La chica (FanFic de Minho)

Capítulo 8

|Narra Ashley|

Estábamos salvados. Miré a Minho con euforia. Él me sonrió y ayudamos a Thomas a levantarse. Nos dimos un abrazo de grupo y al separarnos, Minho se quedó mirándome. Sin darme cuenta, se lanzó hacia mi y me estrechó entre sus musculosos brazos. No supe cómo reaccionar y me quedé paralizada, tensa y al final le devolví el abrazo, apoyando mi cabeza en su pecho. Thomas carraspeó y nos separamos bruscamente, me tapé la cara, avergonzada.

Fuimos en busca de Alby y le soltamos de las enredaderas en las que había estado atado toda la noche.

Corrimos, como si nuestra vida dependiese de ello, bueno, de alguna manera, así era. Al ver la salida, estábamos exhaustos. Vimos a los clarianos marcharse, habían perdido la esperanza de volver a vernos. Salí corriendo hacia la salida y me tiré al suelo de rodillas, alzando los brazos y gritando a pleno pulmón:

-¡Estamos de vuelta, putos!

Minho se rió y dio un grito, solo que a él no se le entendía. Todos lo clarianod se giraron y se quedaron atónitos. Salí corriendo a abrazar a Newt y luego a Chuck. Le tiré de los mofletes y le sonreí con dulzura. Gally me abrazó por un lado y me besó la mejilla, me susurró algo al oído que no pude entender por el ruido que hacían el resto de pingajos, celebrando nuestra llegada.

Giré la cabeza para buscar a Minho, el cual miraba a Gally con infinito desprecio. Cuando me iba a acercar al chico, alguien me abrazó por detrás y me giré, viendo a una Teresa con los ojos llorosos.

-¡Fuca idiota! -Me gritó- ¿Sabes que casi muero de un infarto?

No pude evitar reírme, sabía que estaba exagerando. Me despedí de ella con un abrazo y fui a donde estaba Minho, quien estaba de espaldas charlando con Newt. Los mediqueros ya se habían llevado a Alby para inyectarle el Suero.

Me acerqué por detrás y le tapé los ojos al asiático. Le susurré de manera seductora: ¿Quién soy?

Sus músculos se tensaron y su respiración se aceleró.

-Tranqui que soy yo- Le dije destapándole los ojos y dejando que viese mi cara. Rodó los ojos y me ignoró, se fue andando hacia la Hacienda, y me quedé confusa.

-*¿Qué le pasa?*- Preguntó la voz de Teresa, que había contemplando toda la escena.

-*No tengo ni fuca idea*- Respondí, dirigiendo mi mirada hacia ella y haciendo una mueca de incomprensión.

-*Ve con él*- Me sugirió, la hice caso a la primera, porque alguna vez intenté rechazar su ayuda y no salió muy bien que digamos...

Me dirigí a la Hacienda, repasando un discurso para empezar a hablar con el chico de una manera cordial y civilizada.

Subí las escaleras, saludando a Fritanga. Al entrar vi a Minho tumbado en su cama, con su cabeza apoyada en sus dos manos.

-¿Qué te pasa, gilipullo?- Grité, olvidando completamente mi planeado discurso.

-¿Qué que me pasa? ¿Qué que me pasa? - Dijo alzando la voz- No tengo ni idea.- Arqueé las cejas, pues no comprendía.

Suspiró y se incorporó para sentarse en la cama.

- Pues que desde que has llegado con tus fucas tetas nadie te quita el ojo de encima. Y tu pasas de mí, pingaja.

- ¿ Qué yo paso se ti? Mira, si algo se ha hecho clonc en tu cerebro no es mi fuca culpa- Grité indignada. Se levantó pero yo le empujé con las dos manos y le tiré a la cama, pero el me arrastró, haciéndome caer a su lado.

Intenté volver a levantarme pero no lo logré, me jaló del brazo de nuevo. Nos quedamos cara a cara, a bastante pocos centímetros. Nos quedamos intercambiando miradas hasta que finalmente, se incorporó con rapidez y juntó sus labios con los míos.

Una explosión de emociones me recorrieron el cuerpo. Sentía un zoológico dentro de mí. Le seguí el beso con gusto. Sus labios eran realmente cálidos y suaves, me gustaba la sensación de que encajaban a la perfección con los míos. Lamentablemente, al ser humanos necesitamos oxígeno y tuvimos que separarnos. Nos quedamos mirándonos fijamente hasta que ambos apartamos la mirada al mismo tiempo.

- T-t-tenemos que irnos a la reunión- Dijo con la voz entrecortada. Toda su sangre se concentró en sus mejillas haciéndole adorable. Asentí y le di un pico rápidamente. Me quise levantar de la cama pero él seguía agarrando mis brazos. Me acercó a su cara, pidiendo más.

Negué con la cabeza, avergonzada, y me levanté, salí de la habitación y baje las escaleras, vi a todos los guardiabes reunidos en una zona común de la Hacienda y a Thomas sentado con Teresa en una esquina. Me dirigí hacia ellos pero Gally me impidió el paso. Me agarró de los brazos, haciéndome imposible la acción de andar. Me sonrió y me dió un corto beso en la mejilla me preguntó si estaba bien y yo asentí.

Retomé mi rumbo hacia el lugar en el que se encontraban mis dos amigos telepáticos y me j junto a ellos.

-*¿Qué creéis que pasará?*-Preguntó Teresa.

-*Cualquier cosa*- Respondió Thomas, se le notaba la inquietud en su cuerpo. Apretó las manos en un puño y Teresa las cogió, calmandole. Le miré preocupada. ¿Serían capaz de desterrarnos? Al fin y al cabo, habíamos incumplido la primera norma del Claro.

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NUEVO CAPÍTULO ¡Si!

Bueno primero daros mil gracias por esas más de 500 visitas ._. Y deciros que como lo habéis estado pidiendo, posiblemente haya un maratón mañana, pero no prometemos nada, no os hagáis ilusiones pues la semana que viene la tenemos ocupada con exámenes pero después de eso escribiremos un montón ¡yey!

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Julia y Mire