Mi familia no tan perfecta

Capítulo 43

Erik nos llevó a casa al padre de Justin y a mí, los niños estaban en su casa con mi madre y nosotros fuimos a nuestra casa para que Mia no preguntara sobre Hanna, el padre de Agustín y yo nos quedaríamos a descansar en la casa un rato para después ir de nuevo al hospital.

-Amor ¿Por que no llevas algo de ropa y comida a Justin? Ha viajado por casi 24 horas seguidas.
-Tienes razón, pasaré a comprar algo de comer de regreso al hospital.
-Avísame cualquier cosa por favor.
-Descuida, tú intenta descansar un poco ¿Quieres?
-Lo voy a intentar.
-Te llamo más tarde.
-Ok.
-Te amo.
-Yo a ti.

Erik volvió al hospital y yo me fui a mi habitación a descansar un rato.

Justin
-Justin.
-Erik.
-Toma, come algo.
-Gracias, pero no tengo hambre.
-Tienes que comer algo ya que no has descansado bien, por lo menos come algo.
-Gracias.

-Familiares de la señorita Andreotti.
-¡Yo soy su marido!
-... Soy el doctor Issac, he estado a cargo del caso de su esposa.
-¿Y cómo está ella?
-Los medicamentos para eliminar los coágulos están haciendo efecto muy favorecedor, pero aún debemos esperar antes de volver a despertarla, las fracturas de costillas irán sanando poco a poco, ahora que está inducida tendrá un mayor avance en su recuperación, es necesario que siga en cuidados intensivos.
-¿Puedo verla?
-Por ahora no es posible que entre con ella, pero puede verla.
-¡Quiero verla, necesito verla!
-Venga conmigo, lo llevaré a que vea a su esposa.
-Gracias.

-También quiero verla, Nath me mataría si no le digo que si hermana está estable.
-...

-Pueden pasar ambos, ella no se dará cuenta que están ahí, pero pueden verla por un cristal.
-Vamos por favor.

Fuimos con el doctor por un pasillo lleno de ventanas que daban a habitación de cuidados intensivos, había personas intubadas y sabía que Hanna podía ser una de ellas, nunca pensé que ver a gente de esa manera fuera a ser tan impactante, pero cuando la vimos a ella lleva de maquinas y cables sentía que se me iba la vida.

-¡Mi vida, Hanna!

-¡Oh por Dios!
-Erik vela.
-¡Hanna va a estar bien Justin, es una mujer muy fuerte y va a salir de esto!
-¡Tiene que hacerlo, tenemos dos hijos que la necesitan, yo la necesito!

Erik
No podía creer que Hanna estaba en ese estado, se veía tan vulnerable en esa cama y con esos cables conectados a ella, ver a Justin llorando como un niño indefenso me hacía sentir algo que no sabía cómo describir.

Justin
Ese día se pasó muy lento, sin noticias ni nada nuevo, el día siguiente y el que siguió pasaron igual; los días pasaban y no había ninguna noticia esperanzadora, todo parecía ser el mismo día aunque ya habían pasado casi dos semanas del accidente. Hablar con Mia de la situación fue difícil, estaba devastada con la noticia de que si madre estaba muy enferma en el hospital. Por otro lado Charlie no paraba de llorar, era obvio que le hacía mucha falta su madre, Nath y mi suegra pidieron cuidar de Charlie en su casa para que yo pudiera ir y regresar del hospital sin tener que preocuparme de dónde dejar a Charlie, era difícil estar sin mi hijo, pero estaba seguro que con ellas mi hijo estaría en buenas manos.

Meses después.
Unos meses después pasaron a Hanna a una habitación en la que seguiría en coma, pero ahí podíamos pasar a verla y estar con ella, esa habitación se había convertido en mi casa, solamente iba a nuestra casa a bañarme y a cambiarme de ropa; después de hacer eso volvía al hospital con ella.

-¡Cariño, hoy es el cumpleaños de Charlie, su primer año, hace un par de días dio sus primeros pasos y ya dice papá; no tienes idea cuantas veces le pedí que esperara para que tú pudieras verlo. Ahora tienes que despertar para festejar su cumpleaños!

Era imposible no llorar cada vez que hablaba con ella, los doctores decían que no podía escucharme, pero yo prefería pensar que sí lo hacía.

-¡Sabes que ahora a Nath se le nota bastante que está esperando un bebé, quizá lo sepas ya que tu hermana viene a verte todos los días y te hace tocar su vientre!

-Justin.
-Hola.
-Voy a darle un baño ¿Quieres ayudar?
-Seguro.
-Okay.

El pasar tanto tiempo en el hospital había ayudado a que los médicos, enfermeros y demás se hicieran hasta cierto punto mis amigos, ya que mi vida estaba completamente en ese hospital.