Os del grupo de kpop llamado Ateez. Creado con el propósito de entretener, todo lo escrito es meramente ficticio, exceptuando los nombres de los integrantes. Todos los derechos reservados a ddorong. Creado así mis atiny están entretenidxs🤝
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San corre detrás de Wooyoung, con su micrófono en una mano y una botella de agua en la otra. Sus compañeros juegan en el escenario, mientras la canción suena de fondo. Mingi comienza su parte y las fans comienzan a gritar, emocionadas. Wooyoung se ríe, luego gira, salpicándolo con agua.
Los chicos continúan cantando y bailando al ritmo de sus canciones hasta que llega el final del concierto, donde deben despedirse e irse, a pesar de que sus fanáticos – ni ellos – no quieran irse.
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―¿Qué harás hoy?― pregunta Wooyoung, mientras San se viste. Su amigo levanta los hombros. ―Hyeon me invitó a un curso de cerámica― contesta―. Es a las cinco, en la tarde, así que probablemente vaya. ―¿No te has encontrado con ningún fanático hasta ahora? ―No, con nadie. Está todo bien, creo. Igual somos amigos, no más. ―¿Sigue negando sus sentimientos?― Seonghwa se asoma, sonriendo. San frunce el ceño. ―¿Qué quieres decir? ―Olvídalo, Sanie― niega Wooyoung―. Espero que les vaya bien.
San asiente. Él espera lo mismo. Le gusta salir con Hyeon, ella es divertida, y siempre hacen algo nuevo. Ya tiene un perfume, un anillo y jabones que hicieron en otras salidas. Y aún no llegan las velas de la última salida, así que le faltan suvenires. Se acuesta en la cama y cierra los ojos, suspirando.
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San y Hyeon tocan con suavidad el vaso de cerámica que están haciendo, mientras el profesor les explica cómo se hace. Ella lleva un bonito vestido color azul, que combina con la remera de él, aunque ninguno lo planeó exactamente. Hyeon se acerca un poco a su objeto, mientras San lo moldea con sus dedos para que salga como quiere.
―¿Qué haremos con estos al terminarlos?― pregunta, levantando la vista. Hyeon lo mira. ―Los dejaremos para cocinar y luego los enviaremos a las direcciones que escribieron en la encuesta del inicio― dice el profesor. San asiente, aunque se ve perplejo detrás del marco de sus lentes. ―Puse mi dirección― dice Hyeon―, no sabrán la tuya. ―Ah, claro.
Ella sonríe, mientras vuelve a concentrarse en su vasija. Conoce las preocupaciones de San, así que siempre se encarga de asegurarse de que nadie sepa quién es o qué hace, por seguridad más que nada. No quiere que su amigo tenga problemas, tiene demasiado estrés con su trabajo y presentaciones.
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―¿Qué harás ahora?― pregunta San, mientras caminan al departamento de Hyeon. Ella levanta los hombros. ―Quizás vea una película o edite algún video para YouTube. ¿Por qué?― lo mira. San mueve la cabeza. ―¿No hay problema si me quedo en tu departamento? Los chicos salieron y no quiero estar solo. ―Ah... claro, no hay problema. Eso sí: es un desorden. No se vale mencionar las cosas desordenadas. ―No diré nada. Vivo con siete chicos― sonríe San. Ella asiente. ―Claro. Lo había olvidado. Pero Seonghwa es ordenado, ¿no?, y debe pedirles que ordenen cuando hacen algo― lo mira. San asiente, no muy convencido. ―No siempre le hacemos caso.
