𝟶𝟷𝟽

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ㅤEl campo de batalla seguía lleno de disparos en todas las direcciones, de parte tanto de los mandalorianos como de los imperiales. Habían logrado abatir a cinco, pero habían salido como veinte de la nave y solo tres habían caído con la demostración de la fuerza de Evana. Seguían en pie y peleando al menos unos diez o doce, que también habían buscado dónde esconderse de los disparos de sus enemigos.
Poco a loco fueron acercándose los mandalorianos a pesar de los disparos que llegaban a darles en sus nuevas armaduras de beskar, rodeando a los que seguían en pie. Uno de los imperiales lanzó hacia ellos algo pequeño y esférico que pulsaba una luz. Solo cuando estuvo suficientemente cerca supieron que ella.

“¡Bomba!”   Exclamó Bo-Katan haciendo que se alejasen corriendo para evitarla.

ㅤLa honda expansiva de la explosión hizo que el cuerpo del mandaloriano saliera expulsado al borde sin tener la suficiente rapidez para poder evitarlo mientras Bo-Katan era empujada al lado contrario y Evana empujada hacia atrás.
ㅤEspectro echó a correr hacia el mandaloriano cuando dejó de moverse, deslizándose por el suelo para evitar un disparo de parte de los imperiales. Se quedó en el borde, utilizando su fuerza para hacer que el cuerpo de Din quedase flotando. Sangre goteaba de su su nariz, pero seguía utilizando toda su vitalidad para elevarlo. Djarin observaba a la morena y cómo estaba poniendo en riesgo su vida para salvar la suya.

“¡Para! ¡Conseguirás que te maten!”

ㅤ“¡Cállate y ayuda un poco! ¡Kriff!”

ㅤLas cejas bajo el casco del mandaloriano se alzaron, casi se hubiese podido reír de no ser por la situación. Ella, a pesar de su rudeza, no era una chica que soltase malas palabras a menudo a pesar de su rudeza al hablar, y oírla soltar cosas así le resultó bastante cómico a pesar de la situación en la que se encontraban.
ㅤSus ojos vislumbraron un casco imperial acercándose a la espalda de Espectro con su arma apuntándola mientras seguía escuchando el sin fin de disparos de ambos bandos y estiró su mano con el puño cerrado, lanzando un proyectil. Ella movió rápido la cabeza hacia un lado para que no le llegase a dar segundos antes de que el soldado cayese al vacío pasando por al lado de Din. Una mirada de reproche fue lo que obtuvo de ella antes de que agarrase su antebrazo con firmeza al alcanzarlo.

“La próxima vez avisa.”

ㅤ“De nada por salvarte.”

ㅤSus ojos, de aspecto divertido, le miraron con burla mientras seguía sujetando el cuerpo del mandaloriano al borde del precipicio.

“¿Quién dices que está salvando a quién?”

ㅤ“Tú solo sácame de aquí.”   Se quejó mando rodando los ojos bajo el visor.

ㅤLa morena tiró de su cuerpo con la fuerza que le quedaba soltando un quejido y con ayuda de Din, quedando ella tumbada con él encima suyo cuando su cuerpo por inercia cayó hacia atrás. Ambos se miraban a pesar del casco, como si éste no existiese. A veces, pensaba Djarin, creía que podía ver su rostro por debajo del beskar por la forma en la que sus ojos parecían escrutarlo.

“Eh, vosotros dos, tendréis tiempo después para eso. Ahora tenemos una situación que atender.”

ㅤLa voz de Bo-Katan irrumpió el momento, haciendo sonreir a Evana. Verla sonreír sin aquella máscara que irrumpía su visión se le antojaba bastante encantador. Empezaba a pensar que podría esconderle a menudo la máscara para disfrutar de sus gestos por completo, a pesar de lo estúpido que sonaba siendo él un mandaloriano.

“Ya la has oído, Djarin.”

Oir su nombre en voz de la morena aún le resultaba algo bizarro por la forma en la que su corazón parecía brincar emocionado. Se puso en pie como si le hubiese quemado y aclaró su garganta extendiendo una mano hacia ella, quién en aquella ocasión sí aceptó poniéndose en pie.
ㅤEn su pequeña ausencia, los mandalorianos aprovecharon la distracción de la explosión para atacar, abatiendo a más de cinco. Din y Evana alzaron sus blásters apuntando a los que seguían en pie. Uno a uno fueron cayendo, hasta que todos los imperiales quedaron fuera de combate y todo volvió a quedar en silencio.

“Hora de terminar con este lugar.”

ㅤ“Creo que deberíais sacar lo que tengan dentro antes.”

Bo-Katan se giró para mirar a la morena, quién, a pesar de seguir erguida en una pose orgullosa, se veía que estaba conteniendo sus piernas endebles para no caer.

“¿Por qué?”

ㅤ“¿Por qué seguiría existiendo un puesto imperial aquí si no es para esconder algo?”

Se miraron entre ellos, como si en sus cabezas comenzase a crearse ideas diferentes. La pelirroja asintió una vez mientras se quitaba el casco, mirándola con una ceja alzada.

“¿Y qué crees que podrían tener aquí?”

ㅤ“¿En mi opinión? Beskar. Han estado aquí mucho tiempo y sabéis que han extraído acero de las minas. Tal vez tengan aquí reservas o hayan creado armas con ese acero.”

ㅤ“El beskar no debe ser usado para crear armas.”   Habló uno de los mandalorianos de allí.

ㅤ“Y por eso mismo hay que buscarlos y reutilizar su acero para crearos armaduras.”

Bo-Katan la miró en silencio mientras los otros asentían de acuerdo a su comentario. Curiosa por la forma en la que hablaba la morena. Sintió que ella podría haber resultado una gran líder en algún momento de su vida de no ser por ese aspecto de su personalidad en el que cualquier compañía le resultaba más un estorbo que una ayuda.

“Bien. Miremos este lugar, a ver si encontramos algo de interés.”

Todos los mandalorianos allí presentes no dudaron un momento en volver a entrar, recorriendo cada pasillo y mirando cada espacio allí dentro. Din se quedó anclado al lado de la morena y Bo-Katan mantuvo su mirada en ella.

“El pueblo de Mandalore estará eternamente agradecido por tu apoyo en esta batalla.”

ㅤ“No te pongas sentimental ahora, pelirroja.”   Se burló Evana haciendo que ambas sonriesen antes de que la mencionada se pusiera el casco y entrase en la búsqueda de cualquier cosa de interés que tuviesen allí.

“Mi máscara.”

Los ojos cansados de la morena se dirigieron al suelo, buscando el objeto que había perdido y del que no había notado su ausencia hasta entonces.

“Te conseguiremos una nueva, ahora quédate quieta. Hazme caso por una vez.”

Ambos se miraron con reproche a pesar del casco que escondía las facciones del mandaloriano y la oyó mascullar mientras cruzaba los brazos bajo el pecho quedándose allí bajo la atenta mirada preocupada de Din.

𝐒𝐏𝐄𝐂𝐓𝐑𝐔𝐌 |  𝘛𝘩𝘦 𝘔𝘢𝘯𝘥𝘢𝘭𝘰𝘳𝘪𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora