13-. Un rostro familiar y amenazador

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Un páramo desolado se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

La joven lo sentía familiar, pero a la vez tan desconocido que le resultaba difícil intuir si había estado ahí en algún momento de su pasado. Fue como algo que conoces, pero que tu cabeza no reacciona de alguna manera para que lo reconozcas de forma definitiva...

Pero Mal tenía una idea realmente clara, y era que no quería saber lo que significaba todo eso.

—Su vida no vale nada.

Una extraña voz se empezó a escuchar, pero no reconocía de donde era que venía.

No sabía donde se encontraba. Quizá en una especie de puente mugriento, lleno de escombros que se alzaba sobre el mar, que estaba turbio, oscuro y descontrolado. A lo lejos, notaba a lo que sea que esa cosa conectaba, una isla que parecía estar envuelta en llamas, una gran columna de humo se alzaba y perdía en el cielo nublado que había sobre su cabeza... pero lo peor sin duda alguna se encontraba a sus espaldas.

Para empezar, las columnas que indicaban el inicio de aquel puente estaban rotas a la mitad, había un pedazo en el piso y el otro había desaparecido, Mal pensó que quizá había caído al mar y se había hundido hasta el fondo.

Seguido de la vista de una construcción destruida y en llamas, de la cual desprendía un intenso olor a quemado que no le agradaba para nada... sin temor a equivocarse, estaba segura de que eso había sido en algún punto un fabuloso castillo donde habían vivido grandes reyes y reinas... y tenía la sensación de que ese había sido su hogar.

Era imposible. Ella no podía ser una princesa... ¿o sí?

En el piso relucía algo, parecía ser un gran pedazo de oro que seguramente había quedado ahí después de que atacaran el lugar. A la distancia, parecía ser la imagen de un león con una corona sobre su cabeza, pero la verdad es que no pudo distinguir bien de lo que se trataba. Aunque no tuvo tiempo de acercarse.

Una sacudida la hizo perder brevemente el equilibrio y ocasiono que por poco terminara tirada en el piso. Por un segundo, temió que el puente se fuera a destruir y ella terminara en el mar, pero no fue así, solo fue una sacudida que hizo ver lo que la había ocasionado.

De entre las llamas del castillo, surgió una gigantesca figura... era la de una serpiente enorme, o eso era lo que parecía. Era un dragón, curveante, escamoso y que parecía que su cabeza estaba decorada con una extraña corona, sus alas apenas eran visibles, caminando sobre sus patas al (Mal creer) que no podía volar con tan insignificantes miembros para hacerlo, pero a pesar de eso, su aspecto era amenazante. Sus escamas eran de un extraño color morado, que con sus movimientos parecían cambiar a uno azulado.

Poco a poco, se fue acercando a Mal, el puente no podría sostener su peso y terminarían cayendo al océano. Como lo predijo, en cuanto puso una de sus patas en la construcción, ésta se empezó a agrietar rápidamente, pero no se inmuto, continuo su camino como si no temiera terminar en el mar, la chica quiso correr, pero sus piernas no reaccionaban, la verdad es que nada en ella lo hacía, solo la dejaban mirando todo ese espectáculo de terror.

—Despídete de tu bello...


La visión cambió repentinamente al escuchar unos golpes en la puerta.

Mal despertó, sintiendo su lado moverse. Se trataba de Evie, que también había sido despertada seguramente de un profundo sueño, que seguramente había sido mejor que el de la rubia.

La chica estaba empapada en sudor, tenía calor y su nariz se sentía extraña, era como si le estuviera ardiendo... como si realmente hubiera estado oliendo un potente olor a quemado muy de cerca.

Once Upon A Descendants: El Secreto de la Isla #1 (COMPLETADA)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum