Tú y yo, juntos [𝐌𝐈𝐋𝐄𝐒 𝐅𝐀𝐈𝐑𝐂𝐇𝐈𝐋𝐃 𝐘 𝐓𝐔́]

"EL CUERPO"

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T/N POV:

Silencio y tranquilidad. Era lo único que sentía en ese momento.
No me acordaba del bosque ni de Miss.Jessel, ni siquiera recordaba lo que estaba haciendo allí. Sólo sentía mi cuerpo paralizado por el agua helada, y las diminutas burbujas de aire que se amontonaban a mi alrededor. Todo eso duró apenas una milésima de segundo.
Al terminar de caer recobré el sentido, recordándolo todo de nuevo.

Empecé a mover los brazos en forma de brazada y me sumergí lago abajo. La luz de la luna entraba en el agua, eso me ayudaba a ver mejor.

Buceé sin rumbo intentando encontrar la sombra azul. No la veía, pero mi cuerpo me incitaba a seguir nadando, era como si avanzara solo y yo únicamente moviera los brazos y pies. Fuera lo que fuera tenía que descubrirlo rápido si no quería ahogarme por falta de aire.

En el agua había ramas, no sé si de los árboles de afuera o si se trataba de plantas marinas, pero me dificultaban bastante el paso. Cada vez que notaba una tenía que esquivarla para no acabar con un arañazo.

Ya llevaba un rato así, y de verdad estaba planteándome volver arriba cuándo la luz de luna se intensificó un poco, haciéndome girar la cabeza.
Y lo que vi me dejó completamente horrorizada.
No se trataba de una sombra azul, ni siquiera de una aparición, lo que vi aún no se me borra de la mente.

Una mujer, inmóvil en el agua, me observaba con sus ojos sin luz. Tenía la piel blanca como la cera, y los labios ligeramente azules, al igual que sus ojeras. La melena rubia se le abría paso entre las ramas, flotando en todas direcciones con un aire escalofriante.

Me asusté demasiado, inconscientemente abrí la boca para gritar y me entró agua. Aun así me acerqué un poco, necesitaba descubrir más sobre eso, el miedo no me iba a detener.

Estaba a unos centímetros de ella cuando de repente noté algo que me tiraba del brazo con brusquedad. Era su mano, fría como el hielo, igual que la chica del laberinto..

No me soltaba, así que empecé a chillar y a moverme bruscamente para librarme de su agarre, pero ella cada vez lo apretaba más. Al final consiguió agarrarme con los dos brazos, me empezó a faltar el aire y cada vez los esfuerzos de liberarme eran más débiles.
Poco a poco comencé a marearme, hice un intento de patada pero resultó en vano. Supongo que al menos mi muerte habrá sido por una buena causa.

Ya cuando pensaba que llegaba mi fin, mi cuerpo reunió fuerzas suficientes para lanzar una segunda patada. Esta vez dió resultado, supongo que no se lo esperaba.

Su agarre disminuyó un poco y entonces aproveché la ocasión para escapar. Era ahora o nunca. Empecé a nadar hacia la superficie con todas mis fuerzas, aunque no eran suficientes, puesto que había gastado muchísimo esfuerzo intentando soltarme y el aire estaba a punto de terminarse.
Mis pies dejaron de moverse y mis brazos dejaron de ejercer brazadas. Fue así como mi cuerpo se fue deslizando poco a poco hacia el fondo.

Decidí cerrar los ojos, era mejor así. No sería la primera en morir en este lago.

De repente noté una presión en mis hombros, y luego en los brazos. Era casi como si alguien estuviera conmigo. Exhalé un último suspiro y todo se volvió negro.

MILES POV:

No me podía creer lo que estábamos haciendo. Llevábamos dos minutos detrás de un roble observando a una sombra brillante en el lago. Si le hubiera contado a cualquiera lo que estaba pasando me habría mandado directamente a un especialista, a decir verdad ni yo mismo me lo hubiera creído.
Pero estábamos allí, sin que nadie nos molestara, desde luego no me iba a olvidar de ese momento nunca.