I Am Not A Lady [SIN EDITAR] -LIBRO1

Capítulo 40: "¡¿Otra vez?!"

(KAETHENISS POV)

Y ahí estaba toda mi jodida familia paterna sentada en el comedor más grande de la casa, si, el de las 28 sillas. El cual, ahora me inquietaba.

Liam no tenía los huevos para entrar y enfrentarse a todos mis tíos, primos y a mis abuelos.

-Mete tu jodido culo en esa habitación ya mismo, Zoelle. -Dije empujándolo en un intento de moverlo para que entrase al comedor.

Obviamente fallé, y estaba contemplando su redondo trasero.

-¡Estás loca, mujer! ¡Van a freírme allí mismo!

-¡Que entres, mierda! -Exclamé empujándolo nuevamente, mas sin embargo el seguía imponiendo resistencia.

-¡No puedo! -Dijo el cerrando los ojos.

-Bien, entonces me temo que dormirás en la recámara de visitas durante toda tu estadía. -Dije encogiéndome de hombros restándole importancia mientras pasaba de el y caminaba hacia la puerta del comedor.

Más sabía perfectamente que el adoraba dormir conmigo. Sé que el adora abrazarme y ocupar mi pecho, mi estómago o mis piernas como almohada o en todo caso, tener una noche algo activa, si saben a lo que me refiero.

-¡No! ¡Eh, no! ¡Kaeth!

-Ten las pelotas bien puestas y entra al jodido comedor. -Dije volteando a verlo mientras con mi dedo índice apuntaba a la puerta que estaba a pocos centímetros de mi.

-Ah, joder... -Murmuró mientras comenzaba a caminar y enredaba su brazo con el mío y entrábamos al comedor recibiendo las miradas de todos. Ternura y curiosidad por parte de las mujeres, celos y sobre protección por parte de los hombres.

Nos sentamos uno al lado del otro y yo tomé un sorbo a mi copa de agua fría, sentía que en este momento necesitaba echármela encima, sin embargo no lo haría. No porque no quisiera, si no porque mi padre me castigaría.

-Antes de que digan algo. -Dijo mi tío John, quien asesinaba a mi novio con la mirada. -¿Se han acostado alguna vez?

Vaya mierda

Reverenda y mísera asquerosa mierda.

Observé la preocupación y el nerviosismo en los ojos de Liam quien bajo la mesa jugaba con mis dedos ansioso bajo la mesa.

Sentí mi rostro teñirse de mil colores.

¡Vaya pregunta!

-Conozco esa mirada. -Sentenció mi tío Liam y yo nos alarmamos enseguida. -Son unos vírgenes sin remedio. -Dijo cerrando los ojos con decepción.

-En realidad... -Comenzó Liam, pero rápidamente enterré mi tacón en su pié. -¡Auch!