yunho

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bakery

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Yunho

―¿Cómo crees que se sientan los panaderos luego de despertarse todos los días a la madrugada?― pregunté. Luego de unos segundos, recibí un ronquido como respuesta, haciendo que girara la cabeza. Minyeung dormía, con los labios entreabiertos. Suspiré―. Claro, no tienes dificultades para dormir...

Giré, dándole la espalda, y vi el reflejo de la luz de la luna en la habitación, que estaba completamente limpia. Llevaba viviendo aquí un par de semanas, y aún me faltaba traer cosas de la casa de mis padres. Recordé que el abuelo de Mingi era panadero, y él solía llevar las cosas que preparaba a la escuela. Su padre y él continuaron con el negocio, aunque a Mingi no le dejaban hacer mucho. Me levanté, despacio para no despertar a Minyeung, y me puse ropa abrigada, con la luz apagada. Luego, salí a la cocina, con el celular en la mano. Le envié un mensaje a Mingi, sirviéndome agua.

"oye, a qué hora comienzan a trabajar tus padres?"

"qué onda. Recién están empezando a amasar, yo los estoy ayudando a limpiar. por qué?"

"puedo ir?"

"claro, te esperamos"

Sonreí y me puse las zapatillas, luego salí, guardando el celular en el bolsillo del pantalón. Sabía dónde quedaba la panadería, y me dirigí hacia allí, metiendo mis manos en los bolsillos del buzo. Me agradaba caminar solo, más el fresco de la noche hacía que me sintiera relajado. Pasaban pocos autos por las calles, y había poca gente que caminaba por las calles.

Cuando llegué a la panadería de Mingi, vi que había luces encendidas, pero el cartel decía "cerrado". Le envié un mensaje a mi amigo, diciendo que ya estaba afuera, esperando a que me abrieran. Luego de un momento, apareció, sonriendo. Abrió y me dejó entrar, en silencio.

―Hola― dije, mientras él se limpiaba las manos en su mandil.
―¿Cómo va? ¿Por qué querías venir?― cuestionó, yendo hacia la cocina. Lo seguí.
―No podía dormir. A veces me pongo a pensar, y hoy se me ocurrió que los panaderos se levantan temprano a trabajar, y...

Cuando entramos a la cocina, vi a una chica de nuestra edad, haciendo la masa para algún bocadillo dulce. Fruncí el ceño, observándola con atención. Nunca la había visto en la panadería, y solía venir muchas veces. Mingi le dijo algo a su madre y ella me saludó, amable.

―Hola, señora Song― dije, con una sonrisa.
―¿Cómo estás, Yunho?― sonrió, metiendo una bandeja en el horno.
―Bien. Oye, Mingi, ¿quién es...?
―Mangi― me interrumpió la chica―, ayúdame a preparar esto. No puedo sola.
―Sí― dijo mi amigo, acercándose a la chica―. Ayúdanos, Yunho.
―Claro.

Me acerqué y copié los movimientos de la chica, en silencio. Mingi no me había contado de ninguna chica que trabajara con ellos. Y me lo debía, porque yo siempre le contaba todo.

Luego de terminar, Mingi suspiró, luego me miró.

―Bueno, Yunho, ella es Hyeon― presentó―, una vecina que vivía cerca de nosotros.
―Hola― sonrió ella.
―Hyeon, él es Yunho, mi mejor amigo.
―Un gusto. ¿Hace cuánto trabajas aquí?― pregunté, llevado por la curiosidad.
―Casi un mes. Mangi me contó que vives aquí hace poco. ¿Dónde vives?
―A diez minutos de aquí. Suelo venir cuando no puedo dormir, o cuando me piden ayuda.
―No trabajas para ellos.
―No― negó Mingi―. Trabaja en una oficina. Lo de aquí es como un pasatiempo.
―Aunque me gustaría, no puedo.
―¿Cómo está Minyeung?
―Bien. La dejé durmiendo en casa.
―¿Tienes novia?
―Algo así.

ʚɞ

Minyeung salió del departamento, casi corriendo, y suspiré, conteniendo las lágrimas. "No puedo seguir contigo, mis padres no te aprueban". Después de casi dos años de salir, y dos años de almorzar con sus padres. ¿Y no me aprobaban? No me la creí. Borré su número, en silencio, y dejé el celular en la mesa. Me pasé las manos por los ojos y miré la hora. Mingi aún no entraba a trabajar. Me puse las zapatillas y agarré el celular, luego salí, en silencio. Puse el código, bloqueando la puerta, y me dirigí al elevador. Apreté el botón y esperé, mirando el número bajar a medida que el elevador llegaba a mi piso.

Entré a la panadería al mismo tiempo que Mingi y Hyeon aparecían, ambos con un mandil puesto. Había poca gente, que atendieron rápido, mientras yo entraba a la parte de atrás, donde sus padres ordenaban las bandejas vacías.

―¿Qué ocurrió?― preguntó Mingi, entrando. Suspiré, haciéndome hacia atrás en mi asiento.
―Minyeung me terminó― dije.
―Pero no estaban juntos formalmente, ¿o sí?
―¡No! Pero conocía a sus padres. Su padre me dijo que, si quería estar con ella, podía hacerlo. Y ahora me dijo que era porque sus padres no me aceptaban. ¿Qué le pasa?
―Quizás... quizás sus padres le dijeron que tenía que estar con otra persona. O algo así... no sé. Pero no te preocupes, si no siguieron, es porque el destino tenía algo distinto para ustedes, y...
―¿Y desde cuándo estás tan sabihondo?― Hyeon entró, levantando las cejas. Mingi se rió.
―Siempre lo fui, queridita. En fin. Yunho, debo ir a atender, vuelvo en un momento. Hyeon, tú lo ayudas, sabes de estos temas.
―¿Qué temas...?
―Mingi― dije, pero se había ido. Suspiré, negando con la cabeza. Hyeon me miró, luego miró hacia otro lado.
―¿Qué ocurrió?
―Mi... no sé, mi situación, terminó conmigo hace media hora.
―Vaya, lo siento. ¿Quieres comer algo? Empezamos a hacer una receta nueva, y podrías probarla...

Asentí, mientras ella buscaba algo. La observé, y sonreí. Me ayudaba sin siquiera conocerme. Como Mingi.

ʚɞ

Hyeon dejó la comida en la mesa y la miré, en silencio. Se sentó frente a mí, sacando su celular, y le sacó una foto a la comida, luego escribió algo. Sonrió, leyendo la pantalla de su celular, mientras yo me servía.

―¿Qué pasa?― dije, curioso. Negó.
―Le mandé la foto a Mangi. Dijo que te dijera que tengas cuidado por si te llegas a intoxicar― se rió, escribiendo―. Siempre hace lo mismo, aunque su madre le ha dicho que cocino mejor que él, así que...
―¿Que cocinas mejor que él? Vaya, debe haberle dolido demasiado. A Mingi le encanta cocinar.
―¿Cierto? Siempre está haciendo cosas nuevas. Igual la mayoría le salen muy ricas. Pruébalo, y dime qué tal está.
―Oye, ¿te gusta?― dije, agarrando la comida con los palillos. Me miró―. No me mires así, es como si hubiera insultado a tu abuela...
―Claro que no me gusta. Es mi amigo― dijo, negando―. Además, no podría hacer eso. Su hermano es mi... cuñado, digamos, y no saldría con él. Lo quiero como un hermano.
―Oh. No sabía. Nunca me dijo. Es como si me hubiera dejado de querer.

Se rió, mientras yo seguía comiendo. Lo último había sido un chiste. Mingi me contaba casi todo, y que no me contara qué relación tenía con Hyeon era un poco molesto. Además, yo era bastante... celoso.

―Ya, Yunho― dijo, haciendo que la mirara―, escucha esto. "si Yunho fuera tu novio, sería afortunado de que no lo intoxiques con tus comidas. Hace un año terminé en el hospital por tu bulgogi"― leyó. Miré la comida, en silencio.
―¿O sea que me voy a intoxicar?― dije, con la boca llena. Se rió, negando.
―¡Claro que no! Él dice que fue por eso, pero no hay pruebas. Incluso su madre le dijo que no fue por eso.
―Oh... gracias por la comida, por cierto.
―No hay de qué.
―¿Por qué Mingi cree que sería tu novio?
―No sé. Le gusta molestar.
―¿Pero te gusto?
―Yunho― me miró, dejando el celular un momento―, eres mi amigo. Recién nos empezamos a conocer.

Asentí, mirando la comida, y revolviéndola con los palillos. No le dije nada. Nos conocíamos hacía más de dos meses, pero, si era poco para ella, entonces era poco. "Pero tú a mí me gustas" pensé, mirándola.

O N E S H O T S {Ateez}Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum