BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]

Capítulo 28

Sentía como su pecho subía y bajaba, y como los latidos de su corazón se escuchaban en sus oídos. Tomó la decisión de abrir sus ojos, siendo encandilado por la luz del sol. El viento soplaba, y las nubes adornaban el cielo azul allá arriba, eso lo dejó claramente confundido. ¿Habia viajado a otro universo? Negó con la cabeza cuando puso más atención a su alrededor, era su escuela secundaria. Caminó por los pasillos, viendo como los estudiantes pasaban por su lado con libros en la mano y sus mochilas colgando de sus hombros.

Sintió aquel sentimiento tan nostálgico, mirando la esfera que tenía entre sus manos, estaba a salvo, pero ¿en qué bucle temporal está?. Las burlas de un salón cercano, llamó su atención, así que se dirigió sin pena hacia ese lugar. Se asomó ligeramente por una ventana, viendo a alguien sentado sobre sus piernas en medio del salón. Las mesas y sillas estaban en las orillas, y unos adolecentes le decían cosas aparentemente hirientes. Decidió prestar atención a lo que decían.

—¿Eres un perdedor? ¿Por qué te juntas con alguien como Choi Soobin? —preguntó a la par que lo empujaba con su dedo índice en la frente—. Si quieres unirte a nuestro grupo, tendrás que dejarlo.

—¡Si!, él ya no importa, después de todo te cambió por aquel extranjero de acento raro. ¿Cómo se llamaba? ¿Hyuning? —carcajeó, tomándose el estómago.

—Es Hueningkai —susurró muy bajito, con la mirada hacia el suelo.

—Ya no son amigos, Taehyun. Tienes que hacer algo al respecto, ¿vas a dejar que un perdedor como él, te haga sentir que lo necesitas? Su amistad no vale nada —se burló, colocándose de cuclillas para sonreírle.

«¡Es Taehyun! ¡Estoy en un recuerdo de Kang Taehyun!»

Su pobre corazón se encogió, jamás pensó que otros chicos lo estaban molestando por juntarse con él. Miró al chico que estaba en el suelo sin mirarlos, ese debía ser Taehyun. ¿Cuántas veces no escuchó lo mismo una y otra vez? Es como si le estuvieran lavando el cerebro. Taehyun ya no soportaba estar allí, por más que intentó ir hacia otro lugar: los pasillos, el salón audiovisual, la cancha, los baños. Siempre volvía ahí, ¡era siempre la misma porquería!

Sus ojos estaban secos de tanto llorar, porque sabía que pudo haber evitado alejarse de Soobin. Si hubiera rechazado lo que decían sus compañeros, pudo haber entablado una amistad con Hueningkai, vivir sin rencor a él, pero se dejó influir. Se tapó los oídos, negando y pidió que se callaran.

—¡Silencio! ¡Callense ahora! ¡Todos callense! —exclamó, golpeándose la frente con el suelo.

—¡Ay, quiere llorar!

—¡Dijo que se callaran todos, idiotas! —entró Soobin, furioso.

Taehyun abrió los ojos, cuando una voz ajena a todo lo que estuvo escuchando, apareció.

—¿Choi Soobin? ¿Qué hace él aquí? —preguntó uno, confundido.

—¡Yah!, ¿cómo te atreves a interrumpirnos? —se acercó peligrosamente hacia él, pero se detuvo en seco—. ¿Desde cuando...eres tan, alto?