9: Ataque cortes

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"¡Emperatriz Navier! Se le necesita, ¡Su hija la princesa tiene un fuerte dolor de cabeza y ha sido llamada por el médico! ¡Su hija está en una situación delicada!" Exclamó el guardia llamando la atención de la emperatriz quien estaba concentrada en su investigación pero al escuchar las palabras del guardia, dio un brinco de su asiento y fue corriendo a la habitación de su hija dejando al guardia atrás.
Llegó a la habitación recordando lo que dijo el médico anteriormente.
Llegó azotando la puerta viendo como el doctor buscaba algún aparato en su maletín mientras que Lady Charlotte estaba a un lado de la princesa quien estaba recostada en su cama con sus ojos cerrados.

"¡Su majestad!" Dijo Charlotte haciendo una pequeña reverencia al igual que el médico.

"¿Q-que le sucede a mi hija?" Preguntó la emperatriz acercándose rápidamente a su hija mientras que el sonido de sus tacones resonaba en la habitación.

"Su majestad, su hija acaba de desmayarse, pero antes tenía un fuerte dolor de cabeza y por eso tuve que inyectarle un tranquilizante. Su majestad ya no hay dudas con su hija, lo que le pasa no es por una simple presión" Dijo el médico sacando un aparato mirando fijamente a la emperatriz.

"P-pero usted dijo..." Tartamudeo la emperatriz.

"Lo que dije antes fue porque pensé que no sería eso, pero me temo que lo que dije después es lo que sucede con su hija" Afirmó el médico con dudas pues no estaba seguro.

"Claro, que no se puede asegurar hasta que la lleven a la academia Wirwol" Dijo el médico.
La emperatriz se quedó confundida, se sentó a un costado de la cama de su hija mirándola.

¿Su hija, en verdad tiene magia? Si es así, está correría un gran riesgo y se puede saber la verdad sobre ella. Nadie debe saber esto ¡Nadie!

'Mi hija tiene magia, es claro eso, si la llevo a la academia Wirwol solo se confirmaría, gracias a mi investigación, todo apunta a que es cierto. Mi hija tiene un gran don, y una maldición. ¿Por que ahora? Mañana es la fiesta de Año Nuevo, mi hija tendrá dolor de cabeza y no disfrutará nada. Ni siquiera puedo cancelarla, ni yo ni Sovieshu... Sovieshu...' Pensó la emperatriz.

"¿Donde esta el emperador?" Preguntó. Charlotte quien estaba mirando a la princesa volteo a ver a la emperatriz con una expresión nerviosa y con enojo.

"Emperatriz... La princesa peleo con su padre nuevamente y cuando se fue. Empezó a llorar descontrolada mente por su pelea, pero después, lloro por el dolor que le causar su cabeza, hasta quedar inconciente" Declaró Charlotte sin una expresión clara en su rostro, al igual que su majestad, ¿Otra vez? ¿Otra vez fue Sovieshu quien provocó esto nuevamente?

"¿Por eso no está el aquí? Pregunte.

"Si su majestad por eso no lo quise llamar, ¡Es que si su alteza despierta se enojara y eso no es lo mejor por su situación!" Excuso Charlotte.

"Tranquila Charlotte, hiciste bien en no llamarlo, pero deberé avisar a pesar de todo, pues deberé evitar esto a toda costa" Dije acariciando a mi pequeña hija.

"Si su majestad" Fue lo único que dijo alguien en aquella triste habitación. Hasta que fueron la media noche donde Charlotte se fue a su alcoba básicamente obligada por mi pues ella no se quería ir, el doctor permaneció allí una hora más pero después también se retiró. Quedando solo yo con mi hija inconciente.

"Hija... Mi pobre hija, debes estar sufriendo mucho por esto, pero... Te p-prometo que haré lo que sea para evitar que sufras, por tu don, y.. por tu padre" Dije levantándome de la cama de mi hija para salir de la habitación y dirigirme al palacio de Sovieshu.

