Capítulos 47

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Dejamos a Charlie en el colegio y fuimos a dar un paseo por una plaza con jardines y fuentes, parecía una cita romántica, una como hacía mucho no la teníamos.

-Justin, podré no recordar muchas cosas, pero a ti no te conozco de hace dos años para la fecha; te conozco desde hace casi 9 años y esa actitud que tomaste conmigo esta mañana solo la has tenido 1 sola vez desde que estamos juntos ¿Te acuerdas cuando fue?
-¿Hanna estás insinuando que te fui infiel?
-No estoy insinuando nada que tu actitud no demuestre.
-¡Es increíble que pienses eso, Hanna si no estaba en casa cuidando a los niños, estaba en la oficina y sino en el hospital, esperando noticias tuyas! Entiendo que tengas desesperación y cierta frustración de no recordar y de no haber estado con nosotros este tiempo, pero eso no quiere decir que tengas que desconfiar de todo lo que te rodea y mucho menos de la persona que más te ama.
-¡Justin entiéndeme, no sé qué me está pasando!
-¡Si tú no sabes que sientes y que piensas yo menos; de lo que sí estoy seguro es de que te amo, de que daría mi vida por ti si fuera necesario, Hanna, eres la mujer con la que quiero compartir mi vida, te elegí una vez y lo haría mil veces más, no tienes que desconfiar de mí, por favor créeme!
-Confío en ti Justin, tú también eres la persona con la que quiero pasar mi vida, eres el mejor papá que los niños pudieran tener... Lo siento mi amor.
-Está bien, te amo.
-Yo a ti.

Justin
-Justin.
-¿Si?
-¿Crees que podamos ir a comprar un teléfono? El mío quedó completamente inservible después de 6 meses sin usarse.
-Por supuesto, aquí en la plaza hay algunas Apple Store.
-Pero ¿No te quito tiempo?
-Jamas mi amor.
-Ok.

Me entró una llamada al celular, tenía que atender ya que era de trabajo y muy importante.

-Adelántate, tengo que atender.
-¿Está todo bien?
-Sí, no te preocupes.
-Ok.

-¿Qué pasa Mariana?
-Justin es urgente que vayas a la empresa, los abogados del banco están muy urgidos de hablar contigo.
-Pues tendrán que esperar porque hoy no voy a ir a la empresa, llámalos y diles que salí de la ciudad, que me comunicaré con ellos cuando vuelva.
-¡La empresa debe mucho dinero al banco!
-Lo sé Mariana, y se los dije cuando Hanna estuvo en el hospital; no me importa perder la empresa siempre y cuando mi esposa y mi familia esté bien.
-Lo sé, pero ahora el problema es que dejaste la empresa como garantía de pago, sino pagamos al banco los 2 millones de dólares, perdemos la empresa y tú y yo sabemos que esa empresa vale mucho más que 2 millones de pesos.
-Haz lo que te pedí, llama a los abogados y diles que yo me comunico con ellos más tarde.
-... Cómo digas.
-Gracias Mariana.
-Adiós.

Mariana no sólo era la nana de mis hijos, antes de ayudarme con Charlie y Mía fue mi asistente personal en la empresa, cuando Hanna enfermo tuvimos que hacer recorte de personal ya que la cuenta del hospital iba incrementando día con día, ella fue la única que no se fue y siguió trabajando dos meses más sin sueldo, así que le pedí que me ayudara con los niños mientras las cosas mejoraban un poco, era una chica muy joven y su padre se había casado y tenido un bebé casi al mismo tiempo que Hanna y yo tuvimos a Charlie, así que para Mariana trabajar con Charlie no era tan difícil ya que convivía con su hermanito de igual manera y por alguna razón esa chica de 25 años sabía más de bebés que un adulto de 40.

-¿Qué paso, todo bien?
-Sí todo bien ¿Ya elegiste tu nuevo teléfono?
-Sí, ya sólo voy a pagar.
-Yo lo pago, deshabilite tus tarjetas mientras estabas fuera, mañana iré al banco para reactivarlas.
-¿En serio?
-Sí, no te preocupes.
-Justin pero el teléfono cuesta casi $1000 dls.
-No importa amor.

-Cobre de aquí por favor.
-Sí señor.
-Gracias.

Compramos el teléfono de Hanna y volvimos a casa, cuando llegamos la fisioterapeuta y la enfermera de Hanna ya habían llegado; en el hospital nos recomendaron que la enfermera fuera de planta para que pudiera estar pendiente de los medicamentos, los ejercicios que dejará el fisioterapeuta y por cualquier cosas que resultará después del accidente así que se instalaría en la casa, mientras que el fisioterapeuta solo iría a ayudar con la terapia mientras Hanna podía hacerlo sola.

Mi familia no tan perfecta Where stories live. Discover now