Capítulo 14. Del tipo romántico.

5 0 0
                                    




¿Es esto real o el alcohol ya me hizo efecto y comencé a alucinar? Le echo un vistazo. Lleva puesta la misma chaqueta marrón que llevaba el día que lo vi por primera vez, una camiseta blanca, un jean azul claro y unas botas. Dios mío este chico... incluso con una bolsa de basura se vería bien. Elevo mi vista y lo veo esbozar una sonrisa de lado. Trago grueso. Colin está aquí. En serio está aquí y no estoy alucinando, pero, ¿qué está haciendo aquí?

—¿Qué haces aquí?

Su sonrisa se ensancha y se inclina hacia mí para hablar cerca de mi oído.

—Vine a verte.

Joder. Un escalofrío se desliza por toda mi columna al sentir su aliento chocar contra mi oreja.

Tranquilízate, maldición.

Quizás debí haberle hecho caso a mi madre. Sacudo la cabeza, intentando despejar mi mente de cualquier otro pensamiento que no sea el hecho de que vino a verme. Demonios, ¿de qué se trata esto?

Giro mi cabeza, buscando a mi mejor amiga pero la veo lejos bailando con uno de nuestros compañeros. Oh, vaya. Me vuelvo hacia Colin, quien no deja de sonreír y tomo su mano, sacándolo de esa sala abarrotada de gente y llevándolo al patio.

—No puedo creer que estés aquí —comento, una vez llegamos a un punto tranquilo en el patio.

—¿Por qué no? —inquiere él, ladeando su cabeza con curiosidad.

—Porque... ¿cómo encontraste la fiesta?

Colin se encoge de hombros, casi restándole importancia al asunto.

—Le pregunté a unos amigos.

¿A unos amigos? ¿Tiene amigos en la preparatoria?

—De acuerdo... —murmuro, un poco recelosa.

—Pero oye, si te estoy incomodando puedo irme. Solo quería verte y... ya lo hice.

Lo miro y no puedo evitar pensar que se me hace un chico muy tierno. Muy guapo y muy tierno.

—No, no es nada de eso. Yo solo... no me esperaba esto, ¿sabes? Nunca imaginé que podrías venir aquí solo para verme —confieso.

Él me sonríe y lleva su mano hasta su nuca, luciendo nervioso.

—Bueno, la verdad es que creí que sería un gesto romántico o algo así. No lo sé, he visto muchas películas, supongo.

Una pequeña risa se me escapa. No puedo creerlo. En serio este chico es demasiado tierno, ¿por qué no actuó así desde el primer día que lo conocí?

—Está bien, no te preocupes. Siempre he creído que no soy del tipo romántico así que nunca ando pensando que cosas así podrían ocurrirme —digo, encogiéndome de hombros.

—Y yo que planeaba conquistarte con gestos románticos, creo que ahora tendré que cambiar de plan —enuncia, fingiendo decepción.

Vuelvo a reír, a la misma vez que niego con la cabeza. No puede ser.

—¿Sabes qué? Gracias por haber venido hasta aquí solo para verme. Fue algo inesperado pero supongo que sí, es un gesto muy lindo.

—¿De verdad lo crees? —pregunta, con mucha ilusión.

Le sonrío y asiento. Colin esboza una gran sonrisa de felicidad.

—Claro. Fue algo inesperado, por supuesto, pero supongo que eso es lo que lo hace lindo.

—Vale. Me alegro de que te haya gustado, entonces.

Lo veo a los ojos y él me devuelve una mirada cálida. No puedo creer que en serio esté aquí; que haya venido hasta aquí solo para verme. Estoy asombrada.

Más que un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora