Once: Mucho más en serio

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¿Acaso no estaba mal sentirse tan bien y cómodo? Junghwan despertó al sentirse embriagado por el fuerte aroma a galletas recién horneadas, incluso sentía hambre y es que los últimos días el aroma se había vuelto más intenso ¿Acaso estaría cerca el celo de Doyoung? Debía preguntárselo.

Observó la linda carita del Omega, estaba dormido y su respiración era suave y pausada ¿Cómo podía Doyoung ser tan lindo incluso mientras dormía? No era solo lindo, era precioso, era el Omega más hermoso de todos y Junghwan solo podía enamorarse un poco más con cada momento que pasaban juntos.

Estaban en el piso de Doyoung ya que su cama era más grande que la de Junghwan, el alfa ni siquiera estaba seguro de que hora era, solo se mantuvo observando al mayor por lo que pudieron ser horas hasta que esos ojitos cafés se abrieron con cuidado, Doyoung se estiró un poco antes de acercarse para esconderse entre los brazos de Junghwan, cubriéndose más con las mantas y haciendo reír al menor que no pudo mantenerse en silencio.

—Tu estás despierto— Acuso el Omega aferrándose aún más al cuerpo de Junghwan, sintiéndose feliz cuando este lo apretó aún más entre sus brazos —¿Que hora es? ¿Ya es de día?— Pregunto volviendo a cerrar los ojos.

—Son las cuatro de la mañana— Respondió con calma el más alto, dedicándose a peinar los cabellos desordenados de su lindo Omega.

—¿Que piensas?— Pregunto está vez Doyoung sintiéndose nuevamente adormilado. Junghwan no estaba seguro de que responder, esa era una pregunta habitual por parte de Doyoung y el alfa solo se separó un poco para poder dejar un pequeño pico en los labios del mayor.

—No estoy seguro quizá en demasiadas cosas diferentes— Ellos se besaron un poco más, Doyoung sintiéndose espabilado al sentir la lengua de Junghwan juntarse con la suya de forma lenta y calmada.

—¿Yo soy parte de esos pensamientos?— Pregunto nuevamente cuando se separaron apenas un poco, enredando sus dedos en el largo cabello castaño del alfa.

—Tu siempre estás ahí presente.

Doyoung se sintió feliz por el resto del día y Junghwan solo estuvo feliz y distraído sin poder dejar de pensar en el chico. Teniendo que ir a lavarse la cara antes de su examen para poder concentrarse.

—Apestas a galletas— Se burló Mashiho mientras esperaban llegase el profesor.

—Tu apestas a madera— Contrarrestó el mayor esperando algún insulto a cambio, mientras que Mashiho solo se encogió de hombros sin agregar nada más a la conversación. El examen no fue extremadamente difícil, era materia penal y para Junghwan ya era solo como un repaso de lo mismo mientras que podía oler, literalmente, la desesperación de algunos de sus compañeros mientras la hora avanzaba, El castaño se permitió divagar por un momento mientras esperaba que el profesor se levantase a recoger los exámenes, su madre no lo había llamado desde el día en que conoció a Doyoung ¿De verdad iba ella a ignorar el asunto y ya? Era una mujer adulta pero parecía mucho más inmadura que el mismo.

Por otro lado ¿Debería decirle a su padre que estaba saliendo con alguien? El mayor nunca se interesaba realmente en el, solo lo llamaba en cualquier momento y Junghwan se veía en la obligación de conseguir ropa elegante e ir en autobús hasta cualquier restaurante lujoso ¿Debería pedirle un auto? Quizá no le sería de mucha ayuda puesto que no sabía conducir.

«Quiero presentarte a alguien»

«Cenemos juntos el fin de semana»

Era la primera vez en mucho tiempo que era el quien enviaba un mensaje primero a su padre, era raro, no podía sentir una conexión con el hombre por mucho que lo intentará ¿Quizá por eso su madre se había separado de el? Nunca pregunto los motivos pero quizá lo retraído y distante que era su padre normalmente fue una de las causas.

[Dónde puedo escuchar tu corazon ] ♡ DohwanWhere stories live. Discover now