BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]

Capítulo 5

«Soobin corre, no mires atrás.

No preguntes, ahorraremos más tiempo.

Y sobre todo..

No confíes en nadie»

Las piernas de ambos chicos comenzaban a cansarse después de correr largos tramos de la banqueta y casi ser atropellados. MinGyu estaba confundida, no le llegaba a la cabeza como es que la CDA —Control De Asesinatos—, estaba justo ahí, justo ahora. En su mente corría la vaga idea de que esto tal vez era una simulación, o algo parecido, que ya la habían atrapado y harían que confesara. Todo era tan confuso, si su suposición de que estaba en un mundo alterno era verdad, ¿Por qué ellos estaban aquí?. No tenía tiempo para detenerse a pensar, pero tenían que hacerlo.

—¡MinGyu! —exclamó Soobin fatigado.

—No digas mi nombre —le regañó una vez se ocultaron en un callejón—. Pueden escucharte.

Sintió como su pecho subía y bajaba por el cansancio, esquivar a la gente no era fácil, mucho menos cruzar las calles que estaban muy transitadas. Soobin se apoyó en la pared para recuperar el aire, pero no logró formular nada hasta unos minutos después.

—¿Por qué.. te persiguen?. —tomó su pecho y echó su cabeza hacia atrás.

—Creen que maté a mi padre.

—¿¡Eh!?

—No tenemos mucho tiempo, hay que llegar al metro ya —MinGyu no lo dejó hablar ya que lo tomó del brazo para empezar a correr de nuevo.

¿Mató a su padre? Como era posible que le haya dicho tal cosa con tanta naturalidad, hablaban de un delito incluso penado por la ley. ¿¡En qué rayos se había metido!?. Sus pasos se detuvieron en seco cuando aquellos hombres de negro cubrieron la salida del callejón. Soobin se sintió intimidado dando un paso hacia atrás, ya eran demasiados golpes para un solo día.

—Pensaste que cruzando otro mundo te saldrás con la tuya, ¿eh MinGyu? —preguntó juguetón Heechul, acortando la distancia cada vez más—. Lo siento, tú padre necesita ser vengado. Entregame la blue hour y te prometo que no tendrás un juicio tan severo.

—¡Maldicion! tendrás que seguir cruzando mundos si quieres obtenerla —MinGyu se quitó la mochila, dándosela a Soobin—. Cuídala, te abriré camino para que te vayas con ella. No me esperes, solo corre..

—¿Me estás diciendo que te abandone?. —cuestionó Soobin.

No es que le preocupara ella —o tal vez si—, sino que no estaba muy confiado de que le lograría abrír camino tan fácilmente. Eran siete contra uno, era malo para correr y se cansaba fácilmente, no lo iba a lograr.

—Exactamente. Nos vemos en el metro.

MinGyu lo miró por última vez y sonrió.

—¡Atrapenla! ¡ahora!. —ordenó Heechul.