[1] Kang Taehyun

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No pude evitar reír cuando miré a un niño caerse de su bicicleta en la calle, nos habíamos mudado hace tres días y acostumbrarme a este nuevo vecindario parecía que iba a ser fácil

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No pude evitar reír cuando miré a un niño caerse de su bicicleta en la calle, nos habíamos mudado hace tres días y acostumbrarme a este nuevo vecindario parecía que iba a ser fácil. Él niño se puso de pie sacudiendo sus rodillas, me miró un poco feo y levantó su bicicleta para continuar practicando olvidándose del golpe que se había dado minutos atrás. Tenía solo ocho años de edad, en ese entonces, fue la primera vez que miré a Soobin.

—¡Kang Taehyun! Ven a cenar. —gritó mamá desde adentro de la casa.

No tardé en levantarme de la banqueta, pero algo en el asfalto llamó mi atención. Una pequeña cosa brillante hizo que me acercara; entonces pude ver una pequeña figura de Apanman. Supuse que era de ese niño bobo que se cayó, por lo que me dediqué a restarle importancia e ir a mi casa. En la hora de la cena, mamá y papá estuvieron comiendo en silencio, poniendo tenso el ambiente.

Los había escuchado discutir antes de la mudanza, mamá había dicho cosas como «¿Acaso pretendes que viva en un barrio tan pobre?». No se a que se refería con eso, tal vez esta casa era más pequeña que la que teníamos en Seúl, pero me gustaba. La escuela primaria no estaba tan mal cuando la miré de lejos, pero mamá insistía en que debíamos buscar un lugar mejor donde vivir, ella siempre fue así.

—Taehyun, cuantas veces te he dicho que no encorbes la espalda. —dijo mamá, por lo que en automático me enderece.

—Si —murmuré acomodandome en mi silla.

Después de haber cenado, me retiré a mi habitación en el segundo piso. En la cama había un hermoso oso de peluche, que me acompañaba al dormir y me hacia sentir menos solo. Me acerqué a la ventana para ver a las afueras, y comprendí que no durariamos mucho aquí. Estaba acostumbrado a escuchar las quejas de mamá por todo, y con ello a papá contestarle igual, ¿Era normal entre las parejas casadas?. Un fuerte ruido me asustó, haciendo que me alejara de la ventana para ir corriendo hacia la puerta, casi tropecé. Sostuve la perilla con fuerza indeciso de si abrirlo o no, no sabía lo que pasaba allá afuera.

Me paralizé por unos segundos cuando los gritos aparecieron, sentí un nudo en mi garganta y mi mano soltó la perilla. Recargé mi cabeza en la puerta, escuchando los ruidos más intensos, pensé que la mudanza había sido para bien, pero veo que me equivoqué.

Papá trabaja como abogado, eso explicaría las enormes finanzas que llegan y según tengo entendido por esas pláticas —no tan secretas—, que han tenido, sus clientes son unos “#@$!!”, ¿No es una palabra muy extravagante?, es la primera vez que la escucho. Mamá trabaja como diseñadora de interiores, creo que por eso las casas en las que he vivido son bonitas y costosas. Ambos no están en casa, así que contratan a una niñera en su lugar, es la persona más cercana que he tenido a mi pero tampoco es la gran cosa.

Nos mudamos a Ansan porque papá vió mejores trabajos aquí, no es como si me hubiera importado, los niños de la otra escuela no eran tanto de mi agrado.

BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora