³⁴ (+¹⁸)

93 10 0
                                    

No salimos del club hasta cerca de las cuatro de la madrugada. Pocas veces me he quedado despierto hasta tan tarde, pero por algún extraño motivo hoy no tengo nada de sueño, a pensar de lo mucho que hemos bailado. De hecho, ni siquiera me siento cansado en absoluto.

Nunca había estado tan despierto.

Caminamos con rapidez, y es evidente que los dos tenemos las mismas ganas de llegar a su casa. Se lo que va a pasar, y por alguna razón no estoy nervioso en absoluto al pensar en ello. Ni siquiera tengo miedo, a pesar del temor que habja sentido todos estos días.

Al contrario: me muero de ganas.

En cuanto llegamos, caminamos hasta de habitación con cuidado de no hacer ruido y nos tumbamos en la cama sin decir palabra. Antes de que pueda darme cuenta, estamos basándonos apasionadamente, como nunca lo habamos hecho. Por suerte, la habitación  de sus padres se encuentra en el otro extremo de la casa, de modo que es imposible que oigan nada.

Las manos de SungHoon recorren mi cuerpo, primero con suavidad y después con deseo, explorandolo por dentro de la camiseta, y sus labios se deslizan por mi cuello y mi garganta, haciéndome jadear suavemente y sentir un torrente de se daciones hasta ahora desconocidas que inundan mi cuerpo. Es inevitable, no tardo en excitarme, y el, al notarlo, aprieta du cuerpo contra mi. Esta claro que siente lo mismo, y ne gusta notarlo. De hecho, me encanta notarlo. Me susurra algo al oído mientras me mordisquea con suavidad el lóbulo de la oreja, pero no lo escucho, pero no li escucho, concentrado cono estoy en el contaste roce de su cuerpo contra al mío.

Sin dejar de abrazarlo, soy media vuelta y me coloco encima de el. Sonrie. Me gustan los escasos momentos en lo que soy yo quien lleva la iniciativa. Lo beso de momento en mis labios, y el responde con entusiasmo, tan deseoso de mi como yo de el. A continuación, pasen mi boca por su cuello y, además de pensárselo, le doy pequeños mordisquitos que lo vuelven loco, y el me aferra más nalgas con las manos. Me aprieto contra su cuerpo, asegurándose de que note bien lo excitado que estoy, y eso le hace soltar un gemido bajo. Entonces, me mete ma mano por dentro del pantalón. Yo me quedo inmóvil un segundo, sorprendido.

─¿Me he pasado?─ peegunta, preocupado al notar mi instante de vacilación.

Yo juego con la cabeza y sonrio.

─No te preocupes. Tan solo ne has pillado desprevenido. No estoy acostumbrado a estas cosas, ¿recuerdas?

─¿Prefieres que paremos?

Sonrio más aún y lo beso en los labios.

─Tranquilo. Así está bien.

─¿Quieres que sace la mano?

─No hace falta, en serio. Puedes seguir tocando ─ añado, y mi sonrisa vuelve pícara ─ Es todo tuyo.

El también sonríe, y me da un apretón con suavidad, mirándome fijamente a los ojos. Me gusta la sensación. Vuelvo a besarme y seguimos así, yo desanimo y apretando me contra su cuerpo mientras el de familizaba con sus manos sobre mi a la vez que jadea contra mi oído. Al cabo de un rato se coloca encima de mi cuerpo, y soy yo quien le mete la mano dentro del pantalón. Me gusta el tacto. Es...diferente... suave, pero firme. Aprieto un poco, y el gime y se aprieta contra mi. No puedo evitar gemir yo también.

Entonces me quita la camiseta, tan rápido que casi no me doy cuenta. Se incorpora un poco para besarme por el cuello, y después comienza a bajar lentamente por la clavícula, hasta llegar al pecho. Me dejo caer hacia atrás, y el se coloca nuevamente encima de mi. Sus labios recorren mi pecho provocándole escalofríos, y cuando llega a los pezones los lame y los mordisquea suavemente. Comienzo s jadear sin poder evitarlo, pero el es cruel y continúa  bajando por mi pecho hasta llegar al ombligo. Lame a su alrededor, y después continúa bajando por una lines invisible hasta llegar bajo la cingurilla del pantalón...

Y se detiene.

Suelto un gruñido de frustración.

─¿Estoy yendo demasiado rápido?─ pregunta, malinterpretando mi gruñido.
La preocupación es evidente en sus ojos cuando levanta la cabeza hacia mi, acalorado y sudoroso.

─En absoluto. Sigue.

─¿Estás seguro?─ insiste ─ No quiero que hagamos nada de mo que luego te arrepientas.

─Créeme, no voy a arrepentirme de nada. Tan solo.... tomémoslo con calma, ¿no? No quiero llegar a hacerlo todo hoy.

SungHoon asiente con la cebeza, comprendiendo, y cuando por finbmete la mano por dentro de mi pantalón suelto un gemido de satisfacción.

La sensación me resuelta extraña y desconocida. YeonJun se limitaba a ponerse encima se mi o sujetarme la cabeza, sin preocuparse siquiera por el placer que yo pudiera sentir. Tan solo importaba el, su proprio placer, y yo no era más que el instrumento que utilizaba para conseguirlo.

Pero esto...esto es muy distinto.

SungHoon no solo me estaba dando placer, sino que se nota que lo esta haciendo porque quiere, porque de verdad desea dármelo, y la sensación es maravillosa. Su mano de mueve con ritmo regular, firme pero delicada, deteniéndose cada pocos minutos cuando nota que se me empieza a acelerar la respiración, que estoy cada vez más cerca.

Poco después me besa con decisión, saboreando mi boca con su lengua, y a continuación baja la cabez con lentitud, recorriendo mi pecho y vientre con los labios, bajando cada vez más. Cuando me quita los pantalones y por fin noto la humedad y la calidez de su boca, y el roce juguetón de su lengua, siento algo que nunca había sentido. Ya ni siquiera es solo el placer que experimento, sino todo lo demás. Me siento deseado. Me siento anhelado.

《Me siento querido》

Creo que podría seguir así eternamente.

𝑺𝑯𝑨𝑫𝑶𝑾⁰¹ 𝑱𝑨𝑲𝑬𝑯𝑶𝑶𝑵Where stories live. Discover now