Capítulo 18. Esto es Halloween.

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Dejo la bandeja sobre la mesa y luego me siento. Observo a mis amigos mientras hablan en un intento de ponerme al corriente de su conversación. Mientras los escucho tomo la gelatina que he comprado y la abro para comerla.

—¿Entonces iremos a la fiesta del fin de semana? —pregunta Elisa, la emoción se puede notar en sus ojos.

—¿Habrá una fiesta este fin de semana? ¿Quién la organiza? —inquiere Allan.

—¿Es en serio, americano? ¿Cómo no vas a saberlo?

Allan se encoge de hombros, completamente perdido.

—Espera, sí sabes que se celebra el fin de semana, ¿no? —le pregunto.

—Eh, no... ¿debería saberlo?

—Por supuesto que deberías saberlo. Allan, por Dios, ¡es Halloween!

Esto es Halloween, esto es Halloween, Halloween, Halloween, Halloween, Halloween... —canto a la vez que muevo mis manos, Elisa se une a mí para cantar el coro. Luego ambas nos miramos, orgullosas de sabernos la canción de El extraño mundo de Jack.

El chico nos mira a ambas, totalmente sorprendido. Creo que olvidó la fecha.

—No puede ser, lo olvidé por completo.

—Qué bueno que tienes dos excelentes amigas que te lo recuerdan.

—Gracias... y bien, ¿dónde será esa gran fiesta?

Elisa toma su teléfono, supongo que para revisar la invitación y yo termino de comerme mi gelatina. Veo lo que queda de mi almuerzo en la bandeja y abro el envase en el que viene la pasta que pedí. El olor me golpea el rostro enseguida y sonrío. Joder, qué delicia. Me pregunto si Colin ya habrá almorzado. De inmediato tomo mi teléfono y le escribo un mensaje preguntándole.

—Será en un lugar llamado Purple Ground. Nunca he ido, pero según Dallas es muy bueno —dice Elisa.

—No importa dónde sea la fiesta, es Halloween, si quisiéramos nos aventamos una fiesta en un estacionamiento y sería épico.

—¡Esto es Halloween! —vuelvo a decir emocionada.

—¡Esto es Halloween! —repite Allan.

—Halloween, Halloween, Halloween, Halloween —terminamos los tres al unísono.

Seguimos con nuestra conversación, planeando nuestros disfraces para el fin de semana. En ese momento me llega un mensaje de Colin diciéndome que está almorzando, y una foto de él con su comida. Sonrío, admirando lo precioso que es. Le respondo, además de avisarle que posiblemente no nos veremos hoy. Él igual responde que tiene entrenamiento. Lo había olvidado, la nueva temporada está cerca. De pronto recuerdo a mi hermano. Demonios, ¿cómo voy a manejar esto ahora que mi novio es parte del equipo rival de los Alces Marrones?

Mis amigos me hablan para que vuelva a la conversación y salgo de inmediato de mis cavilaciones.

[...]

Allan aparca frente a una tienda que vende ropa de segunda mano. Entramos y comenzamos a buscar prendas para poder armas nuestros disfraces. Elisa ha dicho que Dallas y ella se vestirán como Morticia y Gomez Addams. Allan no sabe mientras que Lauren busca en internet por algunas ideas.

—¿Crees que esto funcione? —pregunta Allan a su novia.

—¿Qué se te ocurre hacer con eso? —devuelve ella. El chico se encoge de hombros—. Seguiré buscando.

La verdad nunca creí que Allan conseguiría novia. No porque no sea guapo, porque lo es, solo no me lo esperaba. Creía que se enfocaría en sus estudios para poder aplicar a una universidad en su país. Sin embargo, ha sido una grata sorpresa. Ambos se ven muy lindos juntos y se nota que disfrutan lo que están construyendo. Suspiro. Todo eso me ha hecho pensar en mi propio novio. Yo tampoco creí que terminaría estando con él, y enamorada de él. Lo resistí por tanto tiempo que al final me fue imposible hacerlo por más tiempo. Es por eso que ahora me encuentro aquí, buscando ropa para poder crear nuestros disfraces. Solo espero que acepte la idea que tengo en mente.

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