueno, está bien. Pero esa partida, será la última. ¿Entendido? — Peter asintió. — Bien, pues vámonos para Herbología, a ver si conseguimos alcanzar a los otros y no llegamos tarde.

Ambos nos levantamos de la mesa del gran comedor en la que estábamos sentados, y mientras que Peter recogía el tablero y las fichas destruidas, fui a por Pandora, la cual estaba en otra mesa distinta hablando con Barty y juntos nos dirigimos a la puerta, donde Peter nos esperaba.

El camino hacia el invernadero fue entretenido. Pandora comenzó a hablar sobre el horóscopo de cada uno, y casi nos morimos de la risa cuando vimos la expresión de Barty cuando Pandora comentó que según no sé qué historias de la luna, el ascendente y el signo del sol, la lechuza de Barty se moriría pronto y que después de eso se desencadenarían un montón de desgracias y que acabaría viviendo debajo de un puente o en Azkaban.

Que malas personas sois.

Solo nos reíamos de su cara. Obviamente eso no es cierto.

Si, seguro.

Entramos al invernadero Uno, pero no había absolutamente nadie dentro y nos extraño, ya que siempre íbamos allí. Decidimos salir a fuera, y mientras debatimos sobre dónde podrían estar, apareció Emmeline de sorpresa.

— ¡Emmy! ¿De dónde sales? — preguntó Barty, desconcertado.

— Del invernadero Tres. Hoy nos toca clase allí.

— Espera, espera, ¿Invernadero Tres, con especies más peligrosas?

— Si, estamos todos igual. A saber qué clase de especie peligrosa nos va a mandar estudiar o cuidar, ¡Vamos, o llegaremos tarde!

— Hmm, creo que se viene una lección interesante. — soltó Pandora con voz cantarina.

— Y que lo digas… — murmuró Peter, con un poco de miedo en su interior que podía percibir.

Al entrar en el Invernadero Tres nos encontramos con la profesora Sprout, preparando una serie de herramientas para la lección del día, y a casi todos los alumnos, entre ellos James, Sirius, Emmeline, Hestia, Lily, Mary, y muchísima más gente.

Me acerqué durante unos instantes a Sirius y a James acompañada de Peter.

— ¿Qué tal el día? — pregunté, con entusiasmo.

⋅Ataraxia⋅ ||PAUSADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora