Midnights ✨ || Casi Ángeles

HOY: BAJO MI PIEL

Al ver que Jazmín y el Ángel Rojo no se rieron, tuve que pone una expresión de seriedad. Carraspeé, me acomodé un mechón de cabello y le sonreí.

—Buenas noches— le dije al angelito.

Tomé a Jazmín por el brazo y la tuve que jalar para que ella se moviera. Pobre rubia.

**********

Al día siguiente, una de mis abuelitas me levantó y avisó que el desayuno estaba listo. Cuando llegué a casa, en la noche, me habían llamado mis papás, se encontraban en su destino y me puso contenta que llegaran sanos y salvos.

Era día de colegio, así que me di una ducha rápida, me arreglé el cabello y me puse el uniforme con las zapatillas. Agarré mi bolso y bajé las escaleras para irme al comedor donde estaban mis abuelas.

—Buen día— saludé, besando la mejilla de ambas y sentándome —¿Solo somos nosotras?

—Tus abuelos son holgazanes, siguen durmiendo.

Me reí —Pobrecitos.

—Tu chofer te espera para llevarte al colegio.

Desayuné tranquila con mis abuelas porque estaba aún a tiempo de llegar temprano. Después, me lavé los dientes otra vez y me despedí de ambas con dos abrazos para salir y encontrarme con Julio.

En el camino, recibí un mensaje y sonreí al ver que se trataba de Simón.

Buen día mi amor.
¿Nos vemos en clases?
Te guardaré un asiento.

¡Buen día!
Te veo en clases :)

Metí mi celular en mi bolso y miré por la ventana el camino entero al colegio. Conversé con Julio algo y estuve otro poco intercambiando más mensajes con Simón hasta que llegué a mi destino. Julio abrió mi puerta con su típica sonrisa de siempre.

Le agradecí cuando me dejó afuera del colegio para luego despedirme y decirle que le avisaba si pasaba por mi a la salida o después. Cuando entré al salón, no vi a Simón por ninguna parte, así que decidí que le guardaría yo un sitio a mi lado.

Escuché un par de risas cerca, elevé la mirada y mi sonrisa creció más al ver que se trataba de Simón y Sebastián. Simón me sonrió al verme y caminó con seguridad, dispuesto a ocupar el asiento a mi lado.

—Ey.

Simón se vió interrumpido cuando Santiago ocupó aquel espacio, sonriéndome. No supe que hacer en ese momento, Sebastián llamó a Simón para que él se siente a su lado y yo le di una mirada rápida que decía todo. Necesitaba hablar con Santiago, rápido.

—¿Todo bien?— escuché a mi lado.

Me giré y asentí, tratando de lucir normal —Sí.

Saqué mi celular rápido y comencé a escribir.

Lo siento :(
Te prometo que hablaré él pronto

Le envié el mensaje a Simón y puse mi celular en la mesa, sintiendo mi ansiedad aparecer. ¿Cómo iba a decirle a Santiago que estaba con Simón sin que me odie? Me sentía culpable porque le había dicho que nos veía siendo algo más que amigos, y obviamente no quería hacerlo sentir mal porque era muy bueno conmigo. Necesitaba encontrar el momento ideal, y tenía que ser pronto.

Mi celular sonó y me aseguré de que Santiago no se fijé en mí antes de leerlo.

Está bien, yo confío en vos
Te amo