Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*

7. My Hometown

Intenté varias veces hablar con Louis acerca de Cassie, pero nunca me atrevía a hacerlo. A veces incluso solía traer a Eleanor al estudio. Había llegado a conocerla bien y sabía que era una buena persona, por lo que empezaba a molestarme el hecho de que Louis hubiera besado a mi amiga teniendo novia. Por nada del mundo iba a permitir que le hicieran daño a Cassie, ni el mismísimo Louis Tomlinson. Sin embargo, decidí no precipitarme.

En cuanto a Harry… bueno, la cosa no iba demasiado mal. Seguía lanzando sus comentarios provocadores de siempre y yo le respondía de la misma forma, pero la cosa nunca llegó a nada más.

Era un jueves por la mañana cuando ambos llegamos al estudio demasiado temprano. Nos sentamos en uno de los sillones de piel de la sala, uno en frente del otro. Cuando estábamos todos juntos, Harry y yo podíamos entablar una conversación fluida sobre cualquier tema en general, pero cuando estábamos solos, la cosa cambiaba.

Se notaba la tensión.

De repente, se incorporó en el sillón de un salto.

-Juguemos a las 20 preguntas. –Dijo con una sonrisilla.

-¿Hablas enserio? Eso es muy infantil, Styles. –Puse los ojos en blanco, riendo.

-Está bien, como quieras. No pensé que fueras tan aburrida. –Volvió a apoyarse en el respaldo, enfurruñado.

¿Aburrida? Ni hablar. –Está bien, juguemos. Pero solo 10 preguntas. Tú empiezas.

Su sonrisa ahora era enorme. –Bien, a ver, empecemos con algo fácil. ¿Comida favorita?

Contesté sin dudar. –La lasaña casera de mi padre. ¿La tuya?

-Los tacos caseros de mi madre. –Sonrió. Qué adorable. –Te toca. –No dejaba de mirarme. Me sentía algo intimidada.

-Está bien, mmm… si pudieras vivir en cualquier lugar del mundo, ¿dónde sería? –Di un sorbo al café que había comprado previamente al pasar por Starbucks.

-En cualquier parte, siempre y cuando estuvieras tú. –Me miró de forma incitante y divertida. Así que esas teníamos. Sin darme tiempo a responder, exclamó: -Nah, hablando en serio, elegiría Londres. Todo lo que me importa está allí, toda mi vida. –No sabía por qué, pero su respuesta me entristeció. -¿Qué hay de ti?

Carraspeé. –Estoy bien en California. Pero, no sé, quizá me gustaría volver a Texas algún día. Ver el lugar en el que crecí y todo eso. Sería muy especial para mí. Bien, tu turno. –Cambié rápidamente de tema, no quería ponerme melancólica.

Entonces vi cómo a Harry se le iluminaba la mirada. –Espera aquí. –Se levantó y salió al pasillo. Le oí hablar por teléfono. ¿Qué estaría haciendo?

Después de un rato, volvió a aparecer su rizada cabellera por la puerta. Se sentó en el lugar que había ocupado antes, sin dejar de escribir algo en su móvil. No dijo nada en un rato, hasta que decidí romper el silencio.

-¿Vas a decirme que estabas haciendo ahí fuera o vas a hacerte mucho de rogar?

-Bueno, no es nada importante. –Intentó restarle importancia al asunto, pero la emoción en su voz lo delataba. –Verás, teníamos organizado un pequeño evento fan en Nueva York para el mes que viene y, no sé, he pensado que quizás podríamos desviarnos un poco del camino y parar en Texas por un día. Acabo de llamar a tu padre para proponérselo, y ahora solo queda la confirmación. –Su mirada se iluminaba más y más cada segundo que pasaba. –Además, siempre he querido ir allí.

No podía creer lo que oía. Balbuceé.

-¿Has… has hecho esto… por mí? –Mi cara debía de ser un poema en ese instante.

-Mentiría si dijera que no, Alex.

-Pero, ¿por qué?

-Porque me gustas, ¿no lo ves? Y porque me importas, por mucho que trate de evitarlo.

Por más que intentara aguantarme, no pude. Mi corazón botaba de alegría. Me levanté de un salto y…le besé. Sí, después de tanto tiempo soñando solo con conocer a Harry Styles, ahora le estaba besando. Y él me correspondía. Nunca me había sentido de esta forma, quería llorar y reír a la vez. Me separé de él y le miré a los ojos.

Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, sobresaltándonos en el acto.

-¡Sentimos llegar tarde! El coche de Louis se quedó sin gasolina y, ya que estábamos parados, ¡fuimos a desayunar! –Niall apoyó la guitarra en uno de los sillones y la sacó de la funda.

Louis nos miró sospechosamente. -¿Ha pasado algo aquí que debería saber? –Alzó las cejas sugestivamente.

Esa pregunta debería hacértela yo primero, ¿verdad, Tomlinson?