YOU HATE ME...? ; Tom Kaulitz.

"CAPÍTULO 34."

Después de unos minutos escuché de nuevo como abrían la puerta, seguía sentada en el sillón con mi bebé en brazos y la mirada agachada hacia este, sintiendo un nudo en mi garganta.

"Lil, compre esto para ti." Habló Edelain con una sonrisa.

Esta se le hizo raro que no le contestara, sin dudarlo salió corriendo hacia mí.

"¿Qué pasa Lilith? ¿Por qué estas así?" Dijo hincada enfrente mío y tomando mis mano temblorosa.

"Ede... quiero irme de aquí." Hablé bajo sin levantar la mirada.

"Primero tranquilízate." Se levantó sentándose a mi lado sin soltar mi mano.

"Necesito irme de aquí..." Hablé mirándola fijamente.

"¿Qué pasó?" Pregunto preocupada por verme así.

Le conté todo lo que sucedió minutos antes, esta estaba hirviendo del enojo, quería ir hacia estas mujeres pero sabia que no era momento de dejarme sola.

"Ahora entiendes por qué necesito irme de aquí." Dije seria.

"Si... ¿pero qué le dirás a Tom?" Habló sin dejar de soltarme.

"No le diré nada..." Dije seria.

Quería alejarme de Tom, no me importaba que este fuera el padre de Liam no pensaba seguir con el después de que por su culpa pasara todo esto. Estaba decidida a alejarme de el, que Tom no supiera más de nosotros, así que también engañe a Edelain, después de todo si me iba a alejar de él también tenia que hacerlo de todos los chicos, aunque me doliera.

"¿Se lo dirás cuando vuelva?" Volvió a preguntar.

"Edelain, necesito que me hagas un favor." Dije sin dejar de verla.

Le conté que me dejara quedar en su casa debido a que no quería volver a correr el riesgo, lo que le pedí para que Tom no se enterara rápido fue que entretuviera al guardia que dejó este para cuidarnos, ya que si este se daba cuenta que me fui no dudaría en avisarle, podía aprovechar esa oportunidad para irme sin que este se de cuenta en el momento, Edelain no le parecía al principio pero tampoco estaba de acuerdo con dejar que siga aquí, así que no pudo negarse, lo que no sabía es que realmente no iba a irme a su casa.

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Pasaron dos días después de eso, era el momento de irme de aquí, durante esos días pude buscar y rentar una casa, tenía mucho dinero guardado de lo que gane así que no había problema, Edelain se encontraba fuera del departamento junto al guardia, yo ya estaba lista con las maletas, al bajar con estas y mi hijo en brazos le pedí a la recepción que si podía pedirme un taxi directo a la dirección que le indique, cuando llego el taxista me ayudo a subir mis cosas ya que era mucho y no podía por mi bebé, durante el transcurso de este empezaba a dudar por todo lo que estaba haciendo, pero era lo mejor, Tom era un riesgo para mí y Liam, no podía permitir que este estuviera cerca de él, después de todo nunca debí haber vuelto con él. "Lo siento chicos" fue lo único que pensé en mi mente por hacerles esto, pero estaba harta y cansada.

(...)

"2 semanas después."

Recibí muchas llamadas de Edelain desde que me fui, solo le conteste la primera vez que me marco y le explique las cosas, pero esta estaba muy enojada por lo que hice, aunque quisiera volver no podía ya que estaba segura que Tom ya se había dado cuenta y no faltaba nada para que este volviera, después de todo tampoco volví a contestar sus llamadas, no dudaba que incluso ya estaba de nuevo aquí. Desde que llegué a la casa nueva estuve buscando a niñeras que pudieran cuidar a Liam ya que yo había conseguido otro trabajo gracias a Dylan, este de suerte me marcó lo cual no dude en contestar, necesitaba la ayuda de alguien, de un amigo y Dylan fue el indicado, pero debido a eso tuve que contratar a una niñera para cuidar a mi bebé, no quería hacerlo pero era a lo que me tenía que atener, pero me tranquilice un poco al conocer a Esmeralda la cual era muy conocida por ser una de las mejores niñeras, esta ya estaba grande, tenia 60 años, debido a eso ya nadie queria contratarla, pero yo no dude en hacerlo, fue la única que mostró una vibra muy linda, al contrario de las otras personas, y no me equivoqué, los pocos días que la conocí y le dejé a Liam este parecía estar muy tranquilo con ella y igual yo, nuestra relación era como de una madre eh hija, estaba tan agradecida de haberla contratado.