Capitulo 29

7.2K 485 127
                                    





Los siguientes días con Layla fueron los mejores.

Largas tardes en la piscina, con la supervisión de los chicos claro y si alguno de mis Daddies no estaba ocupado nos acompañaban a pasar el rato.

Largas charlas juntas y con mucha privacidad, eso si que lo extrañaba poder hablar de cualquier tema con alguien de mi edad.

A veces nos la pasábamos en el sótano donde tenían una pequeña sala de "cine" que usaban más para ver partidos de baloncesto todos juntos y nosotras pasábamos horas viendo series hasta que venían a buscarnos para comer o cenar.

También descubrí que a Layla le llama la atención Hush pero no la culpo, ella es muy curiosa y Hush es todo un misterio y un chico un poco tímido por lo que he notado últimamente.

Ha sido una gran semana a su lado y agradezco bastante que le hayan traído y nos dieran nuestro espacio.

(...)


— Por favor, es mi último día aquí vayamos de compras ¿si?

Llevaba casi una hora insistiendo en ir de compras.

Ni siquiera yo sé cómo le entró esa idea en la cabeza si no le gusta ir de compras.

Además estoy totalmente segura que tampoco carga con ella ni un solo centavo para comprar algo.

Suspiro agotada de su irritable berrinche antes de aceptar.

— Está bien iremos— chillo emocionada antes de saltar sobre mí abrazándome — Pero solo iremos a dar una vuelta por el mall, tal vez compremos un helado y listo— asiente.

— Me parece bien, pero tú compras el helado— me mira tímida— Aunque el Doctor Bruce me pagó los pasajes de avión, no traigo conmigo suficiente di...— la detengo.

— No tienes que explicarme linda, te entiendo— beso su mejilla rápidamente mientras ella asiente un poco aliviada — Solo déjame ir a pedirles permiso y un poco de dinero para esos helados— me encamino a sus oficinas.

Primero me acerqué a la de Papi ya que la puerta estaba ligeramente abierta y él me hizo una seña para que me acercara cuando vio que asome la cabeza. Él estaba hablando por teléfono cuando me pidió que me sentara en sus piernas y me quedara en silencio mientras él terminaba.

Me acariciaba los rizos que caían por mi espalda al tenerlos recogidos vagamente con un listón.

— ¿Qué necesita mi pequeña?— dijo una vez terminó de hablar.

— Layla y yo pensábamos ir al Mall para dar una vuelta y de paso comer helados— asiente mientras yo juego con los botones de su camisa un poco nerviosa y tímida ya que era la primera vez que les pedía algo como salir fuera de casa — Y necesitamos algo de dinero también— alza mi mentón para verme a los ojos y yo muerdo mi labio inferior intencionalmente.

— Todo lo que quieras lo tendrás, nena— deja un pequeño beso en la comisura de mis labios dejándome un poco aturdida y más nerviosa por su atrevimiento — Pero tengo un problema con mi tarjeta desde hace varios días y ahora mismo no tengo dinero en efectivo— asiento comprendiendo — ¿Porque no vamos donde Tyson y le decimos a él?— frunzo mi ceño confundida pero asiento.

— ¿Y Papi Ryter?

Él sabía que prefería cualquier cosa antes que estar con Tyson, ahora me trataba un poco mejor pero aún sentía cierto rechazo que el tenia hacía mi aunque todavía no sabía por qué.

— Ryt tuvo que salir a solucionar algo y vuelve más tarde o mañana en la madrugada— asiento entre sus brazos mientras me carga para llegar donde estaba Tyson, en la habitación que comparte con su esposo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 14, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Pequeña Princesa TraviesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora