XVI

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"Buenos Aires: confirman que son del empresario desaparecido los restos encontrados en el descampado.

Jeremías Rodríguez Malba (45) llevaba cuatro semanas desaparecido. Su cuerpo apareció hace cinco días. Una jauría de perros salvajes le comió parte de la cara, por lo que recién hoy los peritos pudieron identificarlo".


Tembló.

Hacía tiempo que no iba a la empresa, pero continuaba trabajando desde su casa. Jamás creyó que algo tan horrendo podría haberle pasado a Jeremías, a pesar de la cantidad de enemigos que se había hecho a lo largo de su vida.

Santiago aún se encontraba detenido por el presunto asesinato, aunque clamaba de todas las maneras posibles por su inocencia. No había forma de ayudarlo. El hecho de guardar la máscara en su casa lo había implicado y ahora que el cadáver había sido encontrado, estaba más complicado que nunca.

Sofía sabía que era inocente. Algo dentro de ella se lo aseguraba y su intuición jamás mentía. Pero, ¿cómo probar la verdad? ¿Cómo ayudarlo ante la justicia?

Acudió al despacho de la fiscal.

Su panza se veía cada vez más grande y le pesaba al moverse, por lo que la mujer decidió atenderla con rapidez.

—Quiero ampliar mi declaración —fue lo primero que dijo Sofía, sentándose frente a la fiscal—. Creo que es otra la persona que se metió en la oficina de Jeremías Rodríguez Malba. Santiago Arriaga es inocente.

Y entonces le relató, con todos los detalles, el encuentro en casa de Lisandro. La fiscal escuchaba atenta cada palabra, hasta que por fin indagó:

—¿Y qué motivo tendría esa persona para atacar y asesinar a Jeremías Rodríguez Malba? —Sus ojos se posaron en los de Sofía, que se desviaron hacia un costado, recordando las últimas palabras de Lisandro.

Haría cualquier cosa por vos.

Lisandro sabía del maltrato que Sofía recibía por parte de Jeremías y que el estrés continuo la llevaba a perder la claridad mental, sumiéndola incluso en profundas crisis depresivas. Pero, ¿Lisandro habría matado a Jeremías solo para resguardarla?

Algo no le cerraba y tampoco lo podía explicar. Si Lisandro había cometido aquel asesinato, ¿qué lo habría llevado a actuar de esa manera?

Quizás quería ver a su hijo crecer en un ambiente sano y libre de presiones. Quizás no lo había hecho por ella, sino por Tomás. Así y todo, ¿por qué se habría metido en la oficina para dejar la muñeca, que estaba más relacionada con ella que con Jeremías?

No le cabía en la cabeza que Lisandro desease convertirse en un padre ejemplar. Después de todo, la había visto pocas veces después de embarazarla y solo una se había animado a acariciarle la panza. Jamás le preguntó cómo se sentía ni tampoco le importaron los turnos médicos. Jamás se interesó genuinamente por ella; solo necesitaba saber que Tomás seguía en el lugar que debía estar: dentro de su panza.

Era cierto que ella le había contado que Jeremías la había mudado al primer piso, obligándola a realizar tareas pesadas. Sentía pánico al pensar en perder el embarazo en un estadio avanzado. La aterrorizaba pensar que Jeremías iría a por todo. Y también era verdad que hasta había llorado por teléfono al decirle que no soportaría cargar con el chico muerto dentro de su panza, por culpa de un misógino que gozaba lacerando a las mujeres.

Pero jamás imaginó que aquella crisis de llanto y de impotencia llegaría a convertirse en el motor de un asesinato a sangre fría. ¿Por qué querría Lisandro asegurarse de que Sofía siguiese adelante con el embarazo, si ni siquiera pensaba en hacerse cargo de Tomás? Y nada tenía que ver conque Lisandro estuviese a favor de la vida, porque de haberlo estado, sencillamente no habría matado a Jeremías.

LA CHICA DE LAS VELASWhere stories live. Discover now