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⎯Tengo miedo.

⎯No digas tonterías⎯ réplica SungHoon.

⎯¡Lo digo en serio! ¿Y si intentan violarme?

⎯Nadie va a intentar violarte.

⎯¿Cómo lo sabes?

⎯Porque no estás tan bueno.

Le doy un manotazo en el brazo, pero suelto una carcajada.

⎯Imbécil.

⎯Es broma, tonto⎯ dice, y me da un beso rápido en la mejilla ⎯No van a violarte porque estaré yo ahí para defenderte.

⎯¿Y si nos echan algo en la bebida?

Pone los ojos en blanco.

⎯Nadie va a echarnos nada⎯asegura.

⎯¿Cómo lo sabes? ¿Y si nos secuestran? ¿Y si nos despertamos en coma?

SungHoon se detiene en mitad de la calle y me mira fijamente durante unos segundos. Después, suelta una carcajada.

⎯¿Te das cuenta de lo que acabas de decir?

⎯Es que tengo miedo.

⎯¿De qué?

Buena pregunta.

⎯De qué nos violen, y nos secuestren, y nos droguen.

⎯Mentira. Dime la verdad. ¿De qué tienes miedo en realidad?

⎯De despertar en coma.

⎯En serio.

Trago saliva y me miró los pies antes de contestar.

⎯Tengo miedo de ser yo mismo.

Suelta un suspiro y me pone una mano bajo la barbilla para hacerme levantar la mirada con delicadeza. Me mira fijamente, y noto que el miedo comienza a desvanecerse al ver el brillo de sus ojos.

⎯Jake, no va a pasar nada⎯me asegura.⎯No será como en el instituto, te lo prometo.

⎯Ya, pero...

⎯No. Escucha. Mira, sé que tienes miedo, y lo entiendo. De verdad. Pero allí todos son como tú y como yo. Nadie va a mirarte raro, ni a insultarte ni nada parecido. Te lo juro.

Asiento con la cabeza, pero vuelvo a bajar la mirada.

⎯Es que...

⎯¿Qué pasa?

No contesto enseguida, sino que me tono unos segundos para tratar de buscar las palabras adecuadas. Suelto un suspiro antes de hablar.

⎯Llevo mucho tiempo ocultándome.

⎯Pues ya es hora de que dejes de hacerlo, ¿no te parece? Allí solo tienes que ser tú mismo.

⎯El problema es que me he olvidado de cómo ser yo mismo⎯ admito, pero él niega con la cabeza.

⎯Eso es una tontería. Conmigo sí que lo eres, ¿no?

⎯Sí.

⎯Pues entonces no hay problema, porque estarás conmigo. No voy a dejarte solo no un momento, ¿vale?

Finalmente, sonrió.

⎯Vale.

Le doy un beso en los labios y seguimos caminando.

Llegamos al club al cabo de unos diez minutos. Por suerte para mis nervios, tiene un aspecto de lo más normal. No veo cuarentones al acecho en busca de víctimas jóvenes, y eso siempre es un punto a favor.

𝑺𝑯𝑨𝑫𝑶𝑾⁰¹ 𝑱𝑨𝑲𝑬𝑯𝑶𝑶𝑵Where stories live. Discover now