²³

122 17 0
                                    

El cine está a media hora de la estación, asi que tenemos tiempo de sobra para ir caminando. Sin embargo, hoy hay algo distinto entre nosotros. Al principio no se exactamente de que se trata, no soy capaz de ponerle nombre. Pero tras unos minutos de caminar en silencio comprendo por fin de que se trata: es timidez, una timidez que no había estado ahí antes.

Recuerdo nuestras manos unidas hace menos de veinticuatro horas, y se que esa es la razón. Ayer dimos un paso más, dejamos más claro algo que antes solo eran suposiciones, y ahora solo podemos seguir adelante pase lo que pase. Soy consciente de que esta lo más probable es que hoy demos otro paso más, y eso me da miedo. De hecho, me aterroriza. Y se que SungHoon también estará pensando lo mismo, pero lo que no se es que pensara al respecto.

Y por eso no se que coño decir sin parecer un imbécil.

⎯¿Te pasa algo?⎯ me pregunta cuando estamos a mitad de camino, tras más de tres minutos enteros de silencio.

⎯¿Qué?

Se encoge de hombros.

⎯No sé, estás muy callado.

⎯Y tú tambien.

⎯Yo estoy callado porque tú estas callado⎯ replica con una sonrisa, y veo una chispa de diversión en sus ojos.

⎯Pues a lo mejor soy yo quien está callado porque tú estás callado⎯ contraataco, sonriendo también.

⎯Pues bueno.

⎯Pues bueno.

Nos miramos durante un instante, tratando de agua tarde la risa, pero entonces rompemos a reír y noto como la tensión desaparece de golpe, como si nunca hubiera estado ahí. A partir de ese momento, la conversación continúa con normalidad, con algunas visitas tímidas y miradas fugaces de vez en cuando.

⎯Tiene que ser broma ⎯ Digo al ver el precio de las entradas ⎯¿En serio valen veinte y noventa cada una? SungHoon alza una ceja.

⎯¿Qué esperabas? Es sábado.

⎯Por donde vivo valen doce los fines de semana⎯ explico, y el me miro con incredulidad.

⎯No puede ser.

⎯Te lo prometo. Y nueve con cincuenta entre semana.

⎯Qué fuerte. ¿Tines suficiente dinero?

Me encojo de hombros.

⎯Para el cine sí. Quería comprar palomitas, pero solo he traído unos treinta, así que...

⎯No pas nada. Yo te invito⎯ Enrojezco ligeramente.

⎯¡No! No pasa nada, en serio. Tengo suficiente para comprarme un refresco, así que con eso tengo bastante.

⎯No digas tonterías. Al cine se va para besarse en la oscuridad y comer palomitas, eso lo sabe todo el mundo. Te invito y ya.

Me siento cada vez más avergonzado, y también un tanto esperanzado. ¿《Besarse en la oscuridad》?
Lo cierto es que la idea no me desagrada.

⎯No hace falta, en serio.

⎯Que sí ⎯ insiste con una sonrisa ⎯Además, es lo justo. Tu tienes que pagarte el billete de tren para venir y para volver, así que lo mínimo que puedo hacer para compensarte es invitarte, ¿no te parece?

Realmente preferiría que me compensara de otra forma, pero no puedo decírselo en voz alta, así que me limito a asentir con la cabeza.

⎯Está bien.

Una vez en la sala, me sorprende comprobar que esta completamente llena, en el cine por mi casa rara vez hay más de una docena de personas. Y también veo unas cuantas parejas del mismo sexo entre el público tanto de chicos como de chicas. Dos filas hacia delante hay dos chico besándose, y no puedo evitar quedarme mirandolos. Son la primera parejas de chicos que veo besándose en la vida real, y lo que más me sorprende es que nadie más los mira aparte de mi mismo. Nadie los insulta, nadi los señala con el dedo, nadie se ríe de ellos. Simplemente pueden limitarse a ser felices sin preocuparse de que alguien vaya a juzgarlos. Son libres.
Algo que yo jamás seré mientras sigo viviendo en el pueblo de mierda donde me quedo.

𝑺𝑯𝑨𝑫𝑶𝑾⁰¹ 𝑱𝑨𝑲𝑬𝑯𝑶𝑶𝑵Where stories live. Discover now