capítulo 20

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el final del camino…

Toda la guerra, todos los preparativos. Había reunido 7 de los 9 Biju. Tenía uno de mis ojos originales. También el Sharingan que me mantenía vivo en este cuerpo prestado. Había forzado una guerra para desvelar a los dos Jinchūriki restantes. Robarlos en la confusión, lanzar a Zetsu, el ejército, Kabuto y Sasuke para que distraigan una batalla inútil. Perder o ganar no importaba, solo forzar a salir a los dos Jinchūriki que faltaban.

Kabuto invocó con su técnica aberrante llamada Edo—Tensei, a la parte de mi alma que yacía en el infierno. Los Kage la enfrentaron mientras me batía a duelo con los dos ninjas que contenían a los Biju faltantes. Golpe va, fuego viene. Uzumaki Naruto ha demostrado una impresionante capacidad de resistir el poder corrupto de los monstruos. Mi cuerpo, ese cuerpo Uchiha que capture hace años está cada vez más débil. Mis ojos me hacen pagar el precio de tanto poder. Ese combate lo perdí. Pero semanas después irrumpí en el campamento de la alianza y sorprendí a todos con mi capacidad de trasportarme a través de mi ojo. Asesine a muchos, muchos importantes para los Jinchūriki. Los obligue a seguirme hacia un combate final donde tipejos como Kakashi Hatake no interrumpieran como la anterior vez.

Ha pasado tiempo, Naruto quedo cara a cara conmigo por la inesperada aparición de Itachi Uchiha. Ha logrado quebrar el dominio del Edo Tensei y ahora Kabuto tiene problemas inmortales que enfrentar. Pero mi combate con Naruto no es como lo espero, mi mente se disipa en pensamientos. Lo veo caer, pero levantarse con la convicción que sobrepasa a su vida misma. No está peleando por sobrevivir, no pelea por ser héroe ni lo hace por odio. Me recuerda a Raito Uzumaki. Su poder se basa en la convicción de proteger lo más sagrado de su vida.

Ironía…

Ese niño protege la villa que extermino a su propia familia. Aquella villa cuya ambición ha bebido la sangre de muchas generaciones de hombres y mujeres. Ha destruido familias enteras, ha mentido, ha falseado, ha estafado. Y sobre todo…ha robado la voluntad del fuego.

Cuando Hashirama Senju me habló sobre la voluntad, no fue su idea. Ahora lo supe muchos años después. No fue su idea apoyarse en la voluntad del fuego para unir a la villa de la hoja. Fue su esposa, su mujer. Fue nada menos que Mito Uzumaki quien le enseñó sobre la voluntad. Esta idea me pareció tonta y romántica. Ridícula en cuestiones de unión. Pero luego de tantos sacrificios, de tantas divisiones y tomando todas las máscaras de mi vida que me han ocultado hasta de mí mismo. Puedo entender al fin que significa "la voluntad".

Rikudō Sennin no solo dividió sus caminos. No solo dividió el poder que poseía para nunca dejarlo en manos de otro mortal. También tuvo que dividir su alma. Su espíritu tuvo que ser dividido y esparcido entre sus descendientes. Las ramas Uchiha y Senju podían volver a unirse en alguna otra época. Pero el alma original del sabio nunca más debía rencarnar en nadie más. Entonces la dividió. El odio, la negatividad, los pensamientos perversos, los apartó del lado bueno. Los apartó del lado amable, lo positivo, la inocencia y la esperanza. En resumen….separó el odio que generaba todo el poder combinado, de la voluntad para controlarlo.

Quiso el destino que la voluntad la tuvieran en Konoha cuando la última mujer Uzumaki fue recibida como habitante. Quiso el destino que su padre portara la voluntad, aquella sensación de ser uno con el mundo, todos como familia. Minato Namikaze tenía la voluntad, la paso a su hijo Naruto. El cual ahora está de pie nuevamente enfrentándome a mí.

Soy el odio del mundo…él es la voluntad para cargar conmigo.

Un breve momento de nostalgia se apodera de mí. Pienso en Raito, pienso en su oferta de vivir en Uzugakure. Pienso que podría haber sido un Uzumaki. Podría haber sido sellado y pertenecer a una familia que lo daría todo por mí, así como yo estaría dispuesto a darlo todo por ellos. Pienso en Izuna, en lo mucho que Sasuke Uchiha me recuerda a él. No se parecen espiritualmente, sino más bien físicamente. Tal vez Sasuke fuera el heredero del odio, así como Naruto fue el descendiente de la voluntad. Pero aquí estoy, tengo los ojos, tengo las piezas del acertijo más grande en la vida Shinobi. Aquí estoy y solo puedo invocar a Gedō Mazō ante un nuevo desafío que ese inconsciente muchacho rubio me arroja como si estuviera ganando.

Contracara  (Traducción)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang