Capítulo 23

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Su respiración era relativamente normal, sintiendo que su sueño se volvía ligero, obligándolo a abrir los ojos

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Su respiración era relativamente normal, sintiendo que su sueño se volvía ligero, obligándolo a abrir los ojos. Los párpados le pesaban, con la mirada borrosa y la luz que lo cegaba, exhaló más aire inflando su pecho; sin embargo, se percató de la molesta mascarilla que transportaba oxígeno a sus pulmones. ¿Habia muerto? ¿Por qué se encontraba en un hospital?. La enfermera entró a su habitación para inyectar sus vitaminas, en silencio se acercó con la jeringa al suero, pero una mano la tomó de la orilla de su ropa.

No pudo evitar asustarse, dándose cuenta de qué el muchacho era quien le había tocado su prenda. De la sorpresa, abrió su boca y salió de la habitación apresurada.

—¡Doctor Shin!

Soobin no entendía nada, se sentía tan débil qué apenas y podía moverse, su garganta estaba seca, así que intentó remojar sus labios. Lo último que recordaba era estar cayendo del edificio, ¿será que quedó muy mal herido?. Pasó saliva, con sus ojos analizando el lugar, quiso sentarse pero sus brazos flaquearon impidiendo que se levantara.

MinGyu —dijo en susurro ronco, la garganta le ardió cuando dijo esas palabras.

No tenía tiempo para estar en un hospital, si bien, la responsable fue ella de haberlo tirado, aún así, quería volver, sus amigos también estaban allí. El doctor entró a la habitación, acercándose con sigilo al jóven, sacó una pequeña lámpara de sus bolsillos para analizar sus ojos, Soobin parpadeó por lo molesto que era.

—Soobin, ¿puedes escucharme? —preguntó inclinándose, y con mucha paciencia esperó su respuesta.

Se quedó en silencio por unos segundos.

—S-Si. —dijo a duras penas.

—De acuerdo —musitó retirando la mascarilla, y con la ayuda de la enfermera lo sentó en la camilla—. Llama a sus padres. —ordenó.

«¿Habla de mis padres?.»

Soobin frunció su ceño confundido, tenía entendido que ellos no estaban en las condiciones para venir; sin embargo, fue cuestión de segundos cuando vió a su madre cruzar la puerta muy desesperada. Park Seun-Na quedó estática al ver a su propio hijo despierto en aquella camilla, pudo notar sus ojeras, lo delgado y pálido que estaba, sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato y se echó a llorar refugiándose en los brazos de él. Soobin estaba confundido, ¿su madre estaba bien? ¿Por qué lloraba desconsoladamente, como si fuera un muerto qué acababa de revivir?.

Verla así, le partió el corazón, intentó abrazarla sin importarle lo débil qué estaba y apoyó su mejilla en su hombro descansando ahí. Por un momento sonrió ligeramente, la había extrañado todo este tiempo.

—Muy bien, parece que la recuerda. Sus últimos exámenes salió muy bien, no esperábamos que despertara tan pronto.

—Gracias Doctor, gracias por devolverme a mi hijo —sollozó con los ojos rojos.

BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]Where stories live. Discover now