ACT THREE

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“Donde un viejo enemigo reaparece, esta vez sin intenciones de detenerse hasta obtener lo quiere... Trayendo consigo ira, odio y venganza... Pero también confianza, unión y amistad












































—¡Es tuya, Rose!— se lanza en su búsqueda, golpeándola y mandándola al otro lado.

—¡Eso, Embry!

Río a carcajadas cuando Embry y Emmett saltan en una misma dirección, ambos chocando y el gigantón cayendo sobre el joven licántropo, causando risas en todos y muecas de dolor del pobre chico lobuno. Quil ayuda a Embry a ponerse de pie y continuamos el juego, Jas lanzando la pelota en el aire y dándole sendo golpe cuando está a la altura que quiere, mandándola de nuestro lado, Hyuk se lanza y logra devolvérsela, riendo más que divertido con el día de hoy.

—¡Muy bien, Hyukie!

Nos tomamos un descanso en cuanto el sol está en su punto más alto, omma Esme apareciéndose y trayendo consigo una bandeja con cuatro vasos, entregándole dos a Embry y Quil y los otros dos a Hyuk y a mí, los cuatro agradeciéndole y ella por supuesto nos dedica una dulce sonrisa antes de volver a entrar en la residencia; decidimos sentarnos en el frío césped para refrescarnos ante semejante calor más raro. Miramos hacia el camino de tierra en cuanto oímos el sonido de un fuerte motor, escudriñando confundidos al no haber sido avisados de que alguien vendría. Cinco minutos después se deja ver una enorme camioneta pickup naranja destartalada, todos gruñimos y hacemos la vista a un lado con hastío, no podemos evitar que una ola de suspiros y quejas se hagan oír en cuanto la mocosa se baja del auto, seguida segundos después por un malhumorado e irritado pelos de escoba.

—¿No que estaba castigada?— pregunta Embry al pasarnos por un lado, la niñata con ese estúpido aire inocente y torpe.

Bueno, ya hemos comprobado que su torpeza es de nacimiento.

No sé qué sucedió ahí, pero algo ocurrió para que ganara la carrera de los espermatozoides y naciera.

Ese es su único logro, al menos.

—Sí,— suspira Emmett— ha estado viniendo desde hace días.

—Quiere que Carlisle la convierta.— termina Rosalie rodando los ojos.

—Pero...— piensa Quil voz alta— ¿No que le dijeron que no?

—Así es,— concedo con un ligero movimiento de cabeza— pero como Carlisle es el patriarca y quien decide por sobre los demás, quiere convencerlo para que la convierta.

—Todo porque "es lo mejor para todos".— dice Hyuk sarcástico, más que harto de esa niña, de hecho, todos lo estamos, ni siquiera Quil y Embry la quieren en la reserva, ya les resultó molesta cuando tuvieron que hacer de niñera y no quieren tener que cargar con su presencia nunca más.

—No es lo mejor, si se convierte en vampira... Sólo Dios sabe las locuras que hará.— se estremece Embry, siendo seguido por Quil segundos después.

—Y ten por seguro que las hará, mas si es neófita.— comenta Jas, un tanto ensimismado en su mente.

Hyuk lo mira confundido, al igual que el par de licántropos, sin entender la palabra dicha por el rubio.

Esos Ojos Me Llaman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora