29: ¿De que hablaban?

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La familia detuvo su llanto y se acercaron a la habitación de Charles. Yo igual. Lo vi, estaba sentado, como antes de la guerra, renovado, como si nunca hubiera sentido dolor.

"Hijo... Charles, hijo..." Dijo la madre mientras se acercaba a el. Rompio el llanto mientras le tocaba su rostro.

"Hermano..." Dijo Charlotte, la familia lo abrazo, lo veían, sonreían.

"Mamá, papá, hermana, alteza, ¿Por qué lloran?" Preguntó.

"¿Estás bien?" Preguntó su padre.

"Si, ya no tengo nada" Dijo normal, como si no recordara lo mucho que sufrió.

La madre se separó de su hijo y ase acercó a mí, se arrodilló y rompió en llanto.

"¡M-muchas g-gracias alte-za!" Dijo como pudo.

"Yo... No se disculpe. Hice lo que debía hacer" Dije mientras la ayuda a levantarse.

"Muchas gracias por ayudarme alteza" Dijo Charles.

Le sonreí, ver cómo no sufría me hacía sentir bien.

"Alteza, ¿Se siente bien?" Preguntó un mago.

"Si" Conteste.

"... De acuerdo" Dijo y se fue. Eso fue raro.

"¡La emperatriz está aquí!" Anunciaron.

"¿Madre?" Dije mientras salía a verla.

"No me dijiste que vendrías" Dijo.

"Fue una decisión de último momento" Dije mientras la abrazaba.

"¿Como está Sir Charles?"

La mire con una sonrisa.

"¿No quieres averiguarlo usted misma?" Pregunte.

Fuimos a la habitación y se sorprendió.

"S-sir Charles!" Exclamó sorprendida.

"Un gusto verla su majestad, hace mucho que no viene a nuestra casa" Dijo.

"Eh, estaba muy ocupada estos días, pero... ¿Hace cuánto está mejor? Había escuchado que usted había empeorado" Dije sin comprender.

"Eso tiene que preguntarlo a mi familia, no recuerdo con claridad lo último que pasó" Dijo.

"¿No lo recuerdas?" Preguntó Charlotte.

Este se negó.

"Su majestad, yo se lo puedo explicar, además, tengo algo importante que decirle" Dijo un medico.

"De acuerdo"

"¿Puede ser en otra parte?" Preguntó el médico.

"Claro"

Después de eso se fueron.

Yo también me fui de la habitación para sentarme en un sillón que estaba en la sala.

En tan solo unos minutos sentía mucho sueño, apenas podia mentener mis ojos abiertos. Mis párpados pesaban y luchaba por no cerrarlos.

Intenté pero falle.

Tenía... Mucho sueño...

En el palacio.

Fui abriendo mis ojos lentamente, vi a mi alrededor y ya no estaba en la casa Canvyus, sino en mi alcoba.

«¿Madre me trajo?» Pensé.

"Buenos días alteza" Dijo una sirvienta haciendo una reverencia.

"Buenos días, ¿Que sucedió? Recuerdo que estaba en la mansión de los Canvyus" Dijo.

Soy la hija de la emperatriz |La emperatriz divorciada|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang