Chapter 14

1.2K 179 3
                                    

Mi corazón late fuertemente y mi mirada observa esos ojos rojos. El sonríe tocando sus comisuras.

-¿Vienes a disculparte?

Suelto una risa.

-Ya quisieras.

-¿Entonces a qué has venido? Recuerdo que amablemente me mandaste a la mierda. ¿Vienes a ver a esta mierda?

Suspiro.

Valentine, ¿A qué veniste?

-¿Te dijo algo esa abuela?

Me quedo en silencio, ¿Debería decirle que se lo que es?

-Me dijo que eras problemático.

-¿Lo soy?

-Lo eres.

El me muestra los perfectos dientes que yo creé.

Maldita sea, yo creé a Nikolay, ¿Por qué ocupas su cuerpo sin mi permiso? ¿Sin el permiso del creador?

-Valentine.

-¿Mm? ¿Que?

-¿Ya no me amas?

¿Que pregunta es esa?

-Después de tus acciones, ¿Creés que seguiría amándote?

Eres un demonio, el rey de la lujuria, apuesto que solo me ve como una presa fácil de cazar, para luego desecharme como quiera.

-¿Quien es el otro?

Sigue con eso.

-Vengo por el título, dámelo para no tener que venir más.

-¿Lo conozco?

-¿Hiciste el papeleo? Yo solo firmaré, estoy arto de leer papeles.

-¿Pertenece al palacio?

-¿Dónde lo dejaste?-busco entre sus cosas.

-¿O es de afuera?

-¿Tiene mi nombre el documento?

-¿Es un noble? Dudo que te busques un campesino.

Golpeo la mesa fuertemente con mis manos.

-¡¿Que tienen de malo los campesinos?!

Lo que acaba de decir sonó muy clasista.

-Yo también pertenecía en ese lugar, no vuelvas a decir eso.

Sus ojos rojos parecen sorprendidos.

-Nadie jamás me había gritado-susurra.

-¿Y el documento?

El me pasa el documento en silencio, por mi parte tomo el bolígrafo y lo firmo rápidamente.

Listo, ahora solo tengo que esperar a recibir dinero.

Nikolay, o este Demonio disfrazado de el, observa cada acción que hago, cuando terminó me despido.

-No volvamos a vernos, hermano mayor.

El me toma de la mano tirándome hacia su cuerpo, sus manos frías recorren mi cuerpo lentamente hasta quedarse en mi cintura, sus labios rozan los míos.

Me está tentando.

Está bien, divirtamonos un rato.

Mis brazos rodean su cuello, para el, mi acción es una respuesta positiva a su tentación.

Y para mí, es un maldito juego.

Con fuerza me sube a la mesa, ambos nos besamos tan profundamente que la pasión en esta habitación se enciende.

El plan de escape del hermano menorWhere stories live. Discover now