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Chanyeol estaba inquieto mientras observaba a la mujer frente a él revisar los documentos de su casa. Se había acercado a la inmobiliaria con la intención de darle fin a su visita en ese pueblo. La expresión de la mujer le preocupaba ya que cada vez que pasaba la hoja le daba una mirada de lástima.

—¿Todo bien? —le cuestionó.

—Todo correcto, pero el problema es que legalmente aún no es dueño de la propiedad.

—¿A que se refiere? Soy el heredero directo.

—Lo sé, pero no se hizo el traslado apenas el anterior propietario murió. No se preocupe, solo debe presentar el acta de defunción de su madre y...

—¿Eso cuánto me tomará? — la detuvo preocupado— Me dijeron que esto no me tomaría más de 2 días.

—Le tomará unos días más realizar la transferencia, luego de ello podemos proceder con la firma.

Chanyeol suspiró y abandonó el lugar.

Caminaba inquieto mientras reflexionaba sobre la situación en la que se encontraba. La frustración lo invadía al saber que la transferencia de la propiedad tomaría más tiempo del esperado, lo que significaba que debía permanecer en ese pueblo durante algunas semanas más. Los recuerdos dolorosos seguían acosándolo desde que puso un pie en ese lugar.

Por otro lado, Baekhyun ocupaba sus pensamientos. No sabía cómo debía sentirse al respecto. Por un lado, quería mantenerse distante y evitar cualquier complicación emocional. Por otro lado, anhelaba acercarse a Baekhyun y despejar todas las preguntas que habían surgido desde su primer encuentro.

Era consciente de su propia debilidad.
Sabía que si se dejaba llevar por sus sentimientos, sería difícil separarse y no estaba dispuesto a ceder ante ellos.

Se detuvo en la parada del autobús, ya que era complicado conseguir un taxi en ese pueblo y no deseaba caminar hasta su hospedaje.

Mientras esperaba, contemplaba a las personas que pasaban a su alrededor. El ambiente tranquilo y pintoresco del pueblo contrastaba con la agitación interna que sentía.

Antes, disfrutaba de la serenidad que el pueblo le brindaba, escapando de su triste realidad y encontrando consuelo en la sencillez de la vida campestre.

Sin embargo, ahora esa tranquilidad solo le recordaba a sus propios demonios que lo atormentaba con culpas del pasado.

Mientras intentaba no pensar en ello, notó que alguien se sentaba a su lado.
Chanyeol no tenía tanta suerte para que esa persona resultara ser un extraño, y efectivamente  no lo era.

—¿Park Chanyeol? ¿De verdad eres tú?—el hombre frente a él, lo miraba sorprendido.

Chanyeol lo reconoció rápidamente. Era Jihyun, su mejor amigo en el pasado.

—No puedo creer que seas tú. Ha pasado tanto tiempo. — exclamó Jihyun al confirmar que se trataba de Chanyeol.

—Hola, Jihyun —saludó Chanyeol, sintiéndose un poco cohibido por el encuentro inesperado.

—¿Qué te trae por el pueblo? —preguntó —Pensamos que no te volveríamos a ver.

—Vine a firmar la autorización de demolición de mi casa.

—Ah, sí, me enteré de que construirán un complejo de departamentos. Es lo mejor, ese barrio se volvió más peligroso con el paso de los años.

Chanyeol se sentía incómodo al no saber cómo continuar la conversación.
En el pasado, solía fluir naturalmente y siempre era él quien intentaba prolongarla. Jihyun parecía darse cuenta de aquello por lo que decidió continuar la conversación con facilidad como si solo se hubieran visto ayer.

Desde que te fuiste [Chanbaek]Where stories live. Discover now