Curiosidad.

604 10 0
                                    

Quiero aclarar sinceramente, no soy gay. Los hombres no me atraen, en lo más mínimo.

Lo que si puedo decir que me encanta es que me presten atención, ser el centro de atención de alguien y que se fije en mi como lo que soy

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lo que si puedo decir que me encanta es que me presten atención, ser el centro de atención de alguien y que se fije en mi como lo que soy.

Mi nombre es William Latrell. Hijo de una madre soltera y vivo en un barrio pobre en pocas palabras. Tengo 23 años. Hace dos años conocí a un chico gay. No le prestaba mucha atención por qué los gays en el barrio nunca han sido bien vistos. Pero el chico me trataba como si yo fuera el tipo más guapo de toda la avenida.

 Pero el chico me trataba como si yo fuera el tipo más guapo de toda la avenida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Aunque sin lugar a dudas el no estaba nada mal para ser un chico. Hacía ejercicio.

La primera vez que lo vi estaba en el parque, me había fumado un porro para calmarme. Di una vuelta y de la nada sentí una pesada mirada en la espalda.

- Hola chico. Buenas tardes.

- Hey yo! Buenas tardes hombre. Que tramas?

Le dije yo contestando el saludo. Pensando que con eso seguiría su rumbo. No esperaba que se detuviera de lleno y me dijera que todo estaba bien y que si planeaba hacer algo hoy.

- Nada Bro. Solo pasarla bien.

Me invitó a tomarnos una bebida, y la Mari ya estaba haciendo su efecto más común. Decidí decir que si. No tenía nada que perder. Pero apenas llegamos a tomarnos unos batidos me dijo que era gay y que yo le parecía lindo. Y hombre, se que soy muy guapo. Las chicas me quieren solo por mi cara, y se quedan por las 9 pulgadas que me cargo, así les sea infiel, las maltrate o simplemente las use. Incluso le gusto a los gays del barrio. Pero ninguno de esos luce como este riquillo de aquí.

 Pero ninguno de esos luce como este riquillo de aquí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Le dije que estaba bien pero que yo no era gay. Pero el chico me seguía diciendo que yo era de lo más hermoso que el había visto. Llega un momento en qué les crees y te dejas tocar y abrazar.

Sinceramente nunca me ha gustado que me digan cosas lindas, pero le acepté las salidas posteriores debido a que me compraba cosas y me invitaba a lugares y eso no lo hace cualquier tipo.

Me habían pedido sexo antes, pero jamás acepté y nunca tendré sexo por dinero con un tipo. Eso dije desde la primera vez en qué a un tipo se le ocurrió.

Íbamos a fiestas, salíamos a la playa. Incluso lo abrazaba de vez en cuando. Pero lo que más me gustaba es que el pagaba todo. Yo lo único que tenía que hacer era acompañarlo y fingir que todo estaba bien. Incluso llegaba a pagar la renta de la casa donde vivía.

Y la verdad todo iba bien, incluso cuando había alcohol no se propasaba

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Y la verdad todo iba bien, incluso cuando había alcohol no se propasaba.

Pero una noche, yo tenía una salida con una chica que me había quedado mal. Y la verdad tenía yo muchas ganas. Decidí aceptarle una salida a un maldito bar de niños ricos.

Todo estaba bien, la gente, el ambiente. Las bebidas que eran de un sabor ligero pero vaya que pegaban fuerte, imagino yo que era para poder sacarle el mayor dinero posible a todos estos niños de papi.

Me puse tan ebrio esa noche, pero no de manera irracional, sabía lo que hacía. Sentía sus abrazos y sus caricias de siempre. El momento de coqueteo de el llegó y siempre me gustaba, pero ese día en especial sabía que algo pasaría, estaba nervioso, pero la chica me puso muy caliente para nada así que ese día no, no lo detuve. No lo hice que pare, le seguí sonriendo entre plática y plática.

Hasta que de la nada me planta un beso en los labios, de esos besos locos que lo dejan a uno sin pensar en lo que estaba pasando. Ya cuando me di cuenta se quitó y me dijo. - Lo siento Latrell, no debí haberlo hecho. - Me acerco a el con odio en mi ser y tomandolo de la mandíbula con fuerza le digo. - Esto es algo que jamás va a volver a ocurrir, pasó por qué estaba yo muy ebrio y nunca más sucederá. Después de esto nunca nos volveremos a hablar, pero dejaré que pase esta vez y solo esta vez.

Se me quedó mirando fijamente, lo solté y se quedó algo incómodo. - Está bien, aún si es solo una vez lo haré. Ya sería tu ideal si es que no quieres volver a hablarme. - Y se lanzó a mi, a besarme y sinceramente besaba muy bien, su corta barba me picaba pero era una grata sensación. - Andando, vamos a mi casa. - Dijo sin pensarlo el tipo y me tomó de la mano. No se a que velocidad íbamos, pero se me hizo cuestión de instantes. Se desnudó por completo frente a mi, y nunca le había visto así. El departamento al que siempre venía ahora me parecía un sitio distinto, como si algo estuviera cambiando.

Me bajó el pantalón y el boxer y al ver tremenda munda que me cargó el chico no cabía de emoción. - Te dije que era muy grande. - le dije moviéndola con mi mano izquierda. - Pero mira que grande es, son como... Cómo 3 manos. - Y si, fácil caben 3 manos y sobra la cabeza.

Se dispuso a mamar, pero apenas lograba chupar la cabeza. Lo deje seguir mientras me masturbaba. Tomó un envase de su cajón y comenzó a usarlo para lubricarse. - Volteate perra! - Le dije con odio. Hizo lo indicado y se puso en 4 en modo profesional. No entraba toda... De principio, pero el hijo de perra se logró amoldar repentinamente. Empecé despacio pero cuando me di cuenta logré un total de 6 bombeos por segundo haciéndolo mirar el cielo. Ni siquiera podía hablar, balbuceaba extrañamente. - Vamos perra grita mi nombre. - Le decía mientras bufaba y le nalgueaba.

Lo tomé de las piernas y lo cargué besé su cuello y lo moví poniéndolo encima mío. Aumente mi velocidad y veía como sus ojos se volteaban. Llegué a 9 bombeos por segundo y el no estaba en si, y yo tampoco. Besé su boca, su pecho y sus pezones. Le empecé a masturbar ya entrando en el calor del momento. Hasta que su lefa comenzó a caer en mi cuerpo. Saltaba en mi en todos sitios el pecho, abdomen, rostro. Quería retirarse pero no lo dejé seguí en lo mío hasta que me dijo que no podía más, me negué y lo forcé a seguir hasta que después de casi una hora y el gimiendo de dolor y gozo pidiendo parar me vine dentro suyo. Se acostó en la cama tocándose las nalgas. Me metí a la ducha para quitarme todos los restos. Volví a la cama con la toalla en el cuello y el no paraba de llorar. Le di un último beso en los labios. Dormí desnudo en su cama al lado de el. Lo supe cuando me desperté y lo tenía en la misma posición que tal vez había hecho un mal. Me sentía incomodo de solo verle y dejándole como un último regalo mi boxer y mi camisa. Yendome así para siempre de su vida.

Supe hace poco que enfermó gravemente, pero creo que la amistad se fue por culpa de su curiosidad. Volvería a tener sexo con un hombre? Claro, fue una buena aventura, al menos para mí. Pero tendría que encontrar quien pueda aguantar está bestia.

Relatos Eroticos y otros románticos Where stories live. Discover now