VEINTE

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-¿Qué es eso? ¿Literatura? -le pregunta su padre echando una hojeada por sus apuntes. Rodea el enorme sofá y toma asiento junto a ella, sujetando su ordenador portátil.

-Sí -responde su hija, repasando con color fluorescente sobre el folio.

-El examen es para dentro de una semana. Me alegro de que ya hayas empezado a estudiar. -Coge el mando de la televisión sin haber pedido permiso antes y cambia de canal.

-Sí, es para dentro de una semana -repite las palabras de su padre poniendo los ojos en blanco-. ¿Tienes siempre que controlarlo todo?

-Todo no, solo todo lo relacionado con mi hija. -Muestra una sonrisa ladeada y presta atención a la pantalla de su portátil.

Laia suspira y acaba sonriendo para sus adentros.

-¿Qué estás haciendo? -pregunta, interesándose por su padre.

-Gestiones.

-¿Gestiones? ¿Y ya? ¿No vas a darme más información?

-¿Tú no estás estudiando? -Se ríe-. Trato de buscar actividades para proponerlas en el instituto. No todo siempre tiene que ser estudiar, ¿sabes?

-No es eso lo que suele decirme mi padre habitualmente.

Jeremy se ríe.

-A veces es mejor no hacer lo que los padres dicen.

-Yo siempre le hago caso al mío -puntualiza ella con exagerado orgullo y vuelve a hacerse con el poder del mando. De nuevo, pone el concurso de talentos que estaba viendo hasta hacía un rato.

-Últimamente, no demasiado.

Ambos comparten miradas y Laia tarda unos segundos en darse cuenta de que lo dice en broma. Entonces un bip suena de pronto, lo que indica que un nuevo mensaje ha llegado a su móvil.

-De paso dile que tengo un asunto que hablar con él.

-¿Qué? -pregunta, desorientada, sin saber a quién se refiere.

-Mi querido Tomlinson. Mañana a primera hora en mi despacho -le informa sin apartar la vista del ordenador.

Laia coge su móvil y, efectivamente, el mensaje es de Louis.

-¿Cómo sabías que era él? -pregunta, entornando una mirada. Su padre no ha podido verlo, apenas ha apartado la vista de sus "gestiones".

-Siempre es él -se limita a contestar y rápidamente vuelve a cambiar de canal-. Esos concursos están amañados. Deberías ver programas que tengan un contenido aprovechable para tu vida.

Pasando por alto el comentario, Laia retoma la información de antes. ¿Para qué quiere su padre a Louis en su despacho?

-¿Qué hizo?

-Simplemente quiero hablar con él sobre un asunto.

Esa respuesta no le resulta válida. Sigue sin aclararle nada.

-¿Debería preocuparle ese asunto?

Su padre se encoge de hombros. ¿Será ella misma el «asunto»? Se le pasa por la cabeza por un instante. Tal vez sea por saltarse francés, o por llegar tarde la otra vez. O por las supuestas quejas que está recibiendo de ellos.

-No tiene que ver contigo -aclara él.

Le ha leído el pensamiento.

-Papá, si es grave prefiero que...

-Laia, deja de preocuparte. No es nada -espeta, sin posibilidad de negociación, y ella decide no preguntar más.

En el mensaje le informa de que en media hora quedarán todos en el parque. Realmente esto es nuevo. Nunca antes habían quedado como grupo de amigos. Normalmente las relaciones amistosas son entre Louis y Laia, Louis e Isaac, y Laia y Andrea. Ariana siempre ha estado un poco más separada, posiblemente debido a su timidez y al poco tiempo libre del que dispone.

¿Y si te digo que te quiero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora