[Dónde puedo escuchar tu corazon ] ♡ Dohwan

Uno: Ese primer encuentro.

Junghwan despertó al igual que siempre, la misma alarma estridente por la que sus vecinos lo denunciaban con la señora de control del edificio, la misma cantidad de documentos por aquí y por allá, ropa desordenada y un alfa de metro ochenta tratando de lavarse los dientes y la cara lo más rápido posible, comiendo apenas un pan que encontró en su alacena y llevándose consigo una mochila repleta y un paquete de donas.

Tenía solo veinte años y estaba partiéndose la cabeza para memorizar un libro de leyes mas gordo que sus ganas de vivir, tratando de no perder casos hipotéticos y que su cliente hipotético no fuese a parar a la cárcel por quién sabe cuantos años y de alimentarse correctamente al mismo tiempo. Gracias a Dios su universidad tenía buffet libre para los almuerzos y cenas de los que salían muy tarde de la biblioteca y si no fuese porque su padre lo único que había hecho por el en la vida había sido pagar su último año de secundaria y ahora su matrícula en la facultad de derecho quizá aún estaría en un departamento diminuto en otra ciudad con su madre y hermanito.

—Demonios, debería hacer algo de tiempo para ir a visitarlos— Murmuró para si mismo observando la hora en su reloj, bien, tenía exactamente dos horas antes de que su clase empezará, se tardaba media en llegar a la estación y media hora más esperando que el metro llegase, veinte minutos en caminar hasta el campus así que aún le quedaba libre una media hora para desayunar. Dios quiera y mashiho haya sido inteligente ese día como para saber que cada vez que tenían clases con la profesora Lee el apenas tenía tiempo para llegar y nunca desayunaba.

Su madre siempre solía decir dos cosas, una que si seguía comiendo así se acabaría con todas las provisiones de la ciudad, y la otra que siempre quería llevar las cosas a un ritmo demasiado acelerado y que del apuro solo obtendría cansancio.

Claro.

No es como si fuese su culpa estar con profesores demasiado estrictos que cerraban las puertas con llave para que nadie pudiese entrar después de la hora, de cierta manera envidiaba a los de artes, su edificio estaba a pocas cuadras de la facultad de derecho, y cada vez que pasaba corriendo por ahí con más tareas que vida veía a chicos descansar en el césped con sus guitarras y lienzos.

Sería lindo.

Pero para el era un estilo de vida demasiado.... Lento, pensar en dedicarle cientos de horas, quizá menos quizá más no lo sabía, a una pintura le hacia tener un tik nervioso, ni hablar de aprender a tocar un instrumento, o leer partituras, nada de eso definitivamente era lo suyo.

Busco su tarjeta una cuadra antes de llegar a la estación, prefiriendo tenerla a la mano y no como aquellos que cuando estaban frente a ti en la fila pasaban horas buscando en sus bolsillos o bolsas.

La estación siempre estaba repleta a esas horas así que solo esquivaba a las personas como cada vez, aferrándose a su mochila y repitiendo en su cabeza los últimos diez artículos que verían en clase ese día, cada uno se dividía en diferentes situaciones dependiendo el caso, era favorecedores y desventajosos al mismo tiempo así que lo mejor seria-

—Lo siento mucho, iba distraído— Se disculpo el castaño agachándose rápidamente para levantar el pequeño bolso y libro que había dejado caer la persona con quién tropezo, devolvuendoselas al chico y frustrabdose un poco cuando esté tardo algunos segundos en tomarlas, no podía perder el tiempo así que-

—E-esta bien, no es un problema— Murmuró Doyoung enganchando nuevamente su bolso a su brazo y tratando de sostener el libro de la forma correcta —Disculpa, pero t-tu... ¿Podrías ayudarme?— Pregunto no estando muy seguro de si aquel chico seguía frente a él ya que no siguió hablando.

Y es que esa simple pregunta basto para que Junghwan notará tres cosas, la primera, el chico frente a él era ciego y muy posiblemente un omega, la segunda, estaba solo en un sitio demásiado concurrido y parecía asustado, quizá perdido, y la tercera, aunque un poco boba, era el chico más lindo que había visto en el mundo.