Yunho

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"Don't Stop"

Los tres chicos abren la puerta de la tienda de coleccionables, mientras una chica los observa desde su camioneta, con la boca tapada por una venda blanca

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Los tres chicos abren la puerta de la tienda de coleccionables, mientras una chica los observa desde su camioneta, con la boca tapada por una venda blanca. Sabe que se metió en problemas al guiarlos hasta ahí, pero no tenía ninguna otra opción. O era guiarlos, o era que la dejaran en manos del tipo que quiere el barco. De repente, siente que el agarre de sus manos se suelta, y, cuando mira, la soga ―que uno ató de manera bastante descuidada― está suelta. Se quita el cinturón de seguridad y baja de la camioneta, casi corriendo.
Los chicos ya están adentro, buscando lo que necesitan, así que no la escuchan. Ve que el más pálido de los tres abre la puerta que lleva a la caja fuerte, así que maldice por lo bajo. Tan idiota no es. El menor de los tres saca un arma para abrir, pero no lo logra.

―Así no lo van a abrir― dice, haciendo que giren a mirarla.
―¿Cómo saliste?― pregunta el mayor. La chica tiene la venda en el cuello y se ve agitada.
―Tengo mis maneras.
―¿Piensas ayudarnos? Podrías haber escapado― dice el menor. Ella levanta los hombros.
―Podría. Muévanse.

Los aparta y se acerca a la caja fuerte. Observa el teclado con los números y ruega que no hayan cambiado la contraseña. Aprieta los números, rápido. Cuando la puerta blindada se abre, sonríe, al igual que los chicos. El menor la agarra por el brazo y la aparta, mientras los más grandes entran, cuidando de no pisar ningún elemento de los que hay adentro.

―¿Qué buscan?― pregunta ella, moviéndose.
―No te muevas― el menor aprieta el agarre y ella se queja.
―Díganme qué buscan, quizás pueda ayudarlos.
―Hazla callar, Jongho― dice el mayor, moviendo la mano.

El chico, Jongho, sube la venda blanca y le tapa la boca, esta vez apretando con más fuerza el nudo. Ella maldice, pero su voz está amortiguada. Seonghwa observa cada uno de los papeles que hay, en silencio y con cuidado. Yeosang agarra la mayor cantidad de dinero posible, al igual que algunas piedras preciosas que hay dentro, guardándolas en un bolso negro. La chica los mira, pensando en todo lo que le haría su jefe si se entera que los ayudó. Pero estos tres chicos la van a ayudar, ¿cierto? Seonghwa encuentra lo que buscaba y sonríe, satisfecho. Agarra la pequeña carpeta con todos los papeles, incluso el que está firmado por un tal "KHJ" y los guarda en el bolso con el dinero y las joyas. Salen y Yeosang pone la puerta en su lugar, como si nada hubiera pasado.
Los cuatro salen afuera, mientras que Yeosang deja todo como estaba, llevándose con él las armas y objetos que usaron para abrir las puertas. Jongho sube a la chica en la parte de atrás de la camioneta, poniéndole un par de esposas y cierra la puerta. El que va a ir con ella atrás es Yeosang, mientras que él y Seonghwa van adelante, discutiendo quién sabe qué cosa. La chica no los escucha, solo observa cómo Yeosang mezcla un mazo de cartas, concentrado y con una habilidad que la sorprende.

―Es aquí― dice Seonghwa, frenando.
―¿Venimos por Wooyoung y San?― cuestiona Yeosang, continuando con las cartas.
―Sí.

Se bajan e intentan abrir la puerta, sin éxito. Seonghwa insulta y vuelve a subir a la camioneta. Desde adentro, les hace señas a sus amigos para que se aparten. Pisa el acelerador, avanzando directamente hacia la pared blanca. La camioneta quiebra la pared y entra a la habitación de cuatro paredes. Wooyoung y San los miran, tosiendo por el polvo levantado. Hay tres tipos tirados en el suelo, con polvo en sus prendas. Ambos chicos se levantan, con una caja color marrón. Seonghwa observa la caja, atento.

O N E S H O T S {Ateez}Where stories live. Discover now