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ㅤNo sentía seguro el simple hecho de dejar su nave, pero no podía preocuparse por ello cuándo podría estar esperándole la cazarrecompensas que le llevaría hacia el beskar que necesitaba. Como hacía cada vez que salía, metió a Grogu en su bolsa de viaje y se cargó con sus armas antes de dirigirse entre las calles que no habían parecido cambiar desde su última visita. Salvo por el hecho de que no vislumbró ningún casco imperial, algo que agradeció de sobremanera.
ㅤEntró en una cantina de mala muerte en la que algunos cazarrecompensas solían descansar antes de volver a sus trabajos, y allí los encontró. Sentados en una mesa alejada a la puerta estaban tres tipos que de nada conocía y aquella a la que apodaban Espectro se veía más alejada que el resto, sentada mirando directamente a la puerta, vestida con una gabardina negra que hacía que la poca piel que se le podía ver en contraste pareciese más pálida. Por primera vez en mucho tiempo se congeló. Comprendió porqué no pudo ver sus iris, el azul de sus ojos era tan brillante e impasible como el de un sable láser preparado para acabar con quién se pusiera delante, y se pudo ver por la forma en la que se oscurecieron que él podría ser su próxima víctima. Se recompuso rápido acercándose hacia la mesa, llamando entonces la atención de los demás.

"¡Por todos los créditos que me hagan rico! Eres un maldito mandaloriano."   Se alzó un tipo flacucho, con barba de cerrojo y pelo rubio cenizo. Era alto, lo que le hacía ver más delgado, y vestía con ropa dos tallas más grande a la propia.   "Lord Byron, el líder."   La sonrisa de suficiencia que se extendió en su alargada cara le dejó ver la falta de uno de sus dientes.

ㅤMantuvo la mirada del líder unos instantes que hicieron que el tipo se pusiera tenso, como si estuviese de pronto en peligro, antes de volverse hacia su único interés allí, cuyo rostro lo tapaba parcialmente una máscara y aún así podía verse lo poco que le gustaba tenerlo allí.

"¿El trato sigue en pie?"

ㅤ"Si nos ayudas a encontrar al noble, sí."

ㅤ"Bien, entonces háblame de él."

Los demás en la mesa se miraron entre sí. Ninguno capaz de decirle nada a él y mucho menos a ella. A Espectro la conocían de antemano, sabían de muchas de las cosas que era capaz de hacer, y sabían del historial de los mandalorianos. Se quedaron mirando cómo el mandaloriano sin nombre le quitaba el asiento al supuesto líder y éste, a regañadientes y quejándose en voz baja, robaba un asiento de una mesa cercana.

"Se trata de un noble Twi'lek, solo nos dijeron que su nombre es Kanan. Piel rosa, ojos amarillos. Es alto, delgado. Nos dieron una descripción de su vestimenta pero los Twi'lek son inteligentes, se habrá cambiado la ropa al cambiar de planeta."

"¿Le han visto en alguna parte?"

ㅤ"Hay rumores de que puede haber ido a Sorgan."

ㅤ"Conozco el lugar. Si ha ido allí sabré dónde puede esconderse."

ㅤ"Entonces no perdamos tiempo, mandaloriano. Quiero a ese noble de una pieza en mi nave en menos de tres días."

Ambos se pusieron en pie prácticamente al mismo tiempo, bajo las sorprendidas miradas de los cazarrecompensas y la recelosa mirada de Byron. Salieron de la cantina y fueron dónde habían dejado sus naves. No le sorprendió nada ver que la nave de los cazarrecompensas se trataba de una nave anterior a la Nueva República. Parecía una nave de despliegue de tropas de ataque.

"Os sigo."

ㅤ"De eso nada, mandaloriano. Tú y esa cosa verde venís con nosotros. Puedes meter tu nave dentro."

ㅤ"Se llama Grogu."

ㅤ"Como sea."

La observó con el ceño fruncido entrar a la nave de acero negro y empujó su nave hacia el interior de la de los cazarrecompensas con ayuda de otro de ellos, uno con aspecto más amable. Era bajo, casi le llegaba al hombro y tenía las mejillas sonrojadas como si hubiese bebido un par de copas de más y una gran gorra le tapaba su amplia frente y cejas. Pudo apreciar que le faltaba medio dedo de su mano izquierda, pero cosas como aquella eran habituales en el trabajo que aquél grupo llevaba, él bien lo sabía con todas las heridas que se habían llevado.
ㅤAl entrar en la cabina pudo ver lo equipada que estaba, preparada para cualquier ocurrencia. Encontró a la mujer sentada en uno de los laterales, un pie subido al asiento y una daga entre sus manos. Al igual que en la cantina su afilada mirada estaba en él, sin pestañear, sin dudar. No estaba acostumbrado a la fuerza de esa mirada, pero no iba a dejar que aquello le interrumpirse en su misión principal. Mandalore le necesitaba una vez más e iba a hacer todo cuánto estuviese en su mano para lograrlo. Aún cuando tuviese aquella penetrante mirada clavada en su nuca todo el tiempo.
ㅤTomó asiento a distancia de los demás, notando la antigualla tambalearse al despegar. Su mirada fue por primera vez desde que llegó allí al pequeño Grogu, que se aferraba a su bolsa por el tambaleo de la nave. Agarró la bolsa con ambas manos haciendo que al momento el pequeño Din se abrazase a él.

ㅤ"¿Qué es?"

ㅤLa voz curiosa de uno de aquellos cazarrecompensas llamó la atención del mandaloriano. Alzó la cabeza viendo frente a él al único que no había mirado hasta entonces, de grandes ojos negros, mariz aguileña y calva brillante, hombros anchos enmarcados en tirantes. Era el más grande de ellos, imaginó que él debía ser el forzudo de aquél extraño grupo tan enigmático.

"Es mi hijo."

ㅤRespondió Din Djarin bajando de nuevo la cabeza a Grogu, quién le sonrió en respuesta sintiéndose orgulloso de aquella pequeña criatura de aspecto inocente y habilidades alucinantes, ajenos a la curiosa mirada al otro lado de aquella chatarra de la cazarrecompensas más peligrosa de la nave.

𝐒𝐏𝐄𝐂𝐓𝐑𝐔𝐌 |  𝘛𝘩𝘦 𝘔𝘢𝘯𝘥𝘢𝘭𝘰𝘳𝘪𝘢𝘯Where stories live. Discover now