Navier

Iba caminando a paso firme con frente en alto, como de costumbre toda persona que se cruzaba conmigo hacia una reverencia, aunque caminaba con cabeza en alto, estaba un poco nerviosa ante la reacción de Sovieshu, estaba triste porque ahora el estaba haciendo todas las cosas que juro no hacer. Trajo a una concubina, peleas continuas, y lastima a nuestra hija. Antes no éramos una pareja apasionada ni amorosa, las peleas las puedo tolerar, pero que por esa mujer mi hija salga lastimada, no.. eso no lo permito. Apresure el paso al ver la puerta de la alcoba de Sovieshu a los lejos, llegue rápido y me detuve un momento antes de tocar. Igual toque la puerta y Sovieshu me recibió, tenía su cabello mojado, su camisa no estaba abrochada del todo y llevaba unos pantalones color cafés. Cualquier mujer que lo viera así, estuviera sonrojada desde antes de tocar la puerta, pero ese no era mi caso, mantuve mi cara sería mirándolo fríamente.

"Emperatriz! ¿Que sucede?" Preguntó sorprendido.

"¿Puedo pasar?" Pregunte directamente, Sovieshu me dio el paso sin decir nada y entre sin problema.

"¿Sucede algo?" Preguntó Sovieshu terminado de abrochar su camisa. Parecía que recién terminaba de bañarse, lo cual era raro ya que su trabajo debería terminarlo hasta la medianoche.
Quería preguntar al respecto pero no era tan importante.

"Emperador, nuestra hija volvió a desmayarse" Dije dejando a un Sovieshu sorprendido.

"¿Que? ¿¡Como está!?" Dijo Sovieshu apuntó de salir de la habitación.

"Eso fue hace horas, tranquilo, ahora Stephanie está durmiendo" Dije tocando mi frente ligeramente.

"¿P-po- porque no me llamaste?" Preguntó Sovieshu dejando de tocar la perilla de la puerta.

"Temíamos que al despertar te vea y le causes un dolor de cabeza nuevamente" Dije fríamente. Sovieshu quien antes estaba sorprendido y al parecer un poco asustado. Ahora tenía una expresión seria como yo.

"¿Así que yo tengo la culpa?" Preguntó con un tono firme.

"Todo indica que así fue, emperador" Dije.

"Así que... ¿Soy el culpable?" Pregunte nuevamente con una tono burlón.

"Parece ser así, por eso le vengo a pedir que no hable de temas fastidiosos con nuestra hija" Dije cortante.

"Bueno... Si Stephanie sigue haciendo cosas contra Rashta, dudo que vuelva a hablar con ella tranquilamente" Dijo tranquilamente.

"¿A que se refiere emperador?" Pregunte cerrando un poco mis ojos.

"Stephanie insulto a Rashta y cuando fui a confrontarla, terminamos discutiendo y ella se mantuvo terca" Dijo Sovieshu, normalmente creería en sus palabras pero como el estaba cegado por amor, dudo que está sea la historia original.

"Debes comprenderla, hace años le prometiste algo que ahora estás haciendo, no puedes ser tan rudo con ella. Si no lo haces por mí, hazlo por ella" Dije con un tono más alto.

"Y ella debe de comprender que debe comportarse con una verdadera princesa, como tú" Dijo Sovieshu descaradamente.

"Es una niña... A diferencia de mí, tengo años de preparación para ser una emperatriz y comportarme como tal, ella tan solo tiene 12 años, ¿Cómo te sentiste tu cuando tú padre nombró a una mujer su concubina? ¿No te disgustaste? ¿No quisiste hacer algo contra ella?" Pregunte sarcásticamente.
Sovieshu se quedó en silencio y paralizado.

"Será mejor que me retiré, solo te digo que no seas tan brusco con Stephanie" Dije abriendo la puerta para salir de allí.

Puede que sea educada como una emperatriz firme y bondadosa. Sin dejarme llevar por la ira, pero... A pesar de eso, sé cómo atacar cortésmente.

Soy la hija de la emperatriz |La emperatriz divorciada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora