Capítulo 6. Un hombre lobo

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—¿Tu cachorro?— repito, dándome cuenta de que debo sonar como un idiota por la forma en que sigo repitiéndolo, pero todo es demasiado extraño y surrealista. Siento que estoy teniendo un sueño, uno que puede o no ser una pesadilla. —¿De qué estás hablando?

Podría haber estado admirando su destreza física hace un rato, pero ahora vuelvo a pensar que Jeon Jungkook es simplemente aterrador. He conocido una buena cantidad de hombres malos, pero ninguno de ellos me ha intimidado tanto como él. Es como si fuera sobrehumano, emitiendo ondas de energía que me dan ganas de acurrucarme en una pequeña bola a sus pies.

—Tú.— entrecierra los ojos hacia Hoseok y luego me hace un gesto. —¿Es esto lo que hiciste con mi esperma, inseminaste a tu amigo?

—¡Por supuesto que no!— él se opone inmediatamente, aunque hay un notable temblor en su voz. —Sí, inseminé a Jimin la semana pasada, pero no con tu esperma. Eligió a un donante del expediente de nuestros clientes.

—Estás mintiendo.— lo acusa, declarando sus palabras como si fueran un hecho. —Él claramente sabía sobre las muestras, ya que vino a defender tu caso.

—¿Hiciste eso?— Hoseok me mira sorprendido.

—Sí, pero solo estaba tratando de ayudar. Pensé que podría mostrarte misericordia si se daba cuenta de que nunca harías nada para arriesgar tu carrera.— digo a manera de disculpa, —Lo siento mucho, solo quería ayudar.

—Está bien.— me dice suavemente, acariciando mi mano y girando de vuelta a Jeon. —Eso no significa que haya hecho eso que usted sugiere… quiero decir, sí, lo inseminé el mismo día que su muestra desapareció, pero… no, no es posible, su muestra estaba en un refrigerador aparte…— se calla de nuevo, mirando la pantalla de ultrasonido con los ojos muy abiertos —Oh, Dios mío…

—¿Qué?— pregunto, más que confundido.

—No es humano.— murmura de nuevo, tan bajo que apenas puedo oírlo. De repente, se da la vuelta y mira a un muy molesto Jeon Jungkook con verdadero miedo. —Lo juro, no lo hice a propósito. ¡No sé cómo sucedió!

—¿Por qué sigues diciendo que no es humano?— pregunto, más que exasperado —¿Qué más podría ser? ¿Un extraterrestre?

—No finjas que no sabes.— el hombre enfurecido gruñe. —No pretendan que ustedes dos no planearon esto precisamente por esa razón.

La mano de Hoseok está temblando sobre la mía ahora. —Jimin cuando te conté sobre las muestras, solo te conté la mitad de la historia.— explica —Tuve que firmar mil documentos de confidencialidad, porque ciertos secretos venían junto con la realización de pruebas en las muestras del Sr. Jeon.

—¿Qué secretos?— exijo, sintiendo como si todos a mi alrededor estuvieran hablando en código.

—Él no es…— comienza, mirando nerviosamente al enorme hombre. —Él no es humano… es un hombre lobo.

Antes de que puedan detenerme, estallo en carcajadas. 

—No, en serio, ¿qué es?

—Es verdad.— Hoseok susurra con urgencia —Es un hombre lobo.

—Hoseok.— le digo, casi seguro que estoy soñando ahora —Los hombres lobo no son reales.

—Yo tampoco creía que lo fueran— confiesa, — hasta que empecé a trabajar aquí. Este laboratorio es tan renombrado porque hay dos lados del negocio. La mitad de nuestro banco está dedicado a muestras de cambiaformas, de hecho, muy pocos humanos trabajan aquí, porque a muy pocos se les confía la verdad.

Estoy empezando a preocuparme de verdad por mi hermanito —¿Estás drogado?— pregunto en voz baja.

—Él no está drogado.— Jeon retumba, atrayendo mi atención de nuevo a su rostro. Ahora estoy seguro de que sus ojos brillan. El tono verde generalmente penetrante ahora parece casi neón, están tan llenos de luz. La evidencia está justo frente a mí, pero mi cerebro no sabe cómo procesarla. En cambio, se apaga. Siento una repentina ola de mareo, y lo siguiente que sé es que todo está negro.

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora