Wooyoung

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Bites

{Ilsan, 5 años}

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{Ilsan, 5 años}

Los niños corrían, jugando, mientras sus madres hablaban y tomaban té. De vez en cuando, uno se caía, pero se levantaba y volvía a jugar con su amigo.

―¡Mamá, Wooyoung me está mordiendo!― exclamó Hyeon, corriendo hacia su madre.
―Wooyoung― dijo la madre del niño, que se veía inocente―. Sabes que no debes morder a las personas.
―¡Pero yo...!― empezó, tratando de no llorar.
―Hijo. No está abierto a discusión, mi amor. No muerdas a Hyeon, o no querrá jugar contigo.
―Mamá...― dijo, pero su madre levantó la mano, indicando que la discusión terminaba ahí.

Wooyoung abultó los labios y asintió, aunque no estaba satisfecho con la reacción de su madre. Claro que no lo estaba, no había mordido a Hyeon por maldad, estaban jugando. Pero su madre no lo dejó terminar de hablar, así que el tema quedó como que él había querido lastimar a su amiga. Pero siempre pasaba lo mismo, Wooyoung la mordía y ella le devolvía la mordida, siempre sin quejarse.

{Ilsan, 14 años}

Wooyoung pasaba por su lado pero a penas la miraba, igual que ella a él. No se querían ver. Puede ser que hayan sido amigos de niños, pero las diferencias hicieron lo suyo y los alejaron en cuanto ambos cumplieron doce años. Sus madres no sospechaban nada, ambos chicos fingían tener la mejor de las amistades, cuando en realidad no era así. Pero cuánto deseaban volver a tener cinco años y jugar como antes.

―Hye, ¿hoy haces algo?― preguntó su amiga, haciendo que la chica la mirara.
―No, creo que no. ¿Por qué?
―¿Me acompañas a hacer una audición? Es que una empresa viene aquí a buscar aprendices.
―Claro. Luego dime la hora y vamos juntas― asintió, sonriendo.

Su amiga sonrió, contenta. En realidad, iba a hacer las audiciones y, al mismo tiempo, iba a hacer que su mejor amiga volviera a hablar con Wooyoung, a pedido de él. Era amiga de ambos, y sabía que el chico tenía sentimientos por ella. Y, quizás, con un poco de suerte, Hyeon volvería a hablarle y ambos confesaban sus sentimientos por el otro. La chica la miró y, como ella entró en pánico, le mordió el brazo, provocándole una carcajada sonora, e ignorando que el chico pasaba cerca de ellas.

―¡No me muerdas!― exclamó Hyeon, riéndose.

Wooyoung las miró, en silencio. Recordaba cuando Hyeon le decía lo mismo de niños, cuando él la mordía para demostrarle el cariño que tenía por ella. Eso era imposible ahora, si él se acercaba, Hyeon se ponía tensa y respondía de manera distante, sin mirarlo.

{Seúl, 23 años}

Hyeon alentaba a su amiga desde las gradas. Había logrado debutar como parte de un grupo, y ahora era exitosa y famosa, lo que implicaba que no tuviera casi espacios libres en su agenda para ir a verla. Pero no le importaba, porque su amiga era feliz, y ella era feliz igual. Escuchó pasos y alguien la rodeó por la cintura, suave. Conocía el aroma de la persona, y también la fuerza que aplicaba al abrazarla, y se sentía bien. Hizo la cabeza un poco hacia atrás y sonrió, a penas notable.

―Hola― susurró el chico.
―Hola― contestó ella―. ¿Cuándo llegaste?
―Hace un momento. No me quisieron dejar entrar, pero logré convencerlos.
―Te dije que era puntual.
―¿Qué haces luego de esto?
―Volveré a mi departamento. ¿Tú?― lo miró. El chico la miró y sonrió.
―Iré a tu departamento.

Hyeon asintió y se concentró en la presentación de su amiga. Una vez terminó, Hyeon aplaudió, sonriendo. El talento de su amiga era brillante, y que pudiera demostrarlo era una victoria personal para Hyeon, porque siempre había querido que ella lograra ser famosa. Las personas comenzaron a retirarse del lugar, al igual que Hyeon y su amigo, que iban abrazados.

Cuando llegaron al departamento, ambos se quitaron los abrigos de invierno y los colgaron, luego dejaron el calzado en sus respectivos lugares. Hyeon fue a la cocina, a buscar algo para comer, mientras él la seguía. Antes de que pudiera hacer algo, el chico la atrajo hacia él para abrazarla. Agarró su brazo y lo mordió, como estaba acostumbrado. Hyeon se quejó, tratando de soltarse, mientras él se reía.

―¡Wooyoung, no me muerdas!― exclamó, tratando de soltarse.
―Es mi amor por ti, no lo rechaces― dijo él, luego le mordió la muñeca.
―¡Es que me duele!
―¡Tú también me muerdes!
―¡Pero no tan fuerte!

Wooyoung dejó salir su risa contagiosa, provocándole una sonrisa a Hyeon. Luego de un momento, se alejó de ella y le besó la frente, suave. La chica cerró los ojos, relajándose. Mentalmente, le agradeció a su amiga por invitarla ese día a las audiciones. De no ser por ella, Wooyoung y Hyeon habrían terminado siendo desconocidos que compartían un pequeño pasado juntos.

―Te quiero― susurró Wooyoung.
―Yo igual― respondió Hyeon, sonriendo.
―¡Te quiero morder!
―¡No!

Pero ya era tarde. Wooyoung la había levantado por la cintura y la llevaba a su habitación, donde planeaba morderle los brazos y las mejillas, lugares normales para ellos. Y algún lugar más, quizás.

―Woo, es que tú me haces daño― se quejó Hyeon, mientras Wooyoung agarraba su brazo.
―Eso es por no dejarme morderte cuando éramos adolescentes.
―Sí, claro.
―Te quiero― le besó los labios, luego le mordió la mejilla.
―También te quiero. ¿Por qué me muerdes?― cuestionó, con los brazos de Wooyoung en su cintura, levantando la remera.
―Porque eres como un mochi. Mi mochi, solo mío.
―Ajá...

Gente hice esto porque siempre que imagino a Wooyoung saliendo con alguien me lo imagino mordiendo a la persona TT especialmente después que Hongjoong (o Seonghwa, no me acuerdo) dijera que Wooyoung de cinco años parece alguien que mordía a las pe...

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Gente hice esto porque siempre que imagino a Wooyoung saliendo con alguien me lo imagino mordiendo a la persona TT especialmente después que Hongjoong (o Seonghwa, no me acuerdo) dijera que Wooyoung de cinco años parece alguien que mordía a las personas TT

O N E S H O T S {Ateez}Where stories live. Discover now