Capitulo Treinta y Siete.

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—¡Tu pelo es rosa, papi!

Riendo, Zayn inclinó la cabeza para permitir que Max y las gemelas hundieran sus deditos en su cabello, tocando las nuevas mechas que su hermana le había obligado a lucir y desordenando el prolijo trabajo de la peluquera al acomodarlo en un "casual y juvenil estilo". Zayn había rodado los ojos con aburrimiento al escuchar esas palabras, logrando que Lena lo golpeara con una revista doblada y lo tratara de maleducado.

Hasta podía escucharla mascullar una queja ante el maltrato que su peinado estaba recibiendo, pero no le interesaba. Bueno, siendo sinceros, pocas cosas que salieran de la boca de su hermana le interesaban.

—Oh dios, no puedo creer que realmente dejaras que Lena tomara una decisión así por ti —Alex apareció, una sonrisa traviesa en sus labios antes de que atrapara a Zayn bajo su brazo y raspara sus nudillos contra su cabello con fuerza—. ¡Agradeceme el haberte pasado un poco de mi atractivo, gracias a mi te ves bien!

—¡Si fuese igual a ti, sería un sapo feo! —Zayn se quejó, intentando alejarse de él—. ¡Ya sueltame!

—Agradecemelo, vamos, quiero escucharte darme las gracias por ser bonito como yo.

—¡Sueltame, Alex!

El mayor raspó sus nudillos con más fuerza—. ¡Vamos, dilo!

El bolso rojo de Lena subió antes de bajar con fuerza contra la cabeza de Alex—. ¿Que hay de mi agradecimiento, mocoso mayor? —ella chilló—. Yo fui la que vine primero, ambos deberian agradecerme a mi el ser atractivos.

—Pff, ni siquiera tenemos un año completo de diferencia —Alex señaló—. Si fueses bonita, nuestros padres no se hubiesen apurado tanto en tener otro hijo. Obviamente, intentaban reparar su falla.

Y suavemente, lo más disimuladamente que pudo, Zayn se deslizó fuera del agarre de su hermano y se alejó silenciosamente. Si había algo bien sabido para todos los que conocían a Lena, era que jamás debías enojarla a drede si no querías probar de primera mano que ella no había olvidado los cuatro años de karate que hizo de pequeña.

Las gemelas, lo suficientemente inteligentes para percatarse del estado de animo, corrieron lejos, arrastrando a Max con ellas. Y Zayn, para no ser menos, salió disparado detrás de ellos, en el momento justo en que Lena lanzó la primer patada y Alex cayó. Era sabido como iba a terminar eso, y Zayn prefería estar una distancia considerable cuando el fin llegara.

Los niños se dirigieron a la puerta que daba al jardín trasero, Zayn los siguió de cerca, pero no logró traspasar la misma gracias a un brazo que se envolvió alrededor de su cintura y lo detuvo.

—¿A donde tan rápido, pequeño?

Dejó caer la cabeza hacia atrás, chocando contra el pecho del mayor mientras se quejaba:— Liaaaaam.

—No puedo creer que realmente pintaste tu cabello de rosa. —comentó, pasando su mano por las hebras coloridas como los niños habían hecho.

—¿No te gusta?

—Me encanta, —tomó un puñado de cabello en sus dedos, rozando suaves besos en sus labios—. ¿Como puedes verte tan malditamente bien con todo lo que te pones?

—Es lo que tiene el haber nacido atractivo. —sonrió con superioridad.

—No tengo ninguna replica a eso —lo atrajo por la cintura, hundiendo su rostro en su cuello y besando suavemente su piel—. Eres precioso.

Mordiendose el labio, Zayn se alejó de él un poco y miró alrededor un tanto cohibido. Una cosa era que él lo dijera en broma, pero Liam lo decia como si realmente lo creyera y no sabía como sentirse con eso exactamente.

¿Ahora me ves? |Ziam|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant