24-. La batalla de los dragones

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Carlos vio con horror como esa espantosa criatura se alzaba cuando las llamas mágicas de Narissa se extinguieron.

La mujer se había transformado en un largo y esbelto dragón de escamas moradas con tintes azules, al igual que parte de su vestido. Su cabeza terminaba en varias puntas, que simulaban la corona plateada que siempre tenía firmemente sujeta al brillante cabello negro. En su espalda tenía dos alas pequeñas de murciélago que no contrastaban mucho con la majestuosidad de la bestia, pero eso no le quitaba lo aterrador.

En la cara tenía un hocico ligeramente pronunciado, lo que permitía ver parte de las expresiones humanas burlescas que la mujer tenía.

Carlos quiso gritar, decir algo o intentar usar su poder, la podría manipular, pues se había transformado en un animal. Pero los rayos eléctricos que tenía alrededor de la cara, amordazándolo con fuerza, no le permitían exhalar o soltar siquiera su propio aliento.

El plan de Mal ahora sí parecía suicida.

―Todo está casi completo― dijo el dragón con la voz de la mujer―. Con su muerte, podré usar su sangre para localizar el punto exacto de la Falla, rasgar los velos que dividen los mundos y conquistar Auradon y el Bosque Encantado de una vez por todas.

―¿Nos necesitabas para completar tu plan? ― preguntó Mal―. Entonces, ¿Por qué enviarnos a otro mundo para empezar?

―La verdad es que no tenía pensado usarlos. Cómo les dije: han sido un estorbo desde que llegaron a Historioburgo― la dragona bajó su cuerpo para sostenerse con sus cuatro patas.

Carlos notó que la cola era tan larga que llegaba hasta los pilares dónde se encontraba la prisión de sus amigos.

―Encontrar la Falla verdaderamente era la parte más complicada de mi plan. Es un punto estratégico que se llega a mover a diferentes sitios, pero su esencia aún está ligada a la magia de División, así que será de mucha ayuda para encontrarla. Además, será más utilidad cuando me vuelva inmune a ella, pues ustedes han sido los únicos capaces de cruzar la Falla sin perder sus recuerdos en el proceso― Narissa hizo una pausa―. Su sangre será de mucha utilidad para el pequeño inconveniente que es encontrar y usar la Falla.

―Un plan siniestro, eso lo aplaudo― dijo Mal―. Pero me temo que hay un problema.

―¿Y cuál es?

―No pensamos regalarle nuestra muerte a una bruja malvada y loca.

Los ojos de Mal brillaros de color verde. Las ataduras eléctricas que los retenían se desvanecieron dejándolos libres.

Al ver esto, la dragona intentó atacarlos, pero Mal alzó sus manos, de las cuáles salió un estallido verde, que también salió del cuerpo de la dragona, dejándola inmovilizada.

Carlos corrió hacia un lado para hechizar a la dragona con su poder y encontrar una manera de llegar a sus amigos para sacarlos de su prisión. Pero ni siquiera tuvo tiempo de inhalar si quiera una pizca de aire, pues la criatura se liberó de la petrificación de Mal, le dio un colazo de lleno en el estómago que lo dejó sin aire y lo arrojo hacia atrás, cayendo sobre su amiga.

"¿Por qué todos los monstruos me tienen que dar un colazo?"

―Otro movimiento tonto por parte de la pequeña hada― dijo Narissa, mirando a los chicos―. Creo qué mejor empiezo con sus amigos. Será esplendido ver sus rostros cuando sean enviados a su muerte.

La dragona retrocedió hasta el borde del acantilado y con su cola comenzó a golpear las piedras que sostenían el pilar de rocas. La cueva comenzó a temblar sin control, mientras la estabilidad del montículo se iba perdiendo y el peligro de muerte aumentaba con cada nuevo golpe.

Once Upon A Descendants: El Secreto de la Isla #1 (COMPLETADA)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