Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐

Capítulo 55. Libre

Jungkook

No me toma mucho tiempo alcanzar a Lydia. Una vez que capté su olor en Jimin, fue fácil rastrearla a través del lugar. Dejo el pabellón del banquete y me dirijo hacia las luces parpadeantes, finalmente la veo frente a uno de los puestos de comida cerca del laberinto de nieve. Está haciendo cola para comprar vino caliente y se ve exactamente igual que la última vez que la vi.

Espero el tirón familiar en mi corazón, que nuestro vínculo active a mi lobo, para escucharlo cantar en mi cabeza como lo hace con Jimin. Pero nunca llega. No me siento obligado a reclamarla, ni siquiera a acercarme a ella. Si no fuera por el hecho de que había estado alrededor de Jimin y mi cachorro, ni siquiera consideraría acercarme a ella.

Estoy asombrado al darme cuenta de que, después de todo este tiempo, finalmente estoy libre de su influencia. Finalmente la superé, y ella ya no tiene ningún poder sobre mí.

¿Cuándo pasó eso? Me pregunto. La última vez que la vi fue hace más de un año, y aunque no había sentido nada parecido al afecto por ella, mi lobo había reconocido a nuestra pareja como siempre. Había química entre nosotros a pesar de que no quería tener nada que ver con ella.

Por otra parte, tal vez el hecho de que sentí tanta animosidad por ella entonces era evidencia de sentimientos persistentes. Honestamente puedo decir que ahora no siento nada por ella, y eso parece mucho más definitivo en este momento.

Respiro para tranquilizarme y me acerco. Lydia se vuelve hacia mí cuando todavía estoy a unos pasos de distancia y jadea sorprendida. —¡Kookie!

Siento que se me erizan los pelos instintivamente. No creo en su muestra de sorpresa ni por un momento. Obviamente sabía que estaba aquí porque ayudó a Jimin en el baño, y mi olor estaba en todo su cuerpo. De hecho, conociendo a Lydia, probablemente se acercó a Jimin para diseñar esta situación a su conveniencia.

Estoy molesto conmigo mismo por caer en su juego, pero tampoco podría hacer otra cosa. Una hembra celosa es una amenaza para mi pequeño humano, especialmente cuando el título de Luna está en disputa.

—¿Qué haces aquí, Lydia? exijo con frialdad, sin molestarme en saludarla.

—Oh, vamos, Jungkook, ¿Es esa una forma de saludar a tu pareja?— Lydia sonríe, batiendo sus pestañas.

—No hagas eso,— gruño —No hemos sido compañeros durante mucho tiempo, y sé que te acercaste a Jimin, ¿Qué pretendes?

—Puede que ya no estemos casados, pero siempre seremos compañeros, te guste o no.— Ella me recuerda, su sonrisa se atenúa pero no desaparece, —Y tenía curiosidad. Escuché que encontraste una nueva Luna y quería ver mi reemplazo por mí misma.

—Jimin no es tu reemplazo.— digo furioso, —Él no tiene nada que ver contigo en absoluto.

—Él es una cosita bonita, te lo concedo.— Lydia se burla a cambio, mostrando sus colmillos, —Pero parece terriblemente sumiso y no en el buen sentido de la palabra. Pensé que te gustaban las parejas fuertes, no una criatura frágil que tienen miedo de sus propias sombras.

—No voy a hablarte de mi pareja, ni voy a dignificar tus comentarios con una respuesta.— declaro con frialdad, —¿Dónde está tu nuevo esposo de todos modos, seguramente no viniste sola hasta aquí?

—Oh, él está de vuelta en la manada Bloodbane. No le gusta viajar.— responde aburrida.

—¿Sabe que estás aquí?— le cuestiono, preguntándome si las cosas están lo suficientemente agrias entre ellos como para que a él no le importe, o si ella se está escondiendo todo esto a sus espaldas. No conozco a un Alfa vivo que permitiría que su Luna fuera a visitar a su ex a solas, incluso si tuvieran una relación infeliz; se vería muy mal para su reputación.